domingo, junio 15, 2008
Escribo escribo escribo. Lana negra.
Y luego releo, pero me suena a llantina. Porque cuando te duele, te duele. Pero es como cuando vas oyendo música con auriculares y te pones a bailar en el metro. Tú estás en una burbuja de ritmo que te hace vibrar; el resto del universo observa de reojo como un moñas se mueve de forma espasmódica (pero intentando disimular) y punto.
Me guardo la lana negra. Pero claro, pasan los días y siento que he soltado lastre. Y cuando hilo ya en colores me doy cuenta de que ha pasado un tiempo que, para el blog, es un tiempo en blanco (en negro).
Pero es lo que hay.
Un día de estos me hago un jersey con lo que guardo.
¡Vaya! Debe de ser un virus porque andamos muchas igual.
da igual cada dos, tres, cuatro o los días que sean ... mientras sea es suficiente.
Por cierto, si me permites, un consejo ... la lana negra guárdala para hacer bufandas para regalar a esos "amigos" tan majos que todos tenemos ... a ver si con un poco de suerte ...
Querida, ¿y a mí me haces una bufanda? de cara al Agosto y tal. Gracias!
Yo, pofavó, si puede ser que me teja usté una colcha en esos ratejos libres que sé que tiene...
Ah!! y un queso de oveja curadito y tal y doscientos gramos de jamón de york...
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