miércoles, agosto 25, 2010

 

A R. le gustaría poder decir: te seguiré a todas partes, siempre estaré contigo. Pero le mentiría. Y lo haría adrede, sólo para conseguir su atención momentánea. La criatura egoísta y posesiva que duerme dentro es capaz de prometer la luna para olvidarse a los diez minutos. No sería la primera vez.

Querría decirle: cuenta conmigo y el tiempo no importa. Como le había dicho antes. O como lo inventó.

Y no.

No se pone trascendente, es que no hay más.

Pues claro que le duele.

R. guardará en el álbum común secreto, ese que sólo R. tiene, los abrazos que nunca fueron, la canción que se ha mordido, las fotos por partes donde sólo se les ve a trozos. Hasta que sólo sean hojas de papel.

domingo, agosto 22, 2010

 

Qué escalofrío cuando me dicen que me entienden, que se identifican conmigo, que somos almas gemelas. Qué grima.

Y me juzgan y se apropian de una identidad que me inventan.

Porque dan razones y yo los miro y no sólo no nos parecemos sino que son de lo que no comparto y de lo que no participo.

Y ese “yo te conozco y te entiendo” es una tira de cuero mojada que se aprieta alrededor de mi cuello. Y que hay que cortar. ¿De qué me conoces?

El colmo es cuando no bailas a su son y se ofenden.

Cosas que pasan. Gente que no sabe poner límites ni respetarlos. Gente en otra onda y con otra forma de aprehender el mundo, de entender las palabras. ¿Iluminados, sedientos de fe, imbéciles, cándidos, ansiosos de identidad o analfabetos funcionales?

sábado, agosto 21, 2010

La chica se sienta en postura relajada en la silla de al lado y toquetea con la mirada todo lo que hay sobre la mesa de Q. Tiene el pelo largo y lacio, como a él le gusta, la voz suave y firme, la piel blanquísima y una sonrisa cargada de todo lo que desea que le prometan.

Y de ahí ya no hay freno. Una vez pasado el punto de no retorno, que llega al día siguiente, Q. ya no puede seguir trabajando.

Con el tiempo, la empresa decide desprenderse de esa letra a la que ya no le cunde el tiempo.

La chica se sienta en postura relajada en la silla y toquetea con la mirada todo lo que hay sobre su mesa, que antes fue la de Q, contemplando su nuevo territorio.

viernes, agosto 20, 2010

 

Mazazo cuando menos me lo espero y donde más me duele. Joderjoderjoder, esto no tendría que ocurrir. Y el golpe es como una patada al avispero de mis fantasmas que con una sola voz me intentan arrastrar hacia el pozo. Ese que tan bien conozco y al que no quiero volver.

No aprendo ¿eh?

Mañana será otro día, supongo. Necesito airearme para que las ideas negras se las lleve el viento o las queme el sol.

Mañana será otro día.

jueves, agosto 19, 2010

 

A P. le han regalado un secreto, pequeñito y corazón azucarado. Lo toca suavemente con un dedo, no vaya a hacer ¡pif! y se deshaga en mil gotitas de luz.

Un secreto suave y rojo.

P. lo acuna en la palma de la mano, lo observa y escucha cómo suena. Lo huele, y unas veces es una brisa entre la hierba y otras agua de lluvia.

Susurra que los días se dan la vuelta como un guante y los relojes van a saltos. Y en eso consiste.

El secreto tiene conciencia de todo esto y es un poco feliz.

P. es sorprendentemente feliz cuando lo mira.

miércoles, agosto 18, 2010

It's a new dawn
It's a new day
It's a new life
For me...
And I'm feeling good

Pues eso.

domingo, agosto 15, 2010

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Antes de venir a Madrid ya conocía la estatua del ángel caído. Y me moría por verla.

Fue una de las primeras cosas que visité y a ella he vuelto de cuando en cuando, siempre con la canción de Danza Invisible entre dientes.

Al saber que era el punto de encuentro, no pude evitar sonreír y pensar que aquello parecía una señal. Hacía años que no la veía. Y me hace tanto bien como entonces. No sé por qué.

¿Por qué hay objetos o lugares que te remueven por dentro como si alguien te hubiese llenado el cerebro de granitos de arroz y chaka chaka chaka?

:-)

jueves, agosto 12, 2010

 

Suerte que la tengo a ella en casa para ver algo vivo que no está en una pantalla. Le cambio el agua, la llamo “tontalhaba”, la saco de detrás de la tele, le limpio las legañas (es pequeñita aún) y la rasco mientras le hablo suavito hasta que el runrun es tan fuerte que nos quedamos amodorradas.

Y así hasta que recuerdo, bruscamente, que tengo alergia al pelo de gato. Tan bruscamente que creo que se me van a salir los ojos del primer estornudo mientras el bicho salta como un metro sobre el suelo, toda uñas, gato de veleta, lomo arqueado, orejas hacia atrás y boca abierta.

En fin, fue bonito mientras duró.

Snif.

Y aquí viene otra vez :-)

miércoles, agosto 11, 2010

 

Mentiras como ¿qué?

Mi descubrimiento del día (que últimamente estoy que lo tiro, hoygan) es que no todo el mundo tiene que entenderme. Ni el momento en el es estoy ni lo que he decidido. No todo el mundo tiene que entenderme y no tengo por qué hacerme entender.

Qué liberación.

martes, agosto 10, 2010

 

Corte, distancia y medida.

Corte con lo que queremos apartar, con lo que nos hace daño, con lo que nos lastra.

Distancia con lo que hemos cortado, para evitar el desgaste y la recaída.

Medida, para poner un límite, como el corte y la distancia. Medida para abandonar una vida de excesos en demasiados campos, que se acaba asfixiando a sí misma.

Comprendo que nunca he sido capaz de llevar a cabo ninguna de las tres acciones anteriores. Y son tan tontas, y parecen tan fáciles.

Y esto es lo que estoy aprendiendo.

Y me va bien.

lunes, agosto 09, 2010

 

Vuelvo a tener gato, temporalmente. Es pequeñita, blanca, negra y gris. Se llama Wanda y es suave como sólo lo puede ser un gato.

La vecina me ha dejado las llaves de su casa para que le dé de comer y le cambie la arena durante dos semanas.

Y cuando he llegado del curro he cogido todos sus bártulos y me la he traído a casa.

:-)

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
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