miércoles, diciembre 31, 2008

Pos eso, que le dije al jevi Nene ¿compramos un Monopoly? [¿A qué me recuerda a mí esto?]* y tal como habíamos ido a buscar al jodío Burrito Pepe del que minibere no se despega ni con agua fría, también nos trajimos el susodicho juego del Carrefour.

Toda la semana una pereeeezaaaa... y el último día me dió por sacarlo. Abueli-bere, mamá-bere, papá-bere y el jevi. Ain que yo no sé jugar a esto, ain hija qué cosas tienes, con lo torpe que está una... (abueli y madre en modo me-quejo-de-lo-mayor-questoy ON). Bueeeno, ya que el jevi y yo somos los únicos que sabemos jugar, habrá que tener paciencia.

Y repartimos el dinero. Y tiramos los dados riqui riqui ris clic clac clec. Ain... ¿lo compro? Lo compro... ain... que yo no sé... ¿pongo una casa? Y nos fuimos repartiendo las calles. Y no había manera de juntar tres del mismo color cagonsanpeobendito. Y me quedé afónica de negociar, hacer ofertas y tentar. Mamá-bere llegó a decirme que si volvía a pedirle que me vendiera el Paseo del Prado me mandaba al mencionado paseo de un patadón, seguida del tablero del juego y toas las piececitas (y eso es mucho, teniendo en cuenta que estábamos a 500 y pico kilómetros del sitio). El jevi el mu capullo no soltaba calle si no era por un pastón imposible y dos calles a cambio (anda ya y así te comas tu Calle Fuencarral con patatas). Me inflé de comprar, de poner casas... y de perder todo el dinero que tenía. La partida terminó a las 2 de la madrugada.

Yo en bancarrota.

El jevi con tres miserables billetes de cuatro perras.

Papá-bere habiendo abandonado hacía una hora y pico.

Mamá-bere y abueli... con casi todos los billetitos de color disponibles en la caja, chorrocientas casas, no sé cuantos títulos de propiedad y ji ji ji fíjate si yo ni sé ji ji ji.. ain ¡a ver cuándo jugamos otro día!.

Cagontóya con las generaciones anteriores.

 

* [Mayo 2000, el jevi en el talgo, yo en casita, vía teléfono móvil: Nene ¿y si nos casamos?]

lunes, diciembre 29, 2008

Me parece una idea estupenda eso de hacerse doce propósitos que cumplir para el nuevo año. Mucho mejor, positivo y práctico que doce deseos. Una cosa tan tonta y, si no llego a leer este post de Lucía Etxebarria, ni se me hubiese ocurrido. La diferencia fundamental radica en querer y tener voluntad de moverse, y no sólo desear que le ocurran a uno las cosas.

Por eso, he decidido publicar mis doce propósitos. Para tenerlos presente y también para que, al compartirlos, me vea espoleada por la espinita del orgullo, de la vergüenza o, simplemente, sirva para que no se diluyan las ideas en el agua del olvido, como suele ocurrirme más frecuentemente de lo que me gustaría.

Vamos allá, ejem.

 

MIS DOCE PROPÓSITOS PARA EL 2009

1. Adelgazar (unos 20 kg)

2. No dejar de nadar y, si la economía y el tiempo me lo permiten, volver a empezar con el aerobic.

3. Poner en venta mi casa.

4. Comprar otra casa.

5. Si consigo 1 y 4: ponernos manos a la obra para otro mini-bicho.

6. Ahorrar con detalles como: cocinar más y comer menos de menú (aunque comer en la oficina y de fiambrera ufff)

7. Optimizar el tiempo todo lo posible.

8. No dejar las cosas para última hora.

9. Respirar y contar hasta 10 antes de ahogarme en cada vaso de agua.

10. Leer al menos 3 de los libros que tengo pendientes (empezando por El Método Montignac y ese de cocina para peques)

11. Organizar compras y comidas de forma que no tenga que improvisar para minibere (importante para esto el libro de cocina del punto 10).

12. Este me lo dejo en blanco, porque no me gustan las listas cerradas.

 

Pues hala, aquí queda libre una idea que, si quieres, puedes convertir en meme.

domingo, diciembre 28, 2008

Tal como venía de un evento folclórico-pseudofamiliar-uy-niña-ponte-mona, me he cambiado los zapatos por unos tenis (léase zapatillas deportivas para los que habláis fisno, como se dice por mi tierra), la camisa chachi guay por una camiseta de manga larga negra con este diseño (tal cual) de Seta Loca:

 design_236

y me he ido con el costi (alias, el jevi) a una hamburguesería de esas de las que no he visto todavía ninguna en Madrid en los 7 años que llevo viviendo allí (aunque él insista en que sí las hay). Llena de carteles de tal o cual deporte, paredes blancas, mesas blancas, sillas de plástico blanco, perritos, serranitos, camperos, crestas, hamburguesas.

De vuelta a casa hemos parado en un bar a comprarle tabaco a papábere y nos hemos encontrado con esto. Hacía tiempo que no me encontraba tan a gusto en un bareto. Rock clásico (por algo se llama Classic Rock Cafe) en tres pantallas, es decir: AC/DC, la Creedence, Metallica, Megadeth, Motorhead, Neil Young, Thin Lizzy, Kiss, Dire Straits, ZZ Top, Rosendo... Ambiente y decoración cuidados al detalle, luz media y agradable. Altamente recomendable para nuestros gustos. Eso sí, para ir en pareja, porque a partir de ciertas horas suben el volumen y ya sólo oyes al otro si le pegas la oreja a la boca y te grita a todo pulmón (pero mola, de verdá de la wena).

Al jevi le han hecho los ojos chirivitas y se ha empezao a emocionar na más poner el pie en la puerta, así es que hemos decidido tomarnos allí algo visto que se iba a hacer pis encima del gusto y que yo estaba delante de la máquina de tabaco con el susodicho enganchao a mi oreja cual loro piratil en modo revele su rollo esta es master of puppets metallica rucu rucu rucu (es que el niño es un poco repelentón cuando de iluminar a los demás con sus conocimientos se trata. De hecho, la frase estrella de Gacelita con respecto al jevi es: Se aprende taaaaanto contigo. Ni que decir tiene que el tonito de choteo con el que lo dice, si bien algo pica a mi costi, tiene el mismo efecto que si quieres arroz Catalina. Vamos, que él sigue a lo suyo rucu rucu). 

Nos pedimos dos cervezas y nos sentamos en unas sillas de esas en las que parece uno una gallina en el palo. Un buen rato después me estoy empezando a preguntar por qué hay gente que se fija en mí y luego aparta la vista. Joderjoderjoder. Pues qué va a ser: que me he venido con la camiseta molona, los tenis y... dos pedazos de pendientes con el oso de Tous tamaño SOY EL OSO DE TOUS Y OS VOY A DEVORAR A TODOS, pulseras varias (perlitas, Tous, Pandora), con el pelo alisado de plancha en plan Cleopatra y pintá como una puerta. Vamos, que tengo que pasar tan desapercibida como una cucaracha en un pastel de boda.

En esto que se me acerca una chica así con cinturón de pinchos... ay madre... que me echan por petarda. Cuando está a cinco centímetros de mí, me señala la camiseta y dice: Tía, llevamos toda la noche mirándote la camiseta ¿¿qué es exactamente lo que pone?? ¿Dónde la has comprado? Moooola un webo.

Afú.

domingo, diciembre 21, 2008

Pues sí, ya soy suegra. El año pasado alguna vez minibere me dijo así como de pasada que mininovio uapo. Me lo tomé a guasa, claro.

Pero es que ha vuelto a la carga.

minibere: mininovio me ha pegao quiiii na cabesa

bere: uy eso está fatal, fatal

minibere: fatá, fatá

bere: te ha pedido perdón y te ha dado un besito?

minibere: zi... no... un abaso

(pausa)

minibere: mi gusta mininovio

(pausa)

minibere, acariciándose la cara y el pelo: mininovio uaaapooo

En fin. Y sólo tiene dos añitos.

jueves, diciembre 18, 2008

Copa de empresa, el super presidentazo que blablabla y reblá. He oído demasiados discursos y me siento idiota por habérmelos creído alguna vez. En las mesas repartidas por la sala hay canapés polly-pocket, pero menos da una piedra, pienso mientras me como uno. Y luego otro. Hago esfuerzos por no escuchar ni una palabra.

Un señor trajeado y con pinta de jefe, al que no he visto en mi vida, se me acerca y me susurra al oído: "Es de mala educación comer mientras el señor presidente da un discurso" hace una pequeña pausa y añade "pero yo también voy a picar algo". Me quedo tan cortada que le respondo "pues aquellos de allí están buenísimos". Y me pongo como un pimiento.

Al terminar el discurso la gente se lanza a las mesas como si el mundo se fuera a acabar, incluso hay quien coge los makis con la mano, pasando de los palillos estratégicamente colocados.

Conseguido: no he prestado atención al discurso ni medio minuto.

Más jefes. El mío directo se acerca minibocadillo en mano. "Y bueno, Bereni-C ¿qué opinas del discurso del señor presidente?" Eeeh... uuumm... esto...

Bien, ya sólo falta que venga otro jefe más y me sodomice.

domingo, diciembre 14, 2008

Lo mío es más negociar que estrellarme contra los muros. Claro que hay excepciones. Hay gente a la que el tiempo ablanda porque siempre fue dura, mi caso es justo el contrario y, a más edad, más fuerza, más resistencia a la presión de cualquier tipo, más darme cuenta de que hay que plantarse, más tozudez.

Me pregunto a dónde lleva la mía. Si merece la pena o si lo que no merecía la pena era ser siempre yo la que da el primer paso. Me pregunto si perder cosas por cabezonería es positivo o si mejor dejarlas ir porque ya no tengo ganas de hacer el esfuerzo y porque, por una vez, quiero ver hasta dónde llegamos.

domingo, diciembre 07, 2008

Como esa tira cómica en la que Mafalda pega con una zapatilla al periódico para atontar a las noticias, yo tengo encerradas tus palabras con la esperanza de que la falta de luz y oxígeno les quiten importancia.

Esta memoria mía que funciona como dios le da a entender, me hace olvidar lo supuestamente importante, las citas, los números y las razones. Enreda los argumentos y me deja ciega y sorda, obligándome a recurrir al humor, la negación, la sonrisa parapeto y este don-maldición de la verborrea-cortina de humo. Pero también me guarda los dolores como si fueran inmunes a la erosión del tiempo.

Mierda de memoria.

Y es que he sido lectora voraz de todo lo que cayera en mi manos. He leído con ansia y sin criterio, como un ratón de biblioteca, como el propio Firmin en sus orígenes.

Desde los impresionantes testimonios (absolutamente verídicos, OF COURSE) de la sección Qué hubiera sido de mi vida si... del Pronto, a los mini-relatos de Mi primera vez del SuperPop, cuando el sexo era algo muy lejano que a la vez atraía y aterrorizaba; hasta los folletos de los testigos de Jehová que tuve que dejar de leer porque, sencillamente, me producían pavor (si intentaban convertirme a través del miedo hacia la Bestia, por mal camino iban). Las narraciones sobre fenómenos sobrenaturales también entraban en el lote, claro, sobre todo si aparecían en revistas de famosos. Recuerdo en particular la historia de una mujer que era violada, cada mañana, por un ser invisible que se reveló un día como un monstruo. Cómics rosa en los que lo mejor que le podía pasar a una chica era casarse, para ser feliz, etc.

Y todo esto a muy tierna e impresionable edad. Qué de pesadillas, miedos, ideas falsas y tonterías. Qué de expectativas engañosas (gracias, SuperPop) y qué candidez la mía al creerme, al pie de la letra, horóscopos y consejos PERJUDICIALES de todo tipo (sobre salud, relaciones personales, etc).

En este sentido, toda esa basura no me ha aportado nada... o sí. A lo mejor he leído demasiadas cosas que no me convenía; a lo mejor es lo que necesitaba para desarrollar un sentido crítico que años después me ha servido para discriminar y ser capaz de separar la paja del oro.

Porque en mi compulsión también han caído El lobo estepario, cuando no entendía ni un pito de lo que estaba leyendo, El Principito (idem) o una recopilación de romances medievales.

En cualquier caso, me viene a la cabeza una narración de John Windham que leí con muy pocos años y que me horrorizó, sorprendió, encantó, deslumbró. La encontré en una antología de relatos de ciencia ficción que me prestó mi primo B. Jamás había leído cosas así, y jamás había oído nombrar a esos señores que firmaban los cuentos (Asimov, Philip K. Dick, entre otros). El relato se llama Una marciana tonta y además de utilizar un recurso argumental que siempre me ha gustado mucho (y que no desvelo para no estropear la historia a los que os queráis asomar a leerla) hace referencia a la afición por la lectura. Por supuesto, lo enlazo porque lo recomiendo vivamente.

De esa obsesión por la lectura indiscriminada, afortunadamente, sólo me queda la manía de leer las etiquetas, prospectos e ingredientes de cualquier producto comercial.

sábado, diciembre 06, 2008

Y es que cuando puedes disfrutar de algo todos los días ya no es tanto disfrute. Pero ten una cría de dos añitos, ve a casa de tus padres, déjalos a cargo de ella y tú pégate una siesta de dos horas. Cuando te despiertas y consigues acordarte de cómo te llamas y dónde estás, casi se te saltan las lágrimas y todo de felicidad :-)

domingo, noviembre 30, 2008

image

 MEMPEC

Mempec en los medios

Quéjate en: RENFE, EMT (Madrid), Metro (Madrid). A ver si entre todos conseguimos que echar a este tipo de gente de los medios de transporte sea norma.

sábado, noviembre 29, 2008

Y muriéndome mucho me he obligado a ir a nadar. Bendita la hora en que he ido arrastrando toda mi rabia muerta por el suelo, agotada.

El agua que, como siempre, me libera de este cuerpo que no me gusta, torpe y pesado. El agua que me limpia y me lame con sus manitas suaves. El agua que se lleva todo el humo gris acumulado en los pulmones. Bálsamo para los ojos negros del pensamiento.

El agua que recibe mis golpes que no tardan en convertirse en caricias, manos cuchillas que entran suavemente sin romper apenas su sabor dulce.

El agua que, en lugar de cansarme, me carga las pilas para el resto del día. Porque dentro de ella soy libre, el mundo es azul y huele a cielo prestado. Sigo la línea. Oigo a través del líquido, sus vibraciones mojando la piel. Susurros, burbujas, respiración acompasada. Un brazo, el otro. Perfecta armonía de cloro. Cuento las brazadas, pienso, elaboro. Aquí nada importa, sonrío. Abro la boca para llenarla una y otra vez.

Tras la ducha ardiendo, con el pelo mojado, camino de vuelta al algodonal escuchando la canción que oigo una y otra vez desde hace algún tiempo. Ahora vuelvo a poder con todo.

 

I think I'm drowning, asphyxiated...

...yeah you will suck the life out of me...

 

Bola extra1

Bola extra2

viernes, noviembre 28, 2008



Un día llegas al curro y tienes al gilipollas de turno dando caña.
Desde el otro lado del charco, tergiversando, inventando, omitiendo información, poniendo en copia a los que cree mis jefes.
Bueno, un día más. No passssa nada. Por aquí me preguntan y todos felices porque ya saben lo que hay y es fácilmente demostrable lo que afirmo.
Día raro: paso del cabreo más absoluto a la risa desenfrenada, porque hay situaciones que ya superan todos los límites y empiezan a ser surrealistas.
No passssa nada.

Con el cachondeo, un compañero me pasa esta imagen que, inmediatamente, cuelgo del monitor.
QUIEN TE ALTERA TE CONTROLA.
La leo varias veces. La leo durante casi todo el día.

Pero es que hay cosas que pasan de castaño oscuro y el auto-control no es precisamente una de mis "virtudes".

Y esta mañana llego y más de lo mismo.
Estoy pletórica, la adrenalina corre por mis venas como pólvora. Empiezo a deshacer marañas y a lo que viene a ser interrelacionarme con el entorno.
QUIEN TE ALTERA TE CONTROLA. Es mi nuevo mantra en sustitución del antiguo "melapela".
Más mierda. No passsa nada.

Hasta que pasa. Y es la gota que colma el vaso. Y no tiene que ver con el tema anterior, pero es otra cosa que cabrea, que duele, que molesta. Pero yo puedo con todo, hay cosas que no merecen ni media lágrima ni medio cabreo.

Y ya. Casi de golpe el cansancio me cae encima como una maldición.
Que ya no tengo ganas. Que se me acabaron las pilas. Que estoy agotada para sentir rabia.
Tengo tal bajón físico que siento el peso casi insoportable de los párpados. Ni siquiera tengo hambre hoy.
Quiero irme a casa, taparme la cabeza con el edredón y que el mundo se olvide de mí.

sábado, noviembre 22, 2008

Tres libros, tres, me he llevado para una semana. Que no sabía cuál coger y tampoco cuál me iba a apetecer en qué momento (ensayo, ciencia-ficción y novela). Con tanto tiempo libre por delante y niñeras varias para minibere, pensaba DISFRUTAR.

Me he vuelto a Madrid con medio Muy Interesante leído, siestas de 2 horas, chorromil minutos de portátil (sí, es mi vicio y sí, desde que nació minibere hay días que ni lo enciendo), medio kilo de pelo de gato pegao a la ropa, una limpieza de cutis, una lorza más y los tres libros intactos.

Voy a ver si pa la próxima en la maleta meto tres ladrillos. Total, pesan lo mismo, sirven para lo mismo y además no se estropean.

En fins.

viernes, noviembre 21, 2008

Como el cerdo de la fábula de Samaniego, voy temiendo la matanza. Ay, que estamos a viernes. Ay que mañana vuelvo a Madrid. Ay que el lunes vuelvo al curro.

Ay, ay, y más ay.

Ay mi sol, mi invierno templadito, mis patos, minibere en su triciclo. Ay mi siestecita tranquila y la comida por delante. Ay sin lavadoras ni madrugones. Mi abueli-bere con el café de sobremesa, la pancita suave de mis gatos. Ay y más ay.

Que sé que no debo pensar en ello, que lamentarme por lo que va a pasar dentro de unos días me impide disfrutar del presente pero... Ay. No sé cómo evitar que se me venga de cuando en cuando a la cabeza el hecho de que esto se acaba.

Snifs.

miércoles, noviembre 19, 2008

La semana pasada encontré a un ex compañero de instituto que me dió noticias de casi toda la pandilla de COU. A algunos no los recuerdo, por mucho que se empeñe en decirme sus nombres y apellidos. Veo algunas fotos, están muchos de ellos. Bodas, niños, divorcios. Han pasado 20 años. Qué fuerte. Mi ex compañero está más calvo, más mayor, más feo. Yo estoy 25 kilos más gorda y mucho más curtida, como supongo que ellos también lo estarán. Ya no recuerdo lo malo y lo bueno, o sí, pero no tiene sentido. No con esta nueva gente con menos pelo, más grasa, más arrugas y más vida.

Ayer me levanté temprano para ir a buscar churros. Quería aprovechar el chocolate que sobró del otro cumple de minibere. En la barra me atiende un chico gordito y algo calvo. Yo te conozco... ¿Bere? Por supuesto que soy yo. Tenía que ser otro chico de la misma pandilla, que ahora es dueño del bar al que solíamos ir a jugar a las cartas las tardes de domingo. Tenía que ser yo, en chandal, con pelos de loca y ojeras. Al menos no era un ex, jaja.

lunes, noviembre 17, 2008

Mis primera vacaciones [Chispas] en un año (una semanita) y no sé muy bien qué hacer con ellas. Me cuesta desconectar. La primera noche me despierto con minibere encima sudando como un pollito y agobiada porque con la niña cómo iba a calcular el anexo de la factura, ay madre.

Y aquí estoy en casa de mis padres. En el sur no hace frío, pero como las casas no tienen calefacción y los suelos son de terrazo, ni se me reconoce debajo del pijama gordo, la bata y los calcetines de lana. Sólo me faltan las rodajas de pepino y los rulos para personificar a la Antilujuria. Creo que si me dan un pequeño golpe, caeré al suelo y no podré levantarme.

Espero que, al menos, me echen de comer.

Seguiremos informando desde Casa Helada.

martes, noviembre 11, 2008

Pozí, me he abierto un perfil en Facebook. Tanto hablar de él, algo tendrá. Ya estaba escamada de Neurona, que se convirtió en Xing, que se convirtió en una caja registradora.

He encontrado a varios amigos perdidos. Y perdidos siguen. O no quieren saber de mí o no miran la página.

He buscado a aquellos a los que desearía de corazón poder volver a ver. Pero nada, esos no están.

He encontrado a mis amigos frikis (hola, ya sabéis quiénes sois) :-) Y eso me gusta, pero ya tengo todo el contacto con ellos que quiero habitualmente.

Y también he ido encontrando a conocidos. Tirando del hilo despacito he dado con un montón de gentuza de mi ex- curro de la que no quiero volver a saber. Claro, siguen haciendo grupo incluso en la red.

Y la cateta de la trepa, es pa verla. En su perfil pone una foto tomada en una boda. Y lo siento porque sé que es práctica habitual, pero ya hay que ser cateto para poner en un perfil de internet una foto con un vestido supuestamente elegante (en el caso del que hablo, vestido de señora de 70 años en chica de 30), un peinado totalmente artificial y tres kilos de pote en la cara. CA-TE-TA, jodida trepa, que eres una CATETA.

Sólo espero no tener amigos comunes o que la dichosa teoría de los 5 enlaces sea un camelo, o que la ley de Murphy me deje en paz de una vez. Que no me importa compartir cosas con determinada gente pero no quiero que semejante troupe se asome a mi vida ni de canto.

Uf qué mal rollo. Creo que hay muchos que no son conscientes de que al añadir a otro como "amigo" se le da paso a gran cantidad de información personal. Y eso no es un juego. Yo prefiero desvelar lo que quiero a quien quiero. Al igual que escribo en el blog siendo consciente de quién me lee y, sobre todo, de quién NO me lee; también hablo con la gente a la que veo a diario (y hablo MUCHO) pero descubro lo que quiero que descubran y no más.

Advertencia: niños, no hagáis este experimento sin un adulto presente. Es decir: ojito.

Creo que voy a darme de baja.

domingo, noviembre 09, 2008

Acabo de leer un artículo que se cita en Halón disparado y que me remite a este otro: Correcto, que expresa perfectamente la ridiculez de lo que está sucediendo con la susodicha corrección política del lenguaje.

Sencillamente genial, tanto el artículo como este comentario.

Ayer le celebramos el cumpleaños a minibere, que 2 años no son nada :-) Estoy reventá.

Como siempre, lo dejé todo para última hora y al final no encontré globos, pero todo salió bien.

Lo mejor: los gritos de alegría de la moco abriendo los regalos. ¡Ropa qué monitaaaaa! ¡Unasapatilla patoooo monitaaaaa! Nos partíamos de la risa. El tren de los animalitos le entusiasmó pero cuando le dieron la moto sus tíos ¡UNA MOTOOOOOOOO! se le iba la voz y todo. Se agarró a ella, se montó encima y no hubo forma de bajarla. Sopló las velas subida en la moto.

De vuelta a casa iba cantando todo lo que se le ocurría, dando palmas y bailoteando en el carrito.

El sábado que viene toca otra vez celebración a 500 y pico kilómetros.

El miércoles hará dos años que, antes de cerrar para irme a la cama, me despedí de lamujertirita en gtalk diciéndole: me noto rara, pero esta noche no va a ser ¡si me quedan al menos un par de semanas! Media hora después le mandé un sms: He roto aguas, voy pal hospital :-) Creo recordar que me preguntó si estaba de coña. A las 2 de la tarde día siguiente, tras varios sms de gente que me preguntaba si ya, si qué tal, etc. (lamujertirita: ¿estás en monitores? ¡pide que te pongan House!)  y que Deye me iba leyendo mientras yo me moría mucho y pedía la epidural con un hilillo de voz, nació minibere.

miércoles, octubre 29, 2008

Llevo tres días aquí vegetando y poniéndome hasta el culo de bollos en los intermedios. El que nos está dando la tabarra ahora, tras pasarse el horario por el forro de sus gafas de pasta negras y llegar casi una hora tarde, nos lanza, a golpe de gomina, mohines y escurridizos dedines de bailarina del Bolshoi, tal batería de tecnicismos y siglas en su peculiar inglés engolado (e INCORRECTO) que nos tiene a casi todos justo en al límite del coma profundo.

Ya he pasado por la fase A) querer arrancarme las orejas, B) hacerme la muerta y que me saquen de allí, C) morirme, directamente.

En la fila justo ante mí, tengo la GRANDÍSIMA suerte de tener sentado al Gran Gurú, al dios de estos temas, que no sé qué pinta en este curso si ya lo sabe TORO TORO Y TORO, y no duda en matizar, cuando lo cree conveniente, las palabras del Sr. Gomina-Gestitos-profesor.

El susodicho Sr. Gomina no sólo aplaude y alienta al borrico, sino que se pierde en su palabrería y la mayoría de las veces se olvida hasta de dónde está, embelesado con su propia inteligencia. De hecho, no nos sorprendería que empezase a tocarse, tan enamoradísimo de sí mismo se ve.

De todo esto estoy sacando varias enseñanzas útiles. A saber:

1. Que el Hemoal es un magnífico remedio contra las bolsas de los ojos (Sr Gomina-Gestitos dixit)

2. Que por muy pedante y amanerado que pueda ser un pimpollo, no quiere decir necesariamente que no sea hetero (o que su señora esposa no sea una tapadera, clarostá), a pesar de que el 99% del alumnado opinase lo contrario.

3. Que, si uno se pone, puede pasar tres días dando un curso y llamando a la misma persona por hasta cinco nombres diferentes, no importa las veces que la susodicha le corrija.

Ay madre qué ganas tengo de volver al trabajo. ¡Que vivan los cursos de formación de empresa! Grumpf.

martes, octubre 28, 2008

A mí es que la lluvia me gusta horrores. Y no acabo de entender esas caras y esos mohines de "tengo el cuerpo igual que el día". Pues no.

La lluvia: la excusa perfecta para ponerse las siempre chulas botas de goma y chas chas chas saltar en los charcos o meterse en otros profundísimos para, de cualquier forma, conseguir que el agua acabe entrando por arriba. Y los pies dentro chof chof porque merecía la pena a pesar de la regañina segura.

El chasquido de los coches en el asfalto, el olor a mojado, las gotitas como mordisquitos fríos chipichop chipichop, la piel de gallina. Y el cielo de gris elegante como si fuese un novio con chaqué. Las nubes gordas y pesadas, con los pechos a reventar de lluvia. Y a llorar y a gritar y a reír. Pero siempre salpicando.

El reflejo rojo cristal de los semáforos en el suelo. Ris ras ris ras ese triángulo de burbujas que queda en el hueco entre los dos limpiaparabrisas, imposible de llenar.

La música de susurros y tambores diminutos sobre los tejados, sobre los cubos de basura, las chapas y las hojas de los árboles, azotadas merecidamente. El baile de las gotas en los cristales, el relato de Cortázar.

Y llueve y llueve y llueve como si el mundo fuera a desdibujarse.

La lluvia como redentora, arrastrando todo el polvo, limpiando mi alma de barro. Me abrocho el chaquetón impermeable, me calzo el gorro de plástico y voy dejando atrás, a simple golpe de talón, el pasado, el miedo y caras en la lluvia, sabiendo que no soy la nueva y anónima esposa de Lot y que no voy a volverme, y que no queda nada que mirar.

domingo, octubre 26, 2008

Esto es algo que he sentido miles de veces, algo que pienso y a lo que nunca he dado cuerpo por escrito. No sabría expresarlo mejor. Pasen y lean a coco.

jueves, octubre 23, 2008

Menos de una semana. Eso ha durado mi determinación.

Y es que no se me pueden pedir peras porque ni siquiera soy un olmo.

Y es que la cabra tira al monte y el alacrán le picó a la rana.

Pero me encuentro mucho mejor siendo un poco más yo misma.

Ain.

lunes, octubre 20, 2008

Ay qué pereza pero sí. Toca el momento tortuga, meter la cabeza, esconder los miembros. O el mandarina, endurecer la piel y hacer que palpite el sol entre mis costillas reconvertidas en pepitas (y toda por dentro de color naranja dulce).

Ay qué pereza renunciar a compartir y tener que bajar las persianas. Hacer el esfuerzo de no ser yo misma, acostumbrarme a la semioscuridad. Volver a pasar las horas como flotando, sonrisa hueca y dientes brillando. Aprender a no tenerme miedo cuando estoy sola. Respirar los silencios como si fueran algo deseado. Concentrarme en que la vida está fuera y comienza a las 6 de la tarde. Convencerme de que esto que me pasa de 9 a 6 ni me concierne ni debe provocarme más que dinero.

domingo, octubre 19, 2008

G. o .G. Igualmente tiene ese sentimiento de desazón y desarraigo, y varias palabras más que empiezan por des, como destornillador o destripaterrones. Porque .G no se ahoga en un vaso de agua, pero sí que le viene grande. Como no es que sea persona de no tener recursos, se agarra al borde y patalea suavemente con los pies. Después de todo, el ejercicio se supone que es positivo ¿no?

.G ya no se molesta en corregir a los que se empeñan en que la vida es cuadriculada y los puntos deben ir detrás de las iniciales. A veces es más fácil dejarse llevar que discutir con los ciegos de Razón y Verdad. Aunque casi es peor la bromita pesada y los tiritos de carácter sexual. Eso se le hace insoportable.

.G intenta siempre sacarle partido a las cosas. A veces, cuando va en el tren y éste hace una ese, .G entrecierra los ojos y se deja llevar por la música del sempiterno mp3 que ya viene a ser una extensión más de sus orejas: si mira hacia el fondo del vagón casi puede sentirse de nuevo en el Enterprise, el látigo o el gusano loco. .G piensa que es divertido. Sus labios se curvan, imperceptiblemente, hacia arriba.

viernes, octubre 17, 2008

Medio día es exactamente lo que me ha durado el buen humor, hasta que me ha estallado la sonrisa en plena cara.

Y no aprenderé a cerrar la boca, ni los postigos. Y no aprenderé a inventar oasis en plena ciudad.

Y no aprenderé a retirar la mano o, mejor aún, a no sacarla del bolsillo.

Y no sé si es la rabia de no poder dejar de ser yo misma la misma estúpida o el escozor de la palmada, pero aún me pica el dorso de la mano.

Un día lo mato lo mato lo mato y... sí, LO MATO.

No, no es pa tanto.

Dí que sí, que sí lo es.

Pues eso: que tengo un compañero de fatigas con el que me río un webo pero cuya forma de trabajar y carácter me pone cardiaca. Formamos "pareja" porque ambos debemos saber llevar el trabajo del otro cuando falta. Angelico. Pero oye, nos llevamos bien, y no hacemos mal tandem (laboral, clarostá). Sobre tó porque yo no me callo y si le tengo que poner cara de perro se la pongo, y porque él hace como que no me la ve o me lanza un hueso pa que lo mastique y me calme (según toque).

Pase que me aturrulle, que haga las cosas de prisa y corriendo, que no me escuche cuando hablo, que hable cuando no le escucho, que pretenda que deje lo que estoy haciendo YA para hacer otra cosa que a él se le ha puesto que hay que hacer ahora, que me cuente la vida y milagros de sus amigos como si yo los conociera de toda la vida... pero lo que me saca de quicio es

- PSS PSS PSS Bere, ven, corre, tienes que ver esto, ven (mirando fijamente su monitor y haciéndome señas)

- Joder, Super, que estoy liaísima y en mitad de un pedido y tengo que enviar esto otro por correo antes de las tararí que te vi. ¿No puedes contármelo luego?

- Que no tía, que tienes que verlo. Deja lo que estás haciendo. Verás, verás. Tienes que ver esto, es importante.

- Grumpf, Super... uf... enga, voy ¿qué... (me agarra de la silla y me lleva rodando, literalmente, hasta su sitio)

- Mira, tía, ¡mira qué apartamento TAN wapo nos vamos a pillar pa Nochevieja el Chopi, el Mani y el Cerolo!

_ !!!!######@ ggrrr.... grr....argsrrrr.....

jueves, octubre 16, 2008

No te encuentro.

No es que te esté buscando (sé que no estás) pero me siento un poco perdida.

Aquí no hay sonrisas dulces y ojos soñadores, jabones de Marsella, alohas, viajes en coche con el cenicero a rebosar ni sushi sin compartir. Nadie escucha a James Blunt ni se disculpa por los pelos de perro en los asientos.

Aquí no encuentro a quién querer.

Aquí no me quieren como tú me querías.

miércoles, octubre 15, 2008

El miedo es un bicho verde que duerme en mi estómago. Y siento sus uñas diminutas treparme hacia la garganta.

Si se escapase no quiero escuchar mi voz estridente y asustada. Por eso es momento de callar, no sea que lo descubran asomándose al balcón de mis dientes. Y lo escondo. Bien tapándome la boca al reír, bien parapetándome tras un muro de palabras.

Esto último se me da tan bien...

martes, octubre 14, 2008

Voy haciendo diagonales no sé si por ahorrar tiempo, por aburrimiento o por simple pereza. Calculo la ruta más corta. Es un orden dentro de mi caos. Me calma, qué tontería.

Si mi entereza se va al carajo tengo que organizarme todo lo posible para ir clavando endebles soportes sobre los que mantener el equilibrio, para que algo, al menos, tenga una cierta lógica. De ahí las listas con cosas por hacer, redactadas casi compulsivamente.

viernes, octubre 10, 2008

Hoy he oído de alguien que me cae bien un comentario despectivo sobre un aspecto del físico que yo, jate tú por donde, cumplo con creces. Decía este chico que tiene como norma nunca estar con alguien así. Creo que sabe que he oído lo que decía. Quiero creer que no pensaba en mí ni me estaba teniendo en cuenta. Contrariamente a lo que esperaba, no me afectado. Viniendo de quien venía, lo mismo podía haberme puesto en pié y soltarle una de mis respuestas típicas: "Tranquilo, cariño, que no tengo intención de violarte a pesar del magnetismo animal que te hace irresistible a cualquier bicho viviente" o lanzarme a listar sus imperfecciones  hasta quedarme afónica, que hubiera podido, sí (esto último no es propio de mí). Ni lo uno ni lo otro: he seguido leyendo como si oyera llover.

Creo que no cuesta tanto ser menos cruel o mirarse en el espejo, teniendo en cuenta que cuando apreciamos a alguien o nos enamoramos, el físico acaba siendo lo de menos, o que el 90% de las personas que conocemos no son ni altas ni guapas ni tienen buen cuerpo, etc etc etc, como decía en la serie Tiberio Claudio César Augusto Germánico, y a nadie le gusta que le hagan notar sus defectos.

jueves, octubre 09, 2008

...ay no, que estoy con el portátil, que aquí no tengo que bloquear el equipo.

Saco las llaves para llamar al ascensor.

La contraseña de casa no funciona en el ordenador del curro CURIOSAMENTE.

El ordenador del curro CURIOSAMENTE no se apaga al pulsar  la tecla de función y la de hibernar.

Me dejo el móvil en casa.

Me olvido el cargador en el trabajo.

Se me va, se me va, se me va. No tengo la cabeza en la que lo tengo que tener. Estoy saturada.

Me vengo abajo por cosas que sé que en otro momento ni me plantearía. Veo cosas malas donde no las hay. Y las malas no las veo venir.

Demasiados cafés.

¿Cómo era eso que hacía yo para relajarme? ¿Fumar?

Me vuelve ese mareo y esa rabia que me ciegan y me quedo bloqueada y en blanco delante de la pantalla. Me reinicio como un windows cualquiera.

Necesito vacaciones ya.

SOCORRO.

martes, octubre 07, 2008

A F. le gustaba la lluvia pero desde que ya no mira al cielo ha olvidado cómo era.

Pero no es solo eso.

Un día F. decidió pasarle el plumero a su colección de comas y para facilitarse la labor las quitó despacito una a una y las fue colocando en una caja de cartón blanca. Cuando fue a buscarla no pudo recordar dónde la había puesto.

Bueno al menos le quedan los puntos. No es mal recurso y el resultado después de todo podría ser peor.

lunes, octubre 06, 2008

Llueve en mi corazón y sopla un aire limpio que me anuncia un invierno lento. En un susurro sé que puedo agarrarle las crines al frío y cabalgar hasta la orilla del agua para respirar sal y saborear la arena.

En los sueños se me mezclan verdades y mentiras hasta formar una madeja. Me escuecen los ojos y, si los entrecierro, no distingo el rojo del negro.

Un paso después del otro, porque si levanto la cabeza y me hago sombra con la mano, puede que vea horizontes demasiado verdes y me haga daño el sol.

Es tiempo de deseos de noches muy largas para dormir sin sentir sobre el terciopelo oscuro del olvido. Se me anuncia un invierno lento y cruel. Y no sé cómo abrigarme.

domingo, septiembre 28, 2008

Con los años me vuelvo menos tolerante con ciertas cosas. Supongo que tiene que ver con cambios de perspectiva, relativizaciones, bla bla bla.

He tenido desde pequeña una obligación autoimpuesta, sin excepciones: terminar todo libro que empiece. Ya pueda ser un bodrio, no entender ni jota, estar mal traducido, hacerme llorar, lo que sea.

Gracias a ese rasgo de testarudez, he leído libros que me obligué a terminar a pesar de resultarme pesadísimo. A algunos de ellos ahora no me canso de volver una y otra vez. Es decir: lo que en principio, por edad o madurez, era infumable, con el tiempo se ha convertido en un placer recurrente.

Pero se acabó. Ya no tengo ganas ni de insistir ni de obligarme a pasar por tragos amargos. Estoy cansada, tengo poco tiempo y leo para disfrutar.

Lo decidí anoche, cuando me metí en la cama y llegué a esa página en la que me saltó a la cara una imagen que aún me revuelve el ánimo. No sé si me hubiera dado tiempo a detener el impulso de rabia: tal como tenía el libro en la mano lo lancé con todas mis fuerzas contra la pared y me di la vuelta. Esto no se hace. No lo comprendo. No es que quiera leer de pajaritos que cantan y flores en el campo pero tampoco entiendo esa tendencia a describir escenas de las que te dejan mal cuerpo durante mucho tiempo. No son para mí.

Lo peor es que el libro era prestado. Menudo cargo de conciencia. Menos mal que no se nota el envite.

En fin.

viernes, septiembre 26, 2008

Siempre has flipado con mis películas pero nosotras teníamos una para las dos. Había que huir de la mierda de curro y lo teníamos todo pensado.

Empezamos con una pequeña tienda en la que vender productos naturales, esos que tanto conoces y defiendes y que a mí, ya sabes que nunca lo he ocultado, me producen desconfianza. Yo tendría que sobreponerme al repelús de los iluminados que van de felices por el mundo que viva la ecología pero por favor al que toque mi móvil le arranco la cabeza con los dientes.

Y bueno, lo suyo sería poner un poco de música chill-out de esas. Tú te encargarías de los productos y yo del ambiente. Habría que viajar a Marsella, Londres, Nueva York y traerse lo más nuevo, lo mejor. Luces tenues, colores neutros, paz y Enya con sus yujus y eos-eos y, por qué no, el gaitero loco, los monjes de Silos, las búlgaras de voz nasal.

Tú te moverías como pez en el agua utilizando esos dedos delgadísimos y largos para transmitir las texturas de los productos y sus aplicaciones.

Yo charlaría por los codos. Contrataríamos personal que nos llevase la administración y trabajase por las tardes y los sábados. Tendríamos muuuchas vacaciones.

No estaría mal tampoco tener en la trastienda una pequeña sala donde dar masajes y, ya puestos, servicios de estética.

Claro que lo que también sería buena idea es tener productos de alimentación. Y una estantería con la música de relajación de moda.

Unas clases de yoga ¿por qué no? Danzas orientales, tai-chi.

Eso sí: nada de horóscopos ni homeopatía. Lo dejé bien clarito desde el principio: como buena escéptica, nada de engañabobos.

Y así fuimos montando el negocio, día a día. Hasta que caímos en la cuenta de que para que cupiera todo lo que nos gustaría tendríamos que montarlo en un local del tamaño de un estadio de fútbol.

Ahora sólo faltan dos cosas: que nos toque el euromillón y que el Santiago Bernabeu esté disponible.

Yo no pierdo la esperanza. :-)

miércoles, septiembre 24, 2008

En mis manos está escrita la historia de las superficies, caricias y golpes con la palma, con el puño. Ríos tiernos la recorren en su desierto de sangre. El dolor en la punta de los dedos me ha servido de guía, he leído el agua con ellas, he bebido del viento, he saboreado las almas. Yo sé por ellas más que tú, puedo mostrarte, puedo señalar el camino. E incluso cubrir el sol. Mordisquitos de rata, cosquillas y pellizcos de monja. Pedacitos de papel, dibujos sobre la arena, corazones con la uña. Y también el momento justo, el punto exacto, la manera. En mis manos están las negativas, las preguntas y las respuestas. La angustia de las razones, el aullido de las heridas calientes. Risqui risqui los juegos, pero también la fuerza, el frío y el calor.

martes, septiembre 23, 2008

El espejo del alma, sí. Pero no. Más o menos bonitos, gran gama de colores de variada intensidad: pero no. Todo leyenda.

Lo que verdaderamente me asusta es que lean en las comisuras de mis labios. Porque es lo que no puedo (o no sé) controlar. El rictus amargo o de desprecio cuando no te aguanto, por mucho que ojitos que brillen y palabras amables que en realidad son un escudo, un refugio, una defensa, un ataque. Y esos bordes delatores que suben casi imperceptiblemente hacia arriba (¡traidores!) aunque mi cara fría y sin mover otro músculo y un tono de indiferencia en la voz. Pero no, ahí están los malditos, curvados hacia arriba, delatando mi placer.

Los ojos no pasan de ser dos canicas vivas para hacer poemas, ahogarse en remolinos de chocolate, mojarse en las estrellas verdes, navegar por las nubes negras, dar lametazos azules, beber de los pozos de miel.

Los ojos como señal de alegría sincera, porque una sonrisa sin ojitos de cristal no es de verdad.

Pero la boca. Ay, que me pierde.

Y no me asusta ser transparente, es que me aterra.

viernes, septiembre 19, 2008


Ya tengo mi propia oveja en el teclado. Y este icono me representa, me identifica y me define. Me dice beee suavemente para llamar mi atención. Se mece de un lado a otro canturreando. Me mira con sus ojillos redondos y espero, en el momento más inesperado, que asome su lengüita roja y negra y me haga burla. :-)

miércoles, septiembre 17, 2008

Ay qué voy a hacer sin tus pulseritas y tus manzanas. Ay.

Quién me va a aguantar los malos humores, quién me va a contar sus fines de semana y a enseñarme los sms cursis hasta más no poder, para que me ría y me meta contigo.

Quién me va a dar la vara para que me compre una falda y vista como una señorita. Y ahora cómo distingo un bolso de otro, si yo nunca sé nada de esas cosas.

Quién me va a curar las heridas y a hacerme ver que el mundo no es negro.

Cómo te dejo sola sin mis charlas interminables, a quién vas a regalarle jabones para que se burle de ti pero en el fondo te quiera tanto. Con quién vamos a reíros, estado separadas, de las bragas-capucha de la arpía de la ofi.

Quién me va a responder moviendo su pulsera de cascabeles diciéndome eh, estoy aquí cuando yo agite la mía.

Llevo 5 meses buscando largarme de esta empresa y ahora me dejo un jirón de piel enganchado en tu armarito bajo.

Joé qué tontería. Cómo puede dolerme esto tanto.

*********************************************

Escribí este post el día después de marcharme de mi antiguo puesto de trabajo. Ahora que estaba segura de que tenía que dejar este curro, no paraba de recordar cómo me fui de aquel.

Quizás suene ilógico pero me daba tanto miedo que dejase de dolerme... Porque la atenuación del dolor es el principio del fin. ¿Y luego qué? Sí, sí, lo que todo el mundo dice: que la amistad no se pierde, que se puede seguir quedando, que nos veremos para charlar ¿y? ¿y qué? MENTIRAS. QUÉ PUÑETAS VA A SER LO MISMO. Ya no será ni compartir lo mismo ni el mismo tiempo ni las mismas broncas ni los mismos nada. Perderemos mil cosas sin importancia que lo eran todo. Y acabará siendo quedar para repetir una y otra vez lo mismo, hasta descubrir que ya no tenemos nada en común, y solapar los silencios. Y, en fin. Sigh.

Yo no sé si ella tenía el mismo miedo, pero no paraba de repetirme: por favor, no me olvides. Yo le contestaba cualquier tontería, como siempre que algo me importa.

martes, septiembre 16, 2008

Se acabó la cuenta atrás: me quedo, al menos de momento, contra todo pronóstico y hasta nuevo fin de contrato. Ni adioses ni alivios ni apretarse el cinturón. Una felicitación a tiempo me ha salvado del despido y ha hecho que mi superior deje de acorrarlarme: así de fácil.  Cambio de cartera pero no de departamento, así es que no me puedo quejar: la cartera que estaba llevando es, dicho por todos, la peor en cuanto a volumen, dificultades y presión. Lo malo es que sigo con la misma jefatura (increíble, un día me pongo a contar las cosas que hace y le aplican electroshocks, como poco) que tengo que tratar con un colega que es superguay... mientras no tengas que trabajar con él, y que sólo voy a tener que comunicarme en español.

Lo mejor, con diferencia: la sonrisa de mis compañeros cuando se lo he dicho. No me la esperaba, tampoco llevo tanto tiempo. O a lo mejor es que nunca me acabo de creer que me quieran. En todo caso ahora mismo no dejo de pensar en esas sonrisas. :-)

lunes, septiembre 15, 2008

Ese momento en el que te miro a los ojos y ¡ZAS! Lo mismito que cazar una mosca. La mano bien abierta y ¡ajá! Te tengo. Te conozco. El tan manido Aleph o el momento de iluminación sangustiniana. Sé por dónde respiras, vamos, que te he calado. Y en esos momentos se me dibuja una sonrisa de esas del gato de Chesire, más por lo invisible (rictus imperturbable en el exterior) que por lo amplia. Sonrisilla de doctor Maligno, gesto chulesco a lo Clint Eastwood. Sonrisilla de semi-atención para ti, que parecer que Bere no se entera también tiene sus ventajas. :-)

Y a partir de ahí claro, seguridad y calma. Precaución, según los casos. Mucho mejor sin sorpresas.

Ese pequeño placer de descubrir sin ser visto, sensación lógica y racionalmente estúpida, egoista e infantilmente perfecta :-)

domingo, septiembre 14, 2008

Me pregunto si se está acercando otra ruptura en la continuidad de los parques, perdón, que se me va el Cortázar, quería decir, en la continuidad de esta rutina. Y es que no sé cómo prepararme.

Porque claro, ha sido muy poco tiempo.

Incluso para que me dé pena. No sé si para llegar a echar de menos.

El caso es que también tiene su punto de pereza porque uf otra vez esos nos vemos, nos llamamos, pásate, no perdamos el contacto. Sí, claro, sí, pues claro que sí, hombre. Sin ninguna duda.

Pero no.

Yo sí lo recordaré.

Hasta que de tanto rozar el viento termine por erosionar cada detalle. Y un día habré olvidando sus nombres primero y luego, sus caras. Y mucho después encontraré una foto perdida y durante unos minutos me preguntaré quiénes son esas personas. E incluso llegaré a plantearme si la foto es un error y no me pertenece.

Lo que sí tiene su puntito de vacío así en plan vértigo es pensar qué pronto qué pronto qué pronto desapareceré para ellos. Y seré un pensamiento fugaz, como si fuera un sueño de hace mucho. Alguien que pasaba por allí. Y ese vacío es como un miedo pequeñito que duele en el estómago.

sábado, septiembre 13, 2008

Leo los efectos del Prozac en un libro y me pregunto si alguien me lo está suministrando sin que me entere.

Las cosas no tienen tanta importancia. No me queda más que dejar que el tiempo pase soplando y moviéndome el pelo suavemente y disfrutar de los olores que trae. El ciprés amargo del patio de mi colegio, el asfalto mojado de la ciudad sucia, el calor en la lengua de las mañanas con café, el aleteo de las hojas que van cayendo, sin que pueda ni deba hacer nada; aunque a veces casi cueste.

jueves, septiembre 04, 2008

Lo de esta noche ha sido como para volver loco al analizador que lo desanalice buen analizador será (léase "loquero titulado").

He soñado que encontraba el blog de alguien conocido, más bien las copias de los posts en papel. Y con gran cargo de conciencia y una mariposa king size en la barriga, me anotaba la dirección y leía a grandes bocados, ahogándome.
Está mal está mal está mal...

Y me pillaba. Y tenía razón en enfadarse. Y etc. Que no es que seamos amigos, pero ya quién se fía.

Me he despertado aliviada.

Acabo de recibir por error un mail personal de este chico, que no iba dirigido a mí. No lo he leído, claro.

De esta me compro un pañuelo con moneditas colgando y monto un tenderete en el Rastro.

Acabo de darme cuenta.
Últimamente sólo hablo de curro de curro de curro.

15 madrugones
26 días

y luego veremos.

lunes, septiembre 01, 2008

Tengo un calendario de esos en los que puedes escribir algo en cada cuadrado. Feo, pero útil.

He dibujado un pájaro volando el 1 de octubre. Todas las mañanas anoto despacito en el casillero correspondiente cuántos madrugones me quedan y, separado por una línea, el número de días naturales.

martes, agosto 19, 2008

El costi y yo tenemos una vecina de esas de toda la vida. Lo que se dice una vecina-vecina. Señora mayor con rodete y gafas de esas de culo de botella de champán con la que te mira y osstia tú ¡una lechuza! Ain no, uf, perdone doña Encarnita, cómo está usté.

Doña Encarnita te cuenta cómo está ella... y su marido, y su hijo el mayor, que trabaja de contable, su hija la mediana, que debe de ser la hija no deseada porque la nombra na y menos, su hijo el menor, que hay que ver qué pintas lleva y eso que es aparejador, el loro de la vecina de enfrente, un primo suyo de Valencia, su familia y, así por resumir, todo el bloque donde vivimos y familia lejana. Podríamos decir que esta vecina-vecina es lo que viene a llamarse una cotilla-cotilla. La buena señora es, además, la presidenta, así es que hace lo que le sale del rodete pero aquí nadie dice esta boca es mía contentos como estamos y hasta felices de que alguien se encargue de buscar presupuestos, contratar todo tipo de reparaciones y servicios y demás tareas coñazo de las que todos huímos como de la peste.

Doña Encarnita le riega la plantas a Manoli cuando se va, sabe cómo tiene puesta la casa Pepita y no quiere que se haga obra en el cuarto del sótano para hacer taquillas mini trasteros por si "viene gente rara extranjera de esa alquilada y a saber qué mete". A las primeras de cambio un día se me coló en casa y por poco si no tengo que sacarla a escobazos. Ahora cada vez que ve a minibere se vuelve loca y ya es la repanocha.

Pero como bien dice el refrán, si no puedes con ellos, únete a ellos, así es que también cuida del pececito de minibere cada vez que salimos de viaje.´

Por eso, el sábado por la mañana, a riesgo de que acabase por limpiarnos la casa por eso de hacernos el favor y echar un vistacillo, la llamamos para que nos hiciera el favor de avisar a un cerrajero pensando que el sábado por la mañana la puñalá sería menos grave que sacar a un señor de su cama un domingo a la 1 de la madrugada. Encarnita tomó nota, llamó al cerrajero, nos llamó a nosotros, que no podría venir, me contó su vida, llamó a otro cerrajero de confianza, que vendría el domingo por la noche, que estaba de puente. En fin.

A la media hora, otra vez Encarnita nos llama. Y esta señora de mil años como poco, con sus gafas de culo de botella de champán y su rodete mal puesto me cuenta que ha cogido una radiografía ya sabes de cuando fui a que me mirasen la rodilla que claro como me dolía con la reuma... Y NOS HA ABIERTO LA PUERTA EN UN PIS PAS. Toma ya.

He venido escorromoñá con tanto peso, pero no he podido menos que traerle dos paquetes de kilo de sobaos y dos quesadas como dos soles, ea.

Doña Encarnita, wilofiu.

domingo, agosto 17, 2008

Sin conexión a internete estoy. Y no acabo de decidir si colocarle un pañito de croché al portátil y usarlo de bandeja o si ponerle una cadena e intentar venderlo como el último grito en colgantes latino-hiphoperos, dado el tamaño que llegan a alcanzar y la poca relación entre el susodicho colgante y su portador (¿¿brooklin?? un medallón de un palmo colgando de un chico que no sabría colocarlo en un mapa ni aunque le fuera en ello la discografía completa de los últimos latin powers dulse amol del momento).

Pero que derrapo, me disperso, me puede la palabrería y el chorreo verbal.

El caso es que, después de ordenar las fotos, escuchar música, jugar al Mahjong y escribir tres posts del tirón sin poder publicarlos: me aburro. Afú. Y cuando me aburro me da por comer. Y los sobaos pasiegos de verdá están que te mueres... El Macho: los mejores del mundo mundial.

Mira por donde, voy a comerme uno. Ñam.

Menos mal que nos marchamos hoy que si no iba a tener que cambiar lo de "Bereni-C desatada" por "Bere-bola" o "Rodandovvoy-rodandovengo".

viernes, agosto 15, 2008

Madre qué sueño. El lavavajillas lo acabé poniendo a la 1 y pico. Es lo que tienen jugar al Mahjong mientras se escucha a Antonio Machín y se desvaría por gtalk hasta el punto de que la mismísima reina del surrealismo (hola, amol, ptú) me pregunta si me he tomado algo. En fin, que hice todo lo posible por posponer el momento maleta.

Otros "efectos secundarios" (léase consecuencias) de, en palabras de mi señora madre, tenerlo que me lo piso, es que si ya de por sí soy despistada y tengo una memoria de pez increíble, al ir a cerrar la puerta no he podido encontrar las llaves. ¿¿Pero cómo?? ¡Si estaban aquí, si las tenía controladas! No puedo esperar más, voy a llegar tarde. Me he quedado frita y me he levantado a la hora a la que supuestamente debía estar sentadita con mis tostadas y mi cola cao (lais) haciendo tiempo antes de salir pal metro. El salto que he dado de la cama hacia la ducha ha sido digno de el mismísimo Cordobés y su famoso idem  de la rana. Creo recordar que me he duchado (al menos sigo teniendo el pelo húmedo), eso sí, no podría asegurar que si con gel de baño, pato W.C. o crema hidratante.

¿He dicho ya que todo lo dejo para el último momento? Pues sí, no he podido no he podido no he podido (es que lo he intentado tres veces) meter en el aipos (que es como se llama ahora el ipó de toa la vida desde que tiene uaifai y lo ha diseñado Evax ultra) los capítulos de Little Britain que iban a amenizar mis cuatro horas y pico de tren. A tomar por culo, he metido el portátil en el bolso y tira millas.

Y bueno, como iba diciendo ¿¿pero cómo narices se ha hecho la hora que es?? Joderquevoytarde joderjoderjoder. Osssstia las zapatillas, el libro, la cabeza... ah, que esa la llevo. JODERJODERJODER ¿¿y las llaves?? A tomar por culo (una que es así de de viciosa y repite): cojo las llaves de repuesto y cierro la puerta, que suena como BLAM, como... a ver si sé describirlo... como "jodida tonta acabas de cagarla con todo el equipo". Pero yo no descifro el mensaje que acabo de recibir hasta que meto las llaves de repuesto en la cerradura y... no entran... Como en las pelis de crímenes veo un flashback con el momento iluminación sanagustiniana que me revela el pasado y el sentido de la vida: me he dejado puestas las llaves POR DENTRO.

El domingo volvemos el costi y yo a las 12 de la noche... Lo que se va a reír el señor cerrajero contando los billetes según tarifa "te saco de tu cama a las tantas y te vienes de urgencia a abrirme la puerta con una radiografía mientras espero con mi mejor cara de gilipollas y la mejor cara mezcla de cabreo y resignación del costi".

¿Lo mejor? Que juro que no he aprendido y voy a volver a dejarlo todo para el último momento, que lo sé, que es más fuerte que yo.

En fins...

La cabra tira al monte. Creo que esta sería la frase adecuada si tuviera que definir mi vida con una sola sentencia.

No recuerdo una sola vez en la que no haya pospuesto algo obligatorio que no tenía ganas de hacer. Ordenar, limpiar, ducharme, llamar a gente por teléfono, leer, leer y leer, jugar en el ordenador, jugar con la consola, cortarme las uñas, pintarme las uñas, escribir cartas, quitarme el esmalte de uñas... lo que sea. Lo que sea para luego terminar lo debido a trancas y barrancas, sin dormir, apurando hasta el último segundo.

Mañana me levanto a las 5 para coger un tren. En la maleta debo llevar ropa para minibere para una semana y para el costi y yo para dos días. La de cosas que he hecho desde que llegué casa, oye... menudas ojeras voy a llevar mañana.

miércoles, agosto 06, 2008

Hoy estoy tranquila. Qué raro. Trabajo sin respirar casi. Levanto la cabeza y es la hora de marcharme. Sólo me he levantado para ir al baño dos veces y para comer. El resto ha sido sacar curro sacar curro sacar curro como el que golpea golpea golpea. Un día más lo urgente ni siquiera puedo terminarlo.

En el metro me hablan con calma, voz bálsamo. Hay gente camaleónica. Un minuto una persona y a solas otra distinta. Ahora es la voz que escucha.

Agosto es el paraíso. El metro está medio vacío y hay asientos en todas partes. Hace fresquito. Me quedo sola abanico en mano.

En casa me espera minibere para contarme mil cosas que no entiendo y llenarme de besitos babosos. La alegría se me pega a parches hasta que el cansancio casi parece una música que se oye de lejos.

Creo que esta noche, por fin, voy a poder desconectar.

domingo, agosto 03, 2008

¿Estar oyendo a la britniespiars a esta hora es síntoma de que el Valium ya me hace efecto? Porque yo pensaba que era relajante muscular y ansiolítico. O eso, o necesito ayuda seriamente. XD

Me gustaría tener el tiempo para leer sobre los mecanismos que pone en marcha nuestro cerebro para superar cierto tipo de situaciones.

2:24 Hace una hora que me he tomado un Valium. Estoy empezando a pensar que debo de haberlo confundido con una gominola. Ni estoy relajada ni tengo pizca de sueño. En la cama doy vueltas y no hay forma. No estoy segura de si se me está pasando la angustia, llevo un rato haciendo diferentes cosas para no pensar.

He puesto el lavavajillas. Me asomo al patio. La vecina de al lado tiene entreabierta la cristalera. Veo su gata. Está despanzurrada sobre una caja de cartón. Me mira. Mi vecina canturrea a lo lejos bajito algo que suena como "a dormir a dormir". Qué mal canta.

Maldito calor.

No sé por qué, escribir listas me calma. Reorganizo mi vida en unas líneas, quiero pensar que tengo cierto control.

1. Regar las plantas

2. Arreglar el armario

3. Poner una lavadora

.

.

.

Cuando veo que la situación se me va de las manos, escribo listas. Un estado de nervios enfermizo me impide dormir. En estos casos la solución es dejarme embargar por la tendencia febril al orden y a arreglar todo lo que no he arreglado en años. Pero son las 2:30 ¿qué puedo hacer a esta hora?

Maldito trabajo.

sábado, agosto 02, 2008

Del siempre interesante blog de Luis Alfonso Gámez dedicado al pensamiento escéptico Magonia, os dejo el enlace a un artículo que habla sobre la lectura fría [...permite hacer creer a un individuo que uno sabe de él algo que en realidad no sabe, a partir de lo que el mismo sujeto dice, de su aspecto y de generalizaciones que encajan como anillo al dedo en el 99% de la gente...], habilidad de la que se aprovechan charlatanes, adivinos, espiritistas y gentuza de esa calaña para timar al personal.

Este tipo de timos siempre hacen que me haga dos preguntas: ¿cómo se pude ser tan incauto para dejarse engañar así? y ¿cómo se puede tener tan poca vergüenza para jugar así con los sentimientos y esperanzas de la gente para lucrarse?

El artículo se titula "Espíritus en el plató".

martes, julio 29, 2008

E inauguramos esta nueva sección de Recetas de la Awela con un truqui [madre, cómo ODIO la palabra "truqui" de cachi guay piruli boquita de piñón soy taaaan buen rollito...] de lo más sencillo y efectivo: cómo ponerse moreno en un pis pas mirusté endevé. Començons:

 

INGREDIENTES

1 Bote de crema hidratante corporal (mejor si es de esas que va bronceando gradualmente y que no sirven más que pa ponerte amarilla pasado un siglo)

1 Bote de Cola Cao Light

2 Manos de mantequilla/merengue

 

INSTRUCCIONES

1. Levantarse pa ir al curro con la legaña puesta

2. Darse una ducha (la higiene es importante, pero si no se ducha uno también se le pegará el moreno, atentos a las instrucciones).

3. Embadurnarse de crema hidratante con la vana ilusión de que el color blanco lechoso, también conocido como "peo mono" [N.del T.: pedo de mono] puede convertirse en un bonito dorado si uno se embadurna con fe y devoción.

4. Oír los gru-grus mañaneros tocando "El Danubio Azul" ("Paquito Chocolatero" puede valer igualmente) y dirigirse a la cocina a desayunar.

5. Abrir el bote de Cola Cao Light y darse cuenta de que tiene poco contenido y compacto. Decidir que lo mejor es taparlo bien y agitar el bote cual maraca de Machín [N. del T.: léase "mamá-tirita"], coctelera como en la peli de tomcruiss o epiléptico mañanero.

6. Darse cuenta de que la tapa no estaba bien colocada.

7. Comprobar que un fino polvo marrón cubre a parches gran parte del cuerpo, y que dicho polvo está como soldado a la pringue de la crema (ver punto 3).

8. Decidir si echarse a llorar o cantar "Mami qué será lo que quiere el negro"

 

Yo no lloré. Me pregunto qué pensarían los vecinos a las 7 de la mañana...

sábado, julio 19, 2008

Que cuanto peor es menos lo hablo.

**************

Qué asco de calor y de verano.

lunes, julio 14, 2008

Empezar un libro. Porque está ahí, sí. Y si lo tengo es porque me ha gustado el título, o la portada, o su reseña en una revista. Normalmente, no suelo leer libros que me regalen. La obligación de leerlos en función de los gustos literarios del que regala bloquea cualquier deseo de abrir tan siquiera la tapa. Claro que hay excepciones, pero eso es otro tema.

Empezar un libro. Acariciarle el lomo, oler su contenido, hacerme a la idea. El miedo. Y si no me gusta, y si es un bodrio, y si. Y si remueve cosas que no quiero remover, y si es una estupidez o un insulto a la documentación, la lógica, la traducción, lo que sea. Menudo cabreo, menuda pérdida de tiempo. Algún encuentro he tenido en los que el susodicho taco de hojas no ha salido volando por la ventana porque me he contenido.

Voy a iniciar una nueva lectura. Esto es entre tú y yo. Sobre mi mesilla o en la estantería. Ahí. Pasan los días, las semanas, los meses. Incluso los años. No me acabo de decidir, no. Hasta que un día me lanzo y me obligo a pasar de la primera página, a superar la pereza de conocer a los nuevos personajes, a hacer el esfuerzo por sumergirme en un algo que por ahora es lo desconocido.

Hasta que un día me lanzo y... Me gusta, me fascina, lo devoro. Ya sólo me quedan cuatro o cinco páginas. Tengo que parar. Se acaba. Y luego sé que vendrán otra vez el vacío, la pereza. Paladeo su olor, el tacto de las páginas, intento postergar lo inevitable. Cerrojo y fin. Quedarme como un pasmarote ante la última página, sin querer creerme que eso es todo. Este libro fue impreso en los talleres... patético. Se acabó pero yo sigo buscando. Hasta que me doy por vencida y doy la vuelta a la puerta definitiva, contraportada y ruido de pared que se sella.

Aquí estoy justo antes de. La historia de Firmin no promete un final feliz. Pobre rata. Pero yo no quiero dejar de leer, ni separarme de Firmin. Pero quiero saber, pero si sé, se marchará y ya no habrá más rata ni más monólogos de rata. No creo que busque más obras del mismo autor ¿para qué? ¿para desengañarme una y otra vez de la desgracia de que el primer libro que leí de García Márquez tuviera que ser, precisamente, Cien años de soledad y que todo lo posterior me dejara un hambre voraz por su surrealismo mágico nunca vuelto a encontrar? (sí parecido, no igual). Ahí se quedaron Meme, Amaranta. Y en otros libros, Sophie, Lolita, Charles Ryder, Alicia, Horacio Oliveira, Dorothy, Harry Potter, Trul y Clapaucio, Alfanhuí y tantos más. Tuve que despedirme de ellos como quien se arranca una tira de cera de las piernas rasssssssssssssss, sin querer, por obligación. Quedándome así como coja o huérfana durante un tiempo. Sabiendo que ahora me toca llenar el hueco y dándome TANTA PEREZA empezar otra búsqueda.

Alguna vez he pensado en no seguir leyendo. Y ya está. Ahí se queda Firmin, sé que sigue contando su vida, sé que está ahí vivo. Pero no soy capaz.

En fin. Voy a leerme el último capítulo. Firmin, allá voy.

domingo, julio 13, 2008
Sed

D. tiene una sed terrible, tipo cartel de 7eleven: nunca se apaga.

D. va a la piscina una vez por semana, toma dos litros de agua al día, sobre su mesita de noche -cómo no- Agua, de Joaquín Araujo.

Le gusta caminar bajo la lluvia y sentir cómo se le pega el pelo a la cara, cómo le va pesando la ropa. Son cosas que le hacen sonreír.

Pero sed ¿de qué?

D. navega, saborea, compara marcas de agua y no cambia la suya por otras. Ha probado a leer, viajar, escribir, comprar compulsivamente, emborracharse hasta perder el sentido, correr con los ojos cerrados. Y... nada.

Sus tripas son una esponja, la magdalena del chiste, un colador, un tamiz, el desierto lunar. D. se consume y, mientras tanto, gasta todo el dinero que gana en beber.

Puede que D. no necesite agua, puede que ni siquiera tenga sed de ella. A lo mejor de lo que tiene sed es de la propia sed y así, claro, quién puede saciarla.

viernes, julio 11, 2008

Pero pero pero ¿¿¿DE VERDAD LOS ANUNCIOS CON GENTE BAILANDO Y CANTANDO SIRVEN PARA ALGO QUE NO SEA QUE TE ENTREN GANAS DE MATAR A LOS PUBLICISTAS SUBNORMALES Y DE NO USAR ESOS PRODUCTOS NI QUE TE PAGUEN POR ELLO???

Son ridículos, patéticos, no hacen ni puta gracia, te quitan las ganas hasta de fumar. Desde el del aceite la Masía hasta los de Dan Up. No sé cuáles me dan más rabia, si los de gente disfrazada que pretenden ser divertidos o los de bailarines con sonrisa de dientes apretados y ojos abiertos de par en par que dan ganas de partirles la cara a puñetazos.

Losodiolosodiolosodiolosodiolosodiolosodio.

P.D.: No me vengáis con que aún recuerdo el de la Masía, odié tanto el anuncio que desde entonces no he vuelto a comprar el aceite.

lunes, julio 07, 2008

En pleno mes de julio. Sí.

Adoro el sol de invierno. Hace frío pero calienta, es agradable, es una caricia en la piel. Es sonrisa, bienestar y picorcillo TAN suave.

Increíble. Tres de la tarde, salgo de comer. Dentro hace un fresquito estupendo y yo soy muy calurosa pero entonces... el sol, así, de repente. Me paro. No me había dado cuenta de que tengo los dedos de los pies fríos fríos fríos. Hay un espacio entre los edificios donde el sol cae a plomo. Me siento en la acera, me quito los zapatos, me froto los dedos entre sí. Es un sol de invierno. Porque hace casi frío en ese tramo desolado, porque siento que me trepa el sopor como cosquillitas en las piernas y casi oigo pop pop pop cómo me van saliendo las pecas a ambos lados de la nariz.

Cierro los ojos y cae sobre mí una lluvia de luz como un velo de caricias mientras suena el Under the Bridge de los Red Hot Chili Peppers.

Soy feliz.

domingo, julio 06, 2008

Bueno pues... he tenido que dejar el aerobic y la natación. Tengo una contractura en la espalda gracias a la cual no puedo estar sentada mucho tiempo. Ni os cuento los numeritos en el curro. Y es que también tengo la suerte de que hago el trabajo de una compañera que está de vacaciones, así es que mejor nada de baja y más con un contrato temporal (y más con la jefa que me ha tocado, no quiero contar nada más).

Tengo tal volumen entre mi propio trabajo y el de mi colega que me despierto varias veces por la noche con taquicardia y faltándome el aire.

Estoy volviendo a comer con ansiedad y tragando sin masticar. Afortunadamente, no tengo mucho tiempo de comer y, cuando no estoy currando, siento un impulso casi irrefrenable por no estar quieta. Esta mañana a las 9 ya había recogido la cocina, puesto una lavadora y me había duchado esperando a que minibere se despertara para llevarla al parque. He dormido poquísimo y aún así me he pasado el día recogiendo la casa, he arreglado un perchero... En fins. ¿Lo bueno? Que en cuanto me tumbo en el sofá (no soporto estar sentada) me duermo. ¿Lo malo? Que estoy agotada pero no puedo ni parar ni dormir más de dos horas seguidas sin despertarme angustiada.

Lo único que me anima, aparte de los besos babosos de minibere, es la idea de que en septiembre se me acaba el contrato. Y lo digo totalmente en serio.

Así estamos. Seguiremos informando.

viernes, junio 27, 2008

Lo malo del aerobic es esa pared entera toda espejo.

El martes fue el primer día y descubrí que el espejo engorda. Menuda foca que me mira fijamente e imita todos mis movimientos. Media hora y, oh sorpresa, no he caído fulminada al suelo. Esto mola. La hora entera se me hace corta. Una clase de prueba y me han convencido, me apunto.

Hoy he descubierto la cruda realidad: desde el espejo me sigue mirando la foca, pero, contrariamente a lo que le sucede a ella, a los demás participantes el espejo no les engorda ni un gramo, todos siguen delgadísimos se les mire desde donde se les mire. Por otra parte, esto ya no es la clase gratuíta de prueba. Media hora y, ay madre del amor hermoso, estoy sudando como si los poros de mi cuerpo fueran espuertas de una presa, tengo la cara y el pecho del color de un tomate maduro y lo único que alcanzo a pensar, mientras intento seguir el ritmo y no matarme con el puto step, es no me voy a desmayar no me voy a desmayar no me voy a desmayar...

Mira que no he hecho nada que notase que me afectaba a la contractura de la espalda. Pues oye, como si hubiera cargado sacos de cemento.

Que alguien me pegue un tiro, que estoy sufriendo (y, además, me lo merezco, por apuntarme a hacer ejercicio, que ya lo dicen el jevi y la perri, que es maaaaaaaaaaaalo malo malo).

jueves, junio 26, 2008

C. no es de aquí, como casi todos. No quiere estar pero está. Dice que ha venido por dinero, por oportunidades, por tener curriculum.

Me mira directamente a algún punto dentro de mis huesos, como a modo de desafío o de confesión, cuando dice: estoy acojonado con tener aquí novia. No entiendo. Me explica. Se marchará y no dejará que nada ni nadie lo ate aquí. Le digo que en ese caso debe salir corriendo porque nunca se sabe. Pero no. Él sabe. O eso dice. Pero la vida es blanca o negra y tiene un camino.

Yo no sé. Me sorprende, me admira, me asusta ver que alguien tiene una determinación que parece tan férrea. ¿Es posible?

Porque lo que sí sé es que luego la vida ni es un camino ni es nada, no es blanca ni negra ni gris. Un día te sucede lo que menos esperabas y ya nada tiene sentido.

Querría haberle preguntado cómo va a evitar enamorarse o si es que nunca ha perdido la cabeza por nadie y por eso no lo entiende. O a lo mejor soy yo la que no lo entiende porque siempre me he dejado llevar por las olas. Y me pregunto también cómo puede alguien pensar en ponerle puertas al mar, a pesar de tener chispitas verdes en los ojos y susurrar como una campana en el fondo del océano.

miércoles, junio 25, 2008

La puerta del baño (del curro) me habla.

Al principio no me daba cuenta. La abría y oía un murmullo ahogado como de gente que está dentro charlando. Pero no había nadie. Raro. Y al salir un gemido que a mí me suena a "hasta luego".

En fin. Cosas veredes.

lunes, junio 23, 2008

Que me persiguen. Madre qué jartura.

En la otra punta de la ofi está "La Tía Que Tiene La Voz Más Desagradable Del Mundo" (así, tal cual, amos, que no la busco en google porque estoy segura de que me aparece, verruga incluida; que sí, que la tiene, que además es fea de solemnidad). Pues eso, que encima tiene la paciencia de una castaña, la mala leche de un caniche cabreao y la educación de un elefante en una cacharrería. Grita, con esa voz agudísima e insorportable, toda clase de inconveniencias. La señorita betty-espaguetti le pega cada grito a los camioneros por teléfono que ay de ella si un día se los encuentra de frente por una calle estrecha. Nos miramos unos a otros, NO HAY FORMA DE TRABAJAR NI DE CONCENTRARSE, me cagonsanpeobendito.

Le he propuesto a un compañero ir y envolverla con cinta de embalar. Se rió un poco. Yo me quedé esperando con las tijeras y la cinta. La gente, en general, es poco emprendedora y poco amante de los riesgos. Tsk.

*** *** *** *** *** *** *** *** ***

Verano, así, de golpe y porrazo. ¿Ventanas abiertas? ¡No! ¿Por qué? A que no sabéis dónde vive "la tía que tiene la segunda voz más desagradable del mundo". Bingo, en el piso de abajo. Su sala de estar debe de dar al patio y la buena señora se ha pasado la semana gritándole a su hermana, perdón, conversando con ella con su voz de pito taladra-cerebros. Esta mañana me he cruzado a la hermana con una maleta. BIEN. ¿Bien? ¡No! Que como ahora no tiene con quién hablar, se dedica a chillar por teléfono me cagonmismuelas. Y minibere sudando como un pollito porque tengo que tener su ventana cerrada. Arrrg.

domingo, junio 15, 2008

A veces escribo cartas para no sentirme atado,
para no aferrarme a remilgos que yo quisiera abolidos
de mi vida. De mi vida.

Escribo escribo escribo. Lana negra.

Y luego releo, pero me suena a llantina. Porque cuando te duele, te duele. Pero es como cuando vas oyendo música con auriculares y te pones a bailar en el metro. Tú estás en una burbuja de ritmo que te hace vibrar; el resto del universo observa de reojo como un moñas se mueve de forma espasmódica (pero intentando disimular) y punto.

Me guardo la lana negra. Pero claro, pasan los días y siento que he soltado lastre. Y cuando hilo ya en colores me doy cuenta de que ha pasado un tiempo que, para el blog, es un tiempo en blanco (en negro).

Pero es lo que hay.

Un día de estos me hago un jersey con lo que guardo.

miércoles, junio 11, 2008

Llevo cuatro telediarios en la empresa y, aunque ya no estoy tan perdida como un pulpo en un garaje, sí estoy más liá que la pata un romano. Entre lo que no sé, lo que tardo, lo que pregunto, lo que se me hace difícil por falta de práctica, lo que se me hace difícil por cuestiones de informática (me cagon el escáner de nuevo y en el pc a pedales al que está asignado; ah, y en el programa de archivar) y... y... vaya, he perdido el hilo.

Bueno pues que estoy agobiá. La jefatura BIG KAJUNA no puede tener queja: no levanto la cabeza más que pa meter datos nel SAP o pa sacar facturas. Los papeles se me multiplican, los enanos me crecen, me paren las abuelas... Y entre todo el mar de números, documentos y tareas contra reloj DINDONDIIIIIIIIN: ATENCIÓN, ESTO ES UN SIMULACRO, REPITO, ESTO ES UN SIMULACRO. VAYAN ABANDONANDO EL EDIFICIO, ESTO ES UN SIMULACRO DE INCENDIO. Me cagon los simulacros (¿he dicho ya que en el escáner también?). Voy a coger la chaqueta y, cuando me doy la vuelta, tengo a toda la planta caminando hacia mí (coño ¡qué impresión!). Miro hacia atrás y es que estoy justo delante de la puerta de emergencia. No hay mal que por bien no venga, si hay un incendio salgo la primerita, sí señor.

A lo lejos la jefatura gesticula ¿y los bomberos de esta planta dónde están? ¿quién está organizando la evacuación? Ante lo cual, todos al unísono, decidimos hacer como el que oye llover, y salir por la puerta de emergencia. Escaleras de incendio, pero no me dan miedo porque vamos todos como piojos en costura. De aquí no podría caerme por un hueco ni adrede. Las hormiguitas van parloteando: Joe fíjate, con la de curro que tengo, ay qué ver, pues yo aprovecho y fumo, oye y si nos vamos a comer (cada uno a su bola) hasta que PARÓN. Incredulidad, malestar. ¿Por qué no seguimos bajando? Nos apelotonamos. Se abre otra puerta de emergencia pero los que iban a salir no pueden: en la escalera ya no cabe ni un alfiler. Cinco minutos después descubrimos lo que ocurre: el siguiente tramo de escalera no ha bajado. VIVA. Otros cinco minutos y bajamos. No tenemos ni pajolera de lo que hay que hacer ni pa dónde ir. La ventaja, por otra parte, es que de haber un incendio, la primerita a la que espachurran contra el callejón sin salida es a mí, sí señor. No voy a sufrir mucho rato.

Qué segura me siento en esta empresa.

En fin.

martes, junio 10, 2008

¿Os acordáis de esta carta?

Weno, pues yo: ME CAGO EN TO LOS BANCOS, EN LOS CRÉDITOS DOCUMENTARIOS, ESTANDBAIS, CASH AGAINST DOCUMENTS Y EN TO LOS PAPELES QUE SIRVEN PA HACER PAGOS INTERNACIONALES, EN LOS DE ASISTENCIA AL USUARIO DE MI EMPRESA, EN EL ESCÁNER, EL FAX, EN EL SAP, EN LOS QUE INVENTARON EL PROGRAMA QUE SE USA PARA ARCHIVAR, EN EL QUE CONTRATA A LOS DE LA HELP DESK DEL OTRO CONTINENTE (¿¿¿ES QUE LES DAN A TODOS VALIUM ANTES DE ATENDER EL TELÉFONO O ES QUE LOS ESCOGEN SEGÚN EL GRADO DE DENSIDAD DE LA SANGRE Y CUANTO MÁS SE PARECE A LA HORCHATA, MÁS COBRAN???) EN EL QUE DISTRIBUYÓ LOS SITIOS EN MI DEPARTAMENTO (PANTALLA LINEA DIRECTA CON LA JEFATURA, OIGAN) EN EL LOGO DE MI EMPRESA Y EN LA MADRE QUE PARIÓ A PANEQUE.

Ojú, qué a gusto, oyes.

lunes, junio 09, 2008

Y en este mini bache he vuelto a comprobar lo de los amigos que lo son a ratos. ¿Por qué alguien que me nombra su "ángel de la guarda" y que me dice muchas otras cosas no llama en dos semanas para preguntar cómo estoy? Si la respuesta es porque yo siempre soy la fuerte, porque estoy cuando hago falta, porque soy divertida, porque han sido dos semanas muy estresantes o porque no se espera que un ángel de la guarda caiga... se pueden ir al carajo el 99% de la gente que conozco y que han sabido que estaba pasando una mala racha. Porque ser la que está todo el día dando palmas para que otro no caiga se hace por puro cariño, pero que el día que necesitas un guiño (¡y no más!) no esté esa persona para decirte que todo irá bien (¡y no más!), cansa. Mucho.

domingo, junio 08, 2008

Dicen que el cuélebre parla na más que en inglés
pero tá diendo a aprender a parlar del revés
pa nu entendése con nadie ni en chino ni en bable
sobren les palabres, que les palabres enreden
y tornen oscures les buenes idées.
Dicen que el cuélebre parla na más que en inglés...

Vuelvo de un minibajón que me ha tenido bloqueada algún tiempo. Y es que este post podría tener varios títulos, aunque mi favorito iba siendo este:

De Guatemala, Málaga, de la sartén y el fuego...

...a Guatepeor, Malagón, al fuego y caer en la brasas.

Pues eso: que el curro. Pero también es verdad que los compañeros no están mal y que el dinero en la cuenta ayuda mucho a tragar. Porque, como ando diciendo últimamente, lo malo de un curro que quieres conservar es que siempre hay un jefezucho con complejos sin resolver y que la mejor manera de conservarlo es tragarte el orgullo y empujarlo hacia adentro. Un asco, pero la vida es así de injusta.

El caso es que descubrir en menos de un mes que hay la misma mierda que en todas partes ha sido un palo. Porque ya sé que hay la misma mierda en todas partes pero, joder, normalmente lo sufro cuando ya llevo VARIOS MESES en un sitio, y no a las primeras de cambio. El jarro de agua fría me ha dejado la espalda tiesa y los dedos paralizados.

A veces verbalizar los pensamientos es como lanzar un bocadillo esponjoso que apunta hacia mí, quedando lo que viene a ser un personaje de tebeo que habla o piensa, pero en 3D. A veces sacarlos hace que pueda separarme un poco y contemplar el globo, darle la vuelta, rodearlo, ponerlo de uno u otro lado, tomar distancia o sacar la lupa.  Pero en otras ocasiones, el globo me molesta y se convierte en un recordatorio permanente que pincha y al que NECESITO apartar por un tiempo. En esos casos hablar de lo que cabrea o duele no sirve para hallarle solución, sino para que esté presente y me acabe amargando cada minuto del día. Y me niego también a ocupar espacio en el blog para hablar de cosas o personas que no merecen mi energía.

Pues eso: sobren les palabres, que les palabres enreden y tornen oscures les buenes idées.

Nota: La Danza del cuélebre me trae uno de esos flashes de infancia que parecen momentos totalmente irrelevantes pero que se quedan ahí prendidos. La canción, en bable, al pinchar sobre la cita. La letra, en español y asturiano, aquí.

miércoles, mayo 28, 2008

En la actualidad los consumidores españoles se encuentran prácticamente indefensos frente a los fraudes cometidos por supuestos curanderos, videntes, adivinadores y otros profesionales de los "servicios paranormales". La futura incorporación al Derecho español de la Directiva 2005/29/EC, relativa a las prácticas comerciales desleales, vendrá a paliar en parte esta situación. Solicitamos apoyos para medidas complementarias que garanticen al consumidor el no ser víctima de un fraude.[...]

Petición sobre el control del mercado de actividades esotéricas

No llevo ni dos semanas en el departamento cuando echan al primero. Ala, ahí es nada. Le han dicho que su perfil no encaja (oh, qué originales), él piensa que es porque ha estado de baja intermitentemente, yo estoy convencida de que es porque su verdadero nombre (cambiado al nacer) debe de ser Bocachancla.

Y es que a las empresas/jefes les gusta la gente que no hace ruido o, al menos, que no es conflictiva. Y este hace honor a su verdadero nombre como para que se lo borden en todas las camisas en Times New Roman 72: discute y discute y discute lo discutido (angelico), que eso es o no malo, pero cuando el que te está cortando el paso es tu jefe y ves que su vena del cuello más que vena parece un canelón o incluso canalón, CÁLLATE, bonito. Pues no, él erre que erre.

Pa acabarlo de arreglar, manda un mail a todos los compañeros poniendo a parir al jefe porque no le renuevan el contrato. Pero alma de cántaro ¿tú sabes la de vueltas que da la vida? ¿tú sabes en el entorno laboral lo que algo así por escrito te puede perjudicar? Yo le digo: Bocachancla, corazón, piensa las cosas antes de hacerlas. Pero no, yo soy así, me dice. Que, claro, es lo cómodo para no tener que usar la neurona, para ser un bocachancla y un descarado.

Va contando a voz en cuello que él pasa de todo, que es buena gente, que como él me está enseñando nadie lo hará, que no necesita el dinero para quedarse. Yo no sé. Me da miedo reconocerme en él y me reconozco, sólo que a mí los años me han calzado prudencia a base de hostias. Claro que yo jamás he llegado a ser ni la mitad de bocachancla, pero eso no quita que sienta cierta empatía. Y es que yo empatizo hasta con una zapatilla de cuadros, oiga, es una virtud y un defecto igualmente grandes, buenos y dañinos.

Porque lo malo no es lo que sea o no sea, es que el pobre dice lo que muchos piensan, pero decirlo es tabú. Y así funcionan las cosas. Le gusten o no. Las palabras diplomacia, mano izquierda o prudencia no forman parte de su diccionario. Y así le va, claro.

Voy a echarle de menos, sigh. Quién va a recibirme de vuelta del servicio soltando a pleno pulmón: BEREEEE YA TE VALE ESCAQUEÁNDOTE, QUE IBAS AL BAÑO Y HAS TARDAO UN CUARTO DE HORA (llevaba 3 días en la empresa).

Tsk, una pena, con la de juego que iba a dar.

Todos hemos tenido alguna vez un momento de esos en los que un olor o sabor te transporta FLASH durante unas décimas de segundo, a otro lugar y otro tiempo.

El olor de las cáscaras de plátano me lleva al patio del colegio de educación infantil donde pasé de los 2 a los 4 años.

El de los eucaliptos, a la tierra marrón, pucheritos de lata, semillas de una planta que hacían de garbanzos, la tapia de las locas.

Ay amor, de Victor Manuel, me convierte en una niña con una mini portada de cartón reproducción exacta del single, que contiene un disco de chicle (con sus surcos y todo) y se me viene el sabor de fresa a la boca.

Un aroma particular de un ambientador que hace años que no he vuelto a encontrar: tengo 5 años, mi padre ha llevado el coche a una estación de servicio para que se lo laven. Me gusta MUCHO entrar en el túnel de lavado: los rodillos tienen largas tiras rojas y blancas. Es de noche. Le regalan a mi padre un ambientador: es un semáforo en el que las luces contienen líquido.

Flamboyant, de Pet Shop Boys me lleva, muy a mi pesar, por un polígono industrial, de vuelta a casa, con los ojos llenos de lágrimas y un coche demasiado veloz y caro. El sabor del Trident de fresa como un estallido en el paladar.

El olor de una colonia de hombre que mucho me temo que ha dejado de fabricarse. Tengo 11 años y un libro de inglés prestado delante. Me estudio la lista del vocabulario.

La guía del autoestopista galáctico: desnuda bajo las sábanas, me duele, me duele. Espero mi turno para el quirófano. Quiero que todo pase.

Piece of me, de Britney Spears: me bajo del autobús para entrar en mi nuevo trabajo.

 

Me gustaría que me contáseis vuestras pequeñas regresiones, esas mini máquinas del tiempo que sólo funcionan hacia atrás.

martes, mayo 27, 2008

Esto de ser un manojo de hormonas y sinapsis químicas es un asco. Porque nos creemos con libre albedrío pero que me aspen si eso es cierto. No sé quién soy ni hasta qué punto. No sé qué soy porque se combinaron así mis genes, qué es producto de mi estricta educación, qué traumas me manejan, qué zanahorias me pusieron delante que ahora me siguen haciendo caminar. No sé si estoy contenta por la luz y su efecto en mi cerebro, si son las endorfinas, si el amor es verdad o una imposición del instinto.

Y es que se abre la primera flor y ahí estaba, escondido, un Descartes como otro cualquiera, como todos los años, saltándote al cuello. Un poco más allá surgen los Sócrates a manojos de sólo-sé-que-no-se-nadas.

Por dios, qué sinvivir.

domingo, mayo 25, 2008

Hay cambios que apetecen mucho y otros que, quizás por venir sin quererlos, cuestan más.

Cuando supe que iba a quedarme sin coche y a empezar a usar el transporte público buf. Con lo que me gusta a mí ir cantando a grito pelao en el coche. Y no soy de las que se mosquean en los atascos: no me importan.

Sin embargo, he recuperado otro: ir sentadita con los ojos cerrados, totalmente sumergida en la música. Una pena que no me dé tiempo a escribir en los trayectos que hago, si no, publicaría a diario.

viernes, mayo 23, 2008

Pues nada, que como te toque de compañero alguno con nombre de canción, jodido vas.

De donde vengo era Marcial (tu eres el más grandeeee) y ya toa la santa mañana con el pasodoble de las narices metido en la cabeza. También hubo un tiempo que me pasaba el día cantando "Ay Felipe de mi vidaaaaa", afortunadamente, después de dos años, se me pasó.

Ahora tengo un compañero que se llama Antón, cagonlalechejodida.

Pues eso, a atender mi juego.

miércoles, mayo 21, 2008

Hoy está siendo un día raro. No sé si será que el dolor de cabeza casi permanente que he tenido desde media mañana me ha hecho observar las cosas desde otro ángulo. Cierto es que las conversaciones en tono un poco más agudo o alto me producían un dolor estrellado a la altura de los oídos y los arcos ciliares; el caso es que me parecía ser hipersensible a determinadas frecuencias. Y claro, como bien decía Miguelito el de Mafalda, lo malo de tener las orejas puestas es que te arriesgas a oír estupideces.

A la hora de la comida no me ha hecho falta sacar el periódico. A escasos metros, dos hablaban de lo divino y lo humano. La conversación parecía una mezcla entre la de dos adolescentes describiendo su "yo interior" para ligar, la típica de la consulta de un psicólogo y la recurrente en las telenovelas basura. "Yo te noto cambiado, has sufrido una involución (?)". "La vida es un todo que no se puede detener" y otras lindezas por el estilo. Lo malo es que eran dos tíos que parecían ignorar que con ese tono de voz lo estaban cantando a los cuatro vientos y que a los demás el culebrón nos importaba tres pitos. En fin.

Al volver a casa ha tocado señora con voz de pito hiriente. Cómo se puede tener esa capacidad para hacer que el sonido duela y llegue a cada rincón del autobús no por volumen sino por poder colarse por cada requicio, hueco, como si de la voz de un muñeco manejado por su ventrílocuo fuera.

Después estaban los de atrás. Que sí papito, que sí amor. Una pareja de lo más raro. Él feliz, dándoselas de hombre de mundo pero un borrico, con una voz como si fuera tapándose la nariz o como suenan algunos cómicos cuando imitan a gente de poco entendimiento. Ella, sudamericana, pintada como una puerta, educada, dándole la razón en todo, con voz cansada de tanto oír tonterías, mezclando el tú con el usted. Y él diciéndole cosas como: no, mi reina, aquí se hace lo que tú digas.

Yo no sé si ha sido la casualidad o el dolor de cabeza que me ha agudizado los sentidos pero vaya tela de día con conversaciones no deseadas que he tenido que aguantar sí o sí.

De verdad que a veces desearía poder desactivarme los oídos.

domingo, mayo 18, 2008

Supongo que sois muchos los que sabéis que los cuentos tradicionales que conocemos son versiones edulcoradas de los originales. Como el tema siempre me ha atraído, tengo un libro de estas versiones que, por lo general, suelen ser mucho más crueles e incluyen elementos tales como el incesto (Piel de Asno) la pederastia o el canibalismo (Hansel y Gretel) con la misma naturalidad con la que hablan de pucheros de lentejas o gatos parlantes.

Curioseando por ahí me he encontrado un artículo interesantísimo: variantes sobre la versión original de Caperucita. Pa ponerle los pelos de punta al más pintao. Las pesadillas de Freddy Krueger, una mielda asín de grande al lado de estos cuentos. Brrr.

Pasen y lean: El cuento de la Abuela y otras hermanas orales de Caperucita.

viernes, mayo 16, 2008

Que estoy hasta el parrus de lluvia hostiayajodercoññññññio.

Y hablando de chirris, conozco a alguien que le llama "el nini" y no consigo acordarme de quién. No llega a la altura del "tesorito" de mi amiga de infancia Fina, pero suena la mar de mono-divertido-tontín. Y tengo más, pero mejor lo dejo.

P.D.: Y por 25 chochazos, díganme nombres que se le pueden dar al órgano sexual femenino, como por ejemplo: parrus, un dos tres, responda otra vez.

¿la muñeca más fea del mundo? No, las he visto peores. No se puede negar, sin embargo, que esta da una grima... No, no es que en la foto los pies no salgan porque están cortados, es que su cabeza es así de desproporcionada con el resto del cuerpo.

Nunca he entendido quién puede comprar o a quién le pueden hacer gracia algunas muñecas que para mí no es que sean más o menos bonitas, es que me parecen absolutamente abominables, respulsivas, insoportables de ver. Bueeegggg.

Hoy he vuelto a pasar por delante del escaparate donde la exhiben. Sé que parece mentira pero es AÚN MÁS HORROROSA de lo que sale en la foto. A lo mejor porque junto a otras muñecas de comunión se ve que es rechoncha como si la hubiesen metido en una prensa, con los rasgos deformes de puro apretar la cabeza y los pies hasta encogerla.

lunes, mayo 12, 2008

Ya llevo unas semanitas en el nuevo curro y, oye, menuda empresa, tú. Tan enormísima que sólo pa que te pongan en marcha el pc y las aplicaciones que utilizas, tienes que mandar mails a chofocientos departamentos distintos. Uno te da de alta en red, otro en la aplicación PAP, otro te da los permisos para acceder a distintas partes del PAP, otro fue a por leña, otro puso la sal... El caso es que yo no veo el huevo por ninguna parte.

Ej. de intercambio de correos:

 25/04/08

De: Bere

CC: La jefa-de-la-mesa-pegajosa-de-café

A: Dept. de Dondonglios

Hola,

Acabo de incorporarme hace poco y me es imprescindible el uso del programa Dondonglios. Mi superior solicitó el alta hace un par de semanas. Sirva este aviso como recordatorio, os agradecería que fuese lo antes posible ya que sin él no puedo empezar a trabajar.

Gracias,

Un saludo,

 30/04/08

De: Dept. de Dondonglios

A: Bere

Estimado usurio,

Debe dirigirse al departamento de Dondonglios Enervados con copia a su jefe y superiores solicitando permiso para abrir la incidencia.

Fdo: Dpto. de Dongonglios A Secas.

Y así seguimos a 12 de mayo: que oiga que no me funciona el fuckmi-comiuniqueitor. Que oiga que no somos nosotros. ¿Ah, pero no son ustedes el departamento de fuckmi-cominuniqueitor? No, no, somos el de fuckyu-comiuniqueitor-porculeitor. Ah, bueno, pues ya llamo al otro SIESO, digo, si eso...

Y esto, cuando te contestan porque ¿os he mencionado que la mitad de departamentos de atención al usuario se encuentra en OTRO CONTINENTE? ¿Y que cuando en Madrid son las 9 de la mañana allí son las tantas de la madrugada? (Mñññbs... días...depatamento de DondongliosssszzzZZZzzz... GRUMPF! Digame?)

Escribirles es desesperante pero llamarles ya... entre las diferencias del idioma, entre que los pobres míos están fritos y que si la abuela fuma... un puto desastre.

Hoy he recibido un mail de alguien que conozco que tiene acceso a una de las aplicaciones que registran las aperturas que hacen de las incidencias. Me ha mandado dos registros. Pa muestra, dos botones (y juro por esnupi que son TOTALMENTE CIERTAS):

 

La Incidencia nº #### ha sido registrada.
Título / Title:

problemas de sincorizccion con el movil

Descripción / Description
solcitia asitencia para sinscronizar el correo con el movil.
tel: ####

 

La Incidencia nº #### ha sido registrada.
Título / Title:

problemas con el porttil

Descripción / Description
problremas con el protatil al inciar sesion se queda tildado pensandoo, y no termina de ejecutar
inv: ######
solicitg aasistencia

 

¡¡¡Socorro!!!

 

P.D.: Ni que decir tiene que sigo sin poder usar ni el programa Dondonglios ni el fuckmi-communiqueitor, ni he tenido disco de red hasta hace dos días, pero ahora, además, me da miedito llamar: no sea que me desconfiguren el secador de pelo, y eso que lo tengo en casa.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
Free Blogger Templates

BLOGGER