sábado, octubre 30, 2010

 

Yo no sufro en silencio, para qué negarlo. Hablando en plata: tengo una hemorroide que me está amargando la vida y a la que le estoy cogiendo hasta cariño (mentira, pero bueno, el que no se consuela es porque no quiere). Tanto tiempo me lleva acompañando y tanta relevancia ha tenido la puñetera que hasta le he puesto nombre: Remedios.

Apareció un día y ahí se ha quedado. Y tan rebelde es que al segundo día ya estaba yo en urgencias, alardeando de ella. El diagnóstico del médico (al que, al parecer, debían de descontarle del sueldo cada palabra de más que dijera) fue claro: PUES SÍ QUE LA TIENES MAL, SÍ.

(No, hombre, qué la voy a tener mal, si yo vengo a urgencias por deporte, no te jode, y para enseñar el culo, que también tiene derecho a ver mundo).

Ahora viene la enfermera, y va y se pira.

Y la enfermera, otra que tal baila, viene con una inyección de Voltarén y una gasa húmeda con algo que parecen cristalitos para que empape bien a Remedios. Es azúcar, me dice. ¿Pero azúcar, azúcar?, le digo. Azúcar, azúcar, me contesta. Y a punto de arrancarme por Celia Cruz, abro la boca para hablar pero se pira y nos deja, a Remedios, a mí y al trapito con el azúcar-azúcar, solos.

Después de tres meses a dieta estricta sin que un sólo grano de azúcar me haya rozado los labios, el cuerpo se me ha rebelado, maldito traidor. En aquel box de urgencias, Remedios extendió sus bracitos y debió de pensar ¡ESTO ES JAUJA, YIPI JEI! porque desde entonces ahí está, con la cabecita esperanzada y los apéndices fuera, esperando a ver si le doy más alpiste.

Total, que ya no sé si ponerme Hemoal o meterme un donut por el culo.

En fin. Seguiremos informando (Remedios y yo) desde la retaguardia.

martes, octubre 26, 2010

 

Querida R.

Qué encuentro tan inesperado. Sobreponerme a él ha sido más fácil de lo que podría pensar. También he notado que me ponía un poco blanda: nada que la determinación no pueda inhibir. He sacado la careta de aquí no pasa nada, la de la sonrisa falsa y la verborrea. Magnifica careta, por cierto.

Pero que conste que no te he sonreído: eso era enseñar los dientes.

Que te vaya bien.

B.

domingo, octubre 24, 2010

 

El viernes por la mañana algo hizo click en mi cabeza y me reconcilié con el mundo. No es que plop desaparecieran mis preocupaciones, es que se me levantó el velo negro. Cosas de la mente que no acabo de entender. Fueron los Bee Gees, que saltaron inesperadamente de un cd sin rotular, con sus voces agudísimas y el culillo prieto meneándose al compás. Deberías estar bailando, decían, .

¿Y por qué no? Se desdibujó la Castellana y sin cerrar los ojos pude ver la pista, las luces, la bola de espejos. Y sentirme Tony Manero, ese chulo de poca monta que en ese justo momento es el REY, así con mayúsculas, de la discoteca. Controlando tiempo y espacio. Dominando el Universo. Esa mierda de universo pequeñito que en su cabeza es como un triunfo.

 

 

Vamos, que me faltó soltar el volante y poner posturita de “Soy una tetera”. Una pena que el techo no me diera para hacerlo y las inexistentes ganas de piñarme y provocar un accidente múltiple, tampoco. Llegué al algodonal y seguí con la canción para pasar después a esta otra que tengo asociada a la anterior. Quizás porque el prota de la peli también es Travolta o porque, en aquellos lejanos 70 (78, concretamente) sonaban a la par las bandas sonoras de Fiebre del Sábado Noche y Grease en toooooodas partes.

 

El caso es que me gustan a rabiar.

Total, que me pasé la mañana picando pedidos a ritmo setentero.

De donde he sacado dos ideas:

1. John Travolta como chulo discotequero no tiene precio y tiene su aquél (30 años después, lo veo). ¿Por qué a la mayoría de las mujeres nos tiran los chulos despreciables?

2. Tengo que volver a ver ambas películas.

miércoles, octubre 20, 2010

 

Querida B.

No se lo cuentes a nadie, pero se jodió el Zen. He mirado en los cajones, en los armarios, en la cocina: no hay repuesto. NO-PUE-DE-SER. Pues sí. La hemos fastidiado y de qué forma.

Como en el cuartito del corazón no se ve un carajo, ni te cuento la de cardenales. Que si un golpe en la espinilla, que si un picaporte en la espalda.

O encontramos la puta ventana o esto va muy mal. Buscar a tientas sus contornos va dejando los dedos que ni te cuento.

¿Podrías darte una vuelta por los chinos cuando vuelvas a casa? Tráete un Zen así redondo, de casco grueso. Sí, el que había era algo tosco pero, joder, alumbraba, alumbraba. Hasta daba para bordar soles y vaquitas de esas que se ven en los anuncios.

Es algo urgente, pero comprendo que, por ahora, tardarás en volver. Te espero aquí sentada, en la oscuridad, canturreando y contando ovejas.

UNA.

martes, octubre 19, 2010

 

Querida R.

Tengo que agradecerte que tu actitud haya sido como una hostia con la mano abierta. Es una forma de hablar, en realidad lo que quiero es decirte que te jodan.

Estoy TAN enfadada por confiar en ti y darte el poder de  que me duela tanto tanto tanto. Estoy TAN enfadada conmigo.

Espero no verte más.

Ah, y que te jodan.

Atentamente,

B.

lunes, octubre 18, 2010

 

Estoy buscando un perfume. Porque me gusta tener uno sólo y no usar otro durante un tiempo. Lo malo es que mi pasión por él no va más allá del año. Y ahí se quedan siempre los últimos botes que me regalaron o me compré. De pronto su olor me cansa, me aburre y luego me acaba agobiando y asfixiando. Alguno, como el caso de Tous (las dos que tenía hace unos años, no sé si ahora ha sacado otras versiones) ahora se me hace IN-SO-POR-TA-BLE.

En la estantería del baño cogen polvo:

Y la propuesta chorra del día es: ¿podríais recomendarme un perfume? ¿por qué ese precisamente? ¿cómo lo describiríais?

Anotaciones: nada de color azul (todas me huelen igual, como a colonia de hombre pero de las que no me gustan) y nombre marino. Nada con la palabra “limón” ni “fresco”, ni de color verde: no soporto los aromas cítricos. Tampoco me gustan los olores a comida (no me gusta que la gente huela a flan, a chocolate o a fresa). Y, por dios, que nadie me recomiende esa porquería de caja naranja que olía a pachulí y que en los ochenta y noventa se hizo famosa por llevar feromonas (ésta).

Gracias mil.

domingo, octubre 17, 2010

 

Manda narices que me encuentre una antigua compañera de cole en Facebook y me mande besos. La jodíaporculo, con la de putadas que me hizo. La vaca-burra celosa que me humillaba siempre que podía y nos ganaba a todos por tamaño, peso y poca vergüenza. Que qué alegría verme, mari, que qué es de mi vida, que besos. Primera impresión: PEROQUÉMESTÁSCONTANDO. Segunda: hay que ver, la vida (y otros tópicos). Y sonreír. Incluso le he explicado por mail cómo cambiarse el nombre, que su hijo le había hecho la jugarreta de cambiárselo por uno falso.

Día de reencuentros.

Mi vecino, ese con el que intercambiaba cromos de Mazinger y que una vez me los ganó todos (menudo disgustazo), que se pasaba el día chinchándome porque, para tocanarices, él. Que era el más listo, el más todo. Ese gesto suyo nervioso de morderse los pellejitos de los dedos, moreno de piel, renegrío, como decía mi madre. Ese con el que pasé la varicela jugando a que su Madelman se iba a la guerra en el Jeep mientras mi Barbie hacía la comida. De nombre compuesto que sería una buena combinación para que un futuro hijo mío llevase el nombre de mi padre y el del jevi, si no fuera porque no podría quitarme de la cabeza la mezcla de fascinación (que para eso era muy listo y era mayor) y rabia (pedante y tocapelotas hasta la náusea) que sentía por él.  Bueno, pues a ese también lo he encontrado en Facebook. Y de ahí a su página de fotos, que es fotógrafo. Y en su página, una sección llamada “Gente”. Cómo cambian los años a las personas, qué sensación tan rara verlo a los cuarenta y tantos, con toda la cara de su madre y los gestos de su padre. Con esos kilos extraños para aquel niño encanijao, todo piel y huesos. Fotos de la abuela paterna (emoción, que yo la quería mucho), sus hijos (ain qué monos) y una instantánea suya desnudo, mirándose al espejo, con un cinturón de pinchos, con el nardo al pairo y no en posición de reposo, precisamente.

Grima.

Trauma.

Creo que voy a cerrarme la cuenta.

sábado, octubre 16, 2010

Llevo unos días con una frase en la cabeza que sé que es de una canción. Y la he encontrado gracias a Google, cómo no. It’s been a while since… Y ya no recordaba más.

¿Cómo se traduciría eso? ¿Hace algún tiempo que…?

Hace algún tiempo que voy cambiando de nombre y de piel. Intentando esconder lo que se me escapa por cada poro. Sin éxito. En realidad hace MUCHO tiempo.

Miro hacia atrás y ni ese cambio ni el de ciudades ha procurado un alivio más allá de los meses.

Hace algún tiempo que vuelvo la cabeza y ya no sé quién soy.

Porque sigo siendo el mismo fracaso.

Y recuerdo el post de una amiga sobre los recuerdos. Y quiero borrarlos, quiero esa pastilla. Porque no aprendo de lo vivido, más bien guardo el rencor inservible que me ancla y me lastra.

Cada nuevo momento de redescubrir el pasado es un shock, un mal sabor de boca, un replanteamiento del presente. Un asco, vaya.

jueves, octubre 14, 2010

 

Se acabó el verano y ya no tengo dónde esconderme. Ha llegado un otoño lento y marrón que lo está llenando todo de hojas, y por tanto, ha dejado sin espacio apenas el salón blanco y helado.

Ahora hay demasiado ruido, demasiado polvo. Nos apelotonamos como frutos caídos. Mi voz se pierde, acolchada.

Ya no brilla en mitad del espacio, como este verano.

He perdido a los otros, estamos demasiado lejos.

Habrá que aprender a vivir hasta el invierno y luego, marcharse.

Llorar por la leche derramada no sirve de nada.

miércoles, octubre 13, 2010

 

I

Tengo frío. Tengo frío cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando camino o estoy quieta. Me abrigo y no se va.

Me nace de alguna parte que no veo pero que sé que es como una araña de patas imposiblemente largas y que en cualquier momento podría cerrarse como un puño sobre mi corazón. O sobre un codo, quién te dice. Pero está escondida dentro.

Un agua fría recorre los laberintos y ralentiza el pensamiento. Estoy enfadada. Con el mundo y sus demonios o, al menos, con los que llevo en los bolsillos.

Estoy cansada. Estoy cansada cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando camino o estoy quieta. Duermo y no se va.

***

II

Esta noche he vuelto a soñar contigo. Pero esta vez ya no me quedaban lágrimas. Hacía el gesto, pero nada. Te he gritado a la cara todo lo que me debes (estúpida de mí). Todo lo que me ha estado faltando y lo que no me has dejado darte. Y tú mirabas a otro lado, tan lejos en ese mundo en el que no me quieres más y que yo imagino lleno de vidas distintas a las que llevábamos en paralelo. Después de esto ya no me debes nada, supongo. Sorpresa. Y cada sueño duele menos. Y eso debe de ser bueno, supongo.

***

III

A raíz de este estado de cabreo simiesco e irritabilidad insoportable que me aplana y deja hundida, Callate la boca y seguí remando, me han dicho hoy.

Parecés un niño enfadado, me ha dicho otra persona. Me he mirado desde arriba y lo he visto. PAUSA. Estallido. Y ahí hemos reído y llorado al mismo tiempo. Bueno, esto último yo. Cosas de soltar nudos de forma inesperada.

Y después de reconocer que quería patear al mundo, he descubierto, así como por casualidad, que ya no me hace falta.

***

Es un poco más fácil: abrigarme, tomar hierro, dejar ir. No volver a acercarme a los pozos. Al menos, por ahora.

sábado, octubre 09, 2010

 

Seis meses ha currado Perlita. Demasiados, según TODOS. No sabemos por qué motivo.

Si lo que conté en su momento sonaba sorprendente, no lo ha sido menos su labor en la empresa y sus costumbres. Ha llegado tarde, entre media hora y hora y media, todos y cada uno de los días. Por supuesto, se ha marchado a su hora en punto o antes. Ha escondido trabajo para no hacerlo y, al encontrarlo los compañeros, ha negado tenerlo o saber que era su responsabilidad. Ha dejado de hacer cosas que se le han recordado cada día y, al pedirle explicaciones, ha negado que nadie se lo hubiera dicho. Al pillarla en un renuncio, ha apelado a su jefe (de vacaciones) y ha tenido que salir la jefa jefaza a cantarle las cuarenta por querer marcharse dos horas antes de la hora de salida porque “no sabía” que un viernes de cada mes hay que echarlas para compensar el horario que luego ha tenido en verano (siete meses llevaba en la empresa, ejem). Ha armado tal desbarajuste y ha fastidiado tanto a sus colegas de pool que aquello es un caos de atascos que ni echando horas todos se está consiguiendo despejar después de una semana de su marcha. Y sigue saliendo mierda. Mierda que ya todos sabían y alertaban de que se estaba generando.

Se le han dado toques por activa y por pasiva, se le ha avisado. Se le ha explicado con pelos y señales por qué debía hacer determinadas cosas. Su jefe (UN SANTO) la ha defendido hasta que ha visto derrumbarse al departamento porque “a algunas personas les cuesta más aprender y hay que darle a todos una oportunidad”. Ha recibido más formación que toda la empresa junta.

Y aún viene una amiga suya a pedir explicaciones por el injustificadísimo despido que ha sufrido.

En fin.

viernes, octubre 08, 2010

 

Le prometo a Minibere, noche sí, noche también, que me acostaré un ratito a su lado. Y el jevi me avisa para que me despierte y vuelva a la cama. Y yo me hago la remolona.

Porque no hay sitio donde sea tan feliz como pegadita a ella, conteniéndola en mí misma, con la cabeza apoyada en mi antebrazo, los pies pegaditos a mis muslos y el culete a mi vientre. Con la nariz hundida en su pelo, oliendo sus tres años tiernos y soñando la música de su respiración.

Hija, te quiero tó, le susurro.

Buenas noches, me voy con ella.

jueves, octubre 07, 2010

 

R. me ha preguntado si le cuento a alguien todo lo malo. Y siempre queda algo. Que si lo escribo, me pregunta. Me quedo pensando: no.

Y caigo en la cuenta de que se me ha quedado estrecho el nombre del blog, porque ya no estoy desatada. O bueno, en cierto modo sí, pero porque me salí del corsé de la depresión y represión que representó el primero.

Tengo amigos que me leen. Sólo una persona de las que me leen me conoce de antes de abrir el blog (no ya este, sino el primero). Los demás, me han conocido después de leerme.

Y claro, te vas callando cosas que no puedes decir. No porque tenga que ver con ellos sino porque no, porque con qué cara luego, porque la vergüenza, porque esto es estúpido, porque.

De todos modos, tengo la sorprendente y útil capacidad de abstraerme hasta olvidarlo en ocasiones. Y luego releo lo publicado o me sacan el tema y me muero mucho.

Y así voy escribiendo. :-)

domingo, octubre 03, 2010

 

¿Por qué ir a clases de ejercicio físico (me da igual si es gimnasia, column gym, aerobic o tocamiento de genitales en común… bueno… igual esto último no) con el pelo suelto cuando tienes una melena por debajo del hombro, monísima de la muerte?

Mi no entender. Y ya está.

A lo mejor soy demasiado descuidada al vestir, demasiado perra y comodona… en todo caso lo que no soy es estúpidamente presumida. Y ya está, las cosas por su nombre. Por supuesto que me gusta que se me vea mona ¿a quién no? Pero soy más práctica que otra cosa. Y si voy a sudar o a tirarme por el suelo, no voy a ir dando melenazos por muy bueno que esté el monitor/profe/instructor. Ni maquillada como una puerta, ni con la camiseta tan ajustada que parezca que me he enfundado un condón y no pueda moverme libremente.

Lo gracioso es que, precisamente, las que son guapas de verdad, no hacen tanto el tonto (al menos, allí donde voy yo).

Y luego están las que pasan de todo y van a lo suyo, del montón. Con coleta o el pelo corto, ropa cómoda y zapatillas de toda la vida (no ultrafashion señorita lelly kelly): es decir,  gente de mi especie. Menos mal que hay más así, que ya pensaría una que el personal se ha vuelto loco.

En fin, que no lo entiendo (¿lo había dicho ya?)

sábado, octubre 02, 2010

 

image

Algunos años ya por aquí conociendo y desconociendo a gente, muy de vuelta, sin grandes emociones porque ya he vivido muchas cosas buenas y malas. Desencantada pero con ese cariño de matrimonio mayor, necesario pero insustancial, así es esto para mí. Me han odiado, amado, perseguido, adorado, mentido, cuidado, difamado, agobiado, querido, puteado, pero nunca me habían dado un premio en la blogosfera. (La blogosfera, como si fuese un mundo que se ha puesto de acuerdo para darme el Nobel). No, nada de eso. No engancho, no soy especialmente divertida, ni tengo una prosa poética buena, ni sigo una línea lógica, ni… ni… Pero es un premio que me pasa Gordi. Y por eso me importa.

Que durante unos segundos llegas a pensar que hay otra Bereni-C por ahí o que la pobre Gordi se ha confundido y me atribuye adjetivos que de ninguna manera. Vamos, que no. Es lo que tiene haberse considerado un fracaso toda la vida o ser gilipollas.

Pero me ha gustado, me hace sonreír. Vamos, que estoy encantada.

Gracias, flor :-D

Por cierto, que mi blog es NA-RAN-JA. Y tiene una razón para serlo. :-)

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Y ahora, supuestamente, debería hacer esto:

  • Guardar la imagen y postearla en tu blog.
  • Pasa este premio a 12 bloggers (...creo que no llegan a 4 los que leo habitualmente)
  • Pon un link a los nominados (pff bueeno, vaaale)
  • Haz saber a los nominados que han recibido este premio comentando en sus blogs (dios, QUÉ PEREZÓN)
  • Comparte tu aprecio y pon un link al blog de la persona de la que recibiste este premio (Gordi, te ailoviu, ya lo sabes)

Y en cuanto al segundo punto… que quién soy yo para dar premios. Ya ya, sonará fatal, y eso. Que más que “conceder un premio” se trata de decir “me gusta tu blog, me gusta lo que escribes”. Ah, bueno, si es así… :-)

Claro, que no me veo yo regalando una foto con una florecilla a un bloguero que publica artículos sobre escepticismo y denuncia de timos macgufos (o como se escriba). Y tantos blogs que adoro pero en los que ya sus dueños no escriben… Ni van a seguir el “meme” este raro ni van a leer esto. Qué hacer… qué hacer…

He hecho ya tantas veces lo de dedicar cosas y poner enlaces que, lo siento, es una repetición de lo mismo y ya no tiene sentido. Así es que una lista de nombres mezclando blogs con nicks y ya. Deyector (alias, el jevi), La mujer tirita, Lorzagirl, Wardog, Ynosek, Por sus mechas que lo hizo, Fle, coco, La bruja naranja, La mujer biónica, Gacela. A los que ya no publicáis ¡os echo mucho de menos! A los que sí: abrir un post vuestro nuevo es siempre un placer por lo que me gusta leerlos. A los que ya he citado en otras ocasiones, querido y dicho todo lo bueno que siento hacia ellos: dicho está. Y seguro que se me olvida alguien, esto de ser el alter ego de Dori es una puta mierda, lo que yo os diga.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
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