viernes, abril 24, 2009

Para variar, he tenido un buen día en el curro. No, no me he hecho visible de repente y no, tampoco he salido a las 3, como todos los viernes. Por el título de post podría parecer que me han dado por c… Pues sí, pero tampoco es ninguna novedad.

Y es que hoy ha sido cierre de mes y de año. Toma ya. Las previsiones más optimistas hablaban de pedir pizza para la cena: qué idea tan prometedora a las 8.30 de la mañana ¬¬

Y entonces ha empezado la orgía. A las 11, mail corporativo: en la cocina nos esperaba un desayuno ofrecido por la empresa para animar el cierre. Me he asomado esperando encontrarme cuatro bollos tiesos y he acabado con los ojos como los de una muñeca hinchable. Aquello era un monumento a la bulimia: croasancitos dorados rellenos de chocolate y sin rellenar, pequeñas napolitanas tiernas, zumo de naranja natural, rollitos de hojaldre recién hecho con chocolate. He vuelto a mi sitio andando al estilo teletubbie, madre qué rico estaba todo.

A la 1.30 otro mail: que la empresa nos ofrecía unos bocadillos. La imagen era, si cabe, aún más pantagruélica: no había un sólo rincón de la sala sin algo de comer encima. Pequeñas baguettes de lomo, chorizo, salchichón, jamón serrano, brie, atún; croasanes con queso crema, salmón, jamón; medias noches con espárragos y o surimi; croquetitas; tortilla de patatas; queso en daditos; la empanada de atún más buena que he probado en mi vida; latas de refresco. Madredelamorhermoso voy a reventar, ay omá que bueno. Una hora después aparece el postre: pastelitos variados, trufas rellenas de nata y pastitas.

Cuando a las 5 de la tarde han puesto sobre un armarito bajo de la oficina un bizcocho, un saco de palomitas, gominolas (moras, fresitas, gatos…), ensaimadas, bombones y almendras cubiertas de chocolate… no sabía si reír o llorar.

He vuelto a dar gracias a dios de que el contrato se me acabe en julio: tres cierres de mes más como este y tienen que añadir un capítulo nuevo a los los libros de medicina, “El coma bulímico”.

Al final he salido a las 7 de la tarde y he llegado a la conclusión de que en esta empresa el cierre de año consiste en:

  1. Ponerse ciego de exquisiteces de Mallorca (no la isla, sino la pijo-cadena que lo hace todo taaaaan rico)
  2. Bufar mucho y hacer como que tienes mucho curro
  3. Repetir, a cada poco “acaba de entrarme un pico de trabajo que estamos agobiadísimos”
  4. A las 5 de la tarde, empezar a hacer el paripé porque ya no hay curro pero claro, hasta que los jefes no dicen que nos marchemos, ahí no se mueve ni cristo.
  5. Como lo mío no es ni la paciencia ni el peloteo, he ido a la jefa y le he dicho que hacía rato que había terminado mi trabajo, que todos los demás departamentos me habían dicho que no necesitaban mi ayuda y que si podía irme a casa con mi niña.

Y ahora, a digerir, como las boas. Creo que me voy a pasar todo el fin de semana haciendo la digestión.

jueves, abril 23, 2009

Más de dos años yendo una media de cuatro días a la semana tenían que pasar factura.

Y es que yo me fui, tú te fuiste. Un año después vuelvo al mismo sitio y casi no me doy cuenta de que empieza a recorrerme la piel  una sensación borrosa, como un perfume que inhalo y pasa a la sangre, y me va invadiendo.

Me alegro de haber venido, me siento bien aquí. Hemos recorrido tantas veces estos pasillos… conocemos cada rincón y mil pequeños detalles. Aquí he sido feliz, aquí hemos vivido, compartido tanto.

Pero hoy he vuelto por segunda vez. Y lo he notado de pronto: no estabas tú. Se me iba la cabeza al pasado según veía colores y reconocía olores paladeándolos. Y el contraste es que hoy estaba sola y que tú no vas a volver.

Ha sido tan estúpido, tan elemental, tan inesperado que me he echado a llorar.

Me he visto obligada a recorrer de nuevo algunos de los sitios a los que íbamos y he decidido que ya no me apetece volver: me he dado cuenta de que todo este tiempo he querido hacerlo porque te echaba de menos. Pero aquel sitio no eres tú al igual que aquel coche viejo del que no querías deshacerte no era tu padre. Sólo que yo he tardado algo más en entenderlo.

No sé qué carajos me pasa.

Debe de ser la primavera.

miércoles, abril 22, 2009

¿Por qué hay gente que grapa los papeles de cualquier forma de modo que los folios quedan descuadrados? ¿o por cualquier parte, tapando así parte del papel y la información que tenga debajo?

¿Por qué hay gente que se pone detrás y SE APOYA EN EL RESPALDO DE  LA SILLA donde estás sentado moviéndote o inmovilizándote mientras tú trabajas o tecleas y ellos charlan con otra persona?

¿Por qué hay gente que se sienta en tu mesa y toca tus cosas cuando va a hablarte?

¿Por qué hay gente que…?

Y por otros 25 chochazos, díganme qué pequeños detalles no soportan de otra gente.

lunes, abril 20, 2009

Anoche decidí que hoy no iba a trabajar. Esta mañana he llamado para decir que estaba enferma. Creo recordar que es la segunda vez que lo hago en toda mi vida laboral.

No me siento demasiado culpable. Pasar de un entorno relajado y de camaradería donde era responsable de una cartera internacional de exportaciones a otro donde me hacen el vacío y sólo me dan tareas fáciles, descoloca y deprime.

Bueno, sí, me siento culpable, ea.

Minibere y yo hemos pasado un día estupendo :-) Hemos ido a echar los papeles de solicitud de colegio (¿¿Ya??? ¿¿mi bebé?? ¡¡pero si es mu chica todavía!!). Hemos comido juntas, hemos leído cuentos, me ha “ayudado” a poner la mesa, hemos dormido siesta (yujuu), hemos ido al parque.

Y esta noche el nudo de angustia aprieta un poco menos fuerte.

Se me va de las manos. El control, la tranquilidad, el descanso.

Vuelve la angustia amarrada al pecho y un peso al respirar. El velo en los ojos, el huracán dentro de mi cabeza que lo trastoca todo y que me tiene inmóvil, bloqueada, incapaz de reaccionar.

No encuentro las cosas y me voy golpeando con los muebles como si estuviese borracha.

Y ya no es el algodonal, porque ya no sé qué es.

Vivo colgada de una moleskine negra donde sus páginas suaves organizan mi desorden y sus caricias de papel me ayuda a ver lo que no puedo pensar. Vivo contando días y horas, los que faltan para esto, los que faltan para lo otro. Escribo listas de pros, de contras, de cosas que quiero recordar y no puedo. Es casi surrealista agarrarse a un clavito en forma de agenda de páginas color crema perfecta, pero me ayuda.

Posts naranja y alegres, para otro día.

Esto es lo que hay.

sábado, abril 18, 2009

Eso me digo todas las veces: esta es la última. Y no lo es.

Y así voy exponiendo otro cachito de mi alma para que apagues en él tu cigarrillo. Todas las veces.

Hoy he dicho que esta vez es la última. De nuevo.

¿Me echarás de menos cuando lo consiga?

jueves, abril 16, 2009

En su último tour, la Dama Bereni-C, como me llama un descerebrado que por aquí comenta, estaba de 5 meses. Es decir: autonomía de 5 minutos o 20 metros del baño más cercano (mode PIPÍ-preñi ON) y justo la etapa en la que el feto desarrolla el oído. Y yo sé lo que es un concierto en el que todo el cuerpo te vibra como si tuvieras el mal de San Vito así es que… nos comimos las entradas con patatas porque no pudimos recolocarlas (¡ni regaladas!).

Y ahora vuelven a Eppaña, el 8 de julio. Yo no sé ya si comprarme una entrada y cuatro cajas de pastis anticonceptivas o hacerme con el dvd y que les den.

¿Alguien va?

Por cierto: CÓMO MOLA EL PRIMER SINGLE.

(No pondo el vídeo oficial, que me da mucha angustia)

lunes, abril 13, 2009

Y yo me pregunto ¿quién carajos es el encargado de escribir, en cada editorial (o para cada libro) las reseñas que van en las contraportadas de los libros? ¿contratan al más cabrón, al más torpe o al primero que pasa?

Y es que manda narices leer cosas como que “el asesinato de su amigo iniciará lo que es una apasionante aventura que le hace reconsiderar su vida y a partir de ahí la historia evoluciona hasta que desemboca en un ejemplo de la literatura más…” bla bla bla, y que el asesinato del dichoso amigo no suceda hasta más de la mitad del libro. Con lo que me han reventado más de media lectura porque desde la página uno ya sé que a Manolito Lloyds no le quedan más de tres telediarios. Y estoy esperando todo el rato que ocurra pronto para ver cómo sigue la novela… y resulta que la novela en sí era TODO el desarrollo hasta llegar a ese punto y que luego el autor ventila un final en dos capítulos más que, por supuesto, no encierran la esencia de la obra.

Ahora mismo me estoy leyendo Arthur y George, de Julian Barnes (y me está gustando mucho). Pues bien: lo primero que te cuentan en la contraportada no aparece hasta la página 300 y pico Y EL LIBRO EN TOTAL TIENE 520.

Pero lo peor lo peor ha sido en un libro de Terry Pratchett. En la edición que tengo de una de las obras del Mundodisco sólo falta que pongan “FIN” después del “resumen” de la historia porque te lo revientan toro toro y toro.

He visto a varias cadenas de televisión hacer lo mismo con películas. Como ese anuncio en el que, para decir que iban a poner “Abre los ojos” se veía la imagen final de la película.

Me imagino al comentarista encargado de la tarea pensando “Estos capullos se van a enterar MUAHAHAHAHAHA. Mi venganza para el resto del universo está servida”. O algo parecido.

Viva, bravo y aserejé.

En fin.

domingo, abril 12, 2009

Siempre he renegado de La Copla, así con mayúsculas. Me han dicho mil veces eso de “hija, no pareces andaluza” porque no me gusta el flamenco, el gazpacho ni el pescaíto frito. Y no será porque mi abuelo era pescadero, mi familia forofa del folclore andaluz y porque he bailado desde los 6 a los 14 años desde tanguillos de Cádiz hasta fandangos de Huelva pasando por flamenco clásico y cuatro tipos distintos de sevillanas. Saliendo a bailar por los pueblos y todo.

Y es que los estereotipos, son lo que tienen. Hay andaluces vagos como perros, pero la mayoría ha levantado al resto de provincias porque nos matamos a trabajar. Tenemos ese complejo de que hablamos peor, que somos menos, que somos más pobres. Echamos piedras contra nuestro propio tejado ignorando la riqueza de nuestro léxico y nuestra cultura, así como los rasgos propios de nuestra identidad.

Hay andaluces que ven la vida con un optimismo increíble y otros que abren la boca y no puedes parar de reírte. Y hay andaluces que maldita la gracia que tienen, que son unos malaje, bordes y con una malafollá que tela marinera.

Estereotipos.

Pero la cabra tira al monte, debe de ser eso. Porque a mí sigue sin gustarme el gazpacho ni el pescao, pero aquí estoy, en ca’berepadres, y me tienen puesto un programa de coplas en la tele. Y me he dado cuenta de que sigo el ritmillo con el pie, me sé la mayoría de las letras y reconozco cuándo alguien canta bien y cuándo no. Y cuando cantan bien, leñe, me gusta.

viernes, abril 10, 2009

Durante mucho tiempo (demasiado), I. pensaba que era tan fácil como vencer al dragón. Hacerle creer que había ganado, dejarse abatir para luego, en su éxtasis de triunfo, poseer durante unos instantes el brillo apagado de sus ojos.

Pero qué va.

El primer inconveniente es que I. no es santo, no se llama Jorge y ni siquiera es un chico.

El segundo es que no hay ningún dragón y, de haberlo, derriba, devora, levanta el vuelo y acaba dejando las sábanas perdidas de escamas y la cabecera de la cama toda chamuscada. Un asquito, sí.

jueves, abril 09, 2009

…a 25 chochazos cada una, hacen un total de CHAN CHAN CHAN CHARACHARA CHARÁN CHARÁAAAN (fanfarria, of course)… ¡Un lote completo de chochos de los grandes! 

Bieeen PLAS PLAS PLAS PLAS.

¿Ein? ¿Lo cualo? Primera acepción en el D.R.A.E. hombreposdios. [Espero que con esto quede aclarada la cuestión que planteaste, Microalgo].

Y aquí las respuestas. Un enlace permanente a este post, que iré actualizando si hay nuevas aportaciones, remitirá a él en la columna de la derecha.

Anónimo Anónimo dijo...

Bueno, mis ompañeros lo único que hacen es joder, siempre... joder y joder, pero son más silenciosos que las ratas.
Son ratas silenciosas.....
La verdad, son lo más miserable que he visto en mi vida, pero tanta miseria, cuando en ocasiones se tiñe de inseguridad, me hacer reir :))), sólo a veces, otras me deprime.
(fuera de tiempo) Mi respuesta: conspirar como ratas miserables.

Blogger Bala Perdida dijo...

los silbiditos desafinados me rompen los nervios. Para alguien que conocí hace tiempo eran como una compulsión, sobre todo (espanto) durante los viajes largos en coche, toda una tortura. La canción se reconocía, pero tannnnn desafinada que era un horror estar escuchando durante horas aquel desatino.
Otra cosa molesta de mis compañeros de trabajo (usualmente más propia de compañeras): Pero MUY molesta. Que NO pillen NI una sola broma, ni un solo gag. Que pasen cosas alrededor y no se den cuenta DE NADA. Que no se pueda hacer un solo chiste porque directamente no entran al trapo. No es que fueran (porque ya no son mis compañeras, afortunadamente) serias, es que era como si no estuvieran allí, y al mismo tiempo como si su sentido del humor fuese de otro planeta. Cosas ambas que me resultaban de lo más frustrante. Me hundían en la miseria, lo digo completamente en serio. :-)

Blogger Alfa dijo...

Echar balones Fuera y que los pare el de siempre

Blogger Fle dijo...

Uhm, silbar mal y todo el rato, hablar solos en voz alta, gruñir, cantar (mal, claro) y además creer que ni pavarotti, oigan!
Y podría seguir, pero casi que voy a dejarlo ahí porque eso de dejarse el señor mojón olvidado en la taza o no ser capaces de limpiar lo que ensucian cuando comen ya, está fuera de madre a estas horas...
Feliz día, guapa!
Feliz día y unos tapones xxl... :P

 

Anónimo Microalgo dijo...

Tengo una amiga que silba poquito y bajito, sólo cuando está cncentrada... pero es que siempre silba UNA ÚNICA NOTA.
Fííí-fííííííí-fí-fí-fí-fí-fííí...
Y yo me le acerco por detrás y siempre le pregunto bajito "¿La Marsellesa?" o "¿El día que me quieras?"
Y ella me manda a tomar por culo. Pero de buen rollito, desde el cariño.
A mí lo que me jode de algunos elementos del trabajo es su intento de llevarse el gato al agua a base de gritar y ponerse hechos unos zorros. Se les contrarresta no gritando y haciendo luego lo que me sale de los órganos reproductores (ya que, quitando al director del centro, y éste sólo dentro de ciertas atribuciones, no reconozco jefe por encima de mí).
(Lo cual es un gustazo que te cagas, por cierto).

Anónimo Microalgo dijo...

Y en otr orden de cosas... lo de los veinticinco chochazos... ¿Cómo debo tomármelo?

Blogger Diario De Un Rincon. dijo...

kizas de lo mas que me moleste, es que se tiren pedos constantemente.
un salu2 .

Blogger Lola dijo...

Prefiero no decir qué cosas me molestan si no tengo autoridad para impedirlo. La última vez que abrí la boca en ese sentido, lo siguiente que hicieron fue ir a pedir permiso oficial para continuar haciéndolo, pero ahora sin posibilidad de protesta por mi parte y riesgo de sanción en concepto de "inadaptada que provoca problemas en el entorno de trabajo por su falta de sociabilidad".
Hay mucho hijo de puta en este mundo, lo sé.

Blogger Pepe dijo...

Os veo a todos un poco quisquillosos. Os recomiendo el trabajo de pastor, el de segurata nocturno, o alguno que podais hacer sin tener compañía.

Blogger Pepe dijo...

Tambien me molesta mucho que me llamen la atención por silbar, que me digan que baje la voz y que no me dejen navegar por internet

Blogger Gacela dijo...

Buf... yo suelo canturrear en la oficina, y también hablo con el ordenador, y miedo me da decirlo, pero creo que a veces se me escapan amagos de silbidos (amagos porque nunca he aprendido a silbar bien, y me salen como soplidos flojitos, o algo). Pero es que tenemos puesta música en el despacho, y me sale solo!!!
Y cosas que a mí me molesten... pues las companyeras (haberlas haylas) que no responden a los "buenos días", ni a los "adiós", ni a los... nada! Pero qué son, estatuas de cera?
Pero no me quedan demasiado cerca, he tenido suerte. Quizás mis companyeras de despacho no piensen eso de mí, pero hasta el momento nadie me ha dicho nada por mis canturreos. :-S

Blogger abisal dijo...

Pues a mí lo que más me jodía era preguntarle una cosa a la encargada y que se dé la vuelta y no me conteste y luego diga que estaba pensando en otra cosa y no me oyó (varias veces al dia no cuela) Ah, y que me chillen no lo soporto, con 28 añicos ya no lo hacen ni mis padres para que me venga la xxxxx de los xxxxx ésta a .... bueno, pos eso.

Anónimo Res dijo...

A mí me molestan sus móviles; más croquetamente, los tonos de sus móviles (más la aparente sordera más esa costumbre tan mona de dejarse el móvil encima de la mesa aunque se vayan a fumar; que es un *móvil*, coño!). Su costumbre de hablar por teléfono con el manos libres. En el caso de las compis, que sean incapaces de reponer el rollo del papel higiénico.
Creo que me falta un par de docenas de detallitos..

martes, abril 07, 2009

…díganme cosas molestas que hagan sus compañeros de trabajo. Por ejemplo: silbar mal y todo el rato. Un dos tres, responda otra vez…

lunes, abril 06, 2009

¿Alguien recuerda el gesto de Millán Salcedo (el de Martes y 13) haciendo como que se atacaba de los nervios con un tic en el ojo que cada vez iba a más y solía acabar en un graznido?

Hay un señor en mi algodonal que silba casi todo el tiempo. Cualquier cosa, a volumen bastante alto.

Tengo una amiga que silba, alto, pero muy bien. Pero es que este señor lo hace “normalito” na más. El problema, además, es que si no reconozco la canción, me acabo poniendo cardiaca. Y es que estar concentrada en números, facturas y botones del programita dichoso (buttons, pa entendernos, que está to en inglish, como ya conté) y oír silbidos que suenan totalmente aleatorios al no reconocer la melodía, ATACA y MUCHO.

A menudo he deseado ser menos quisquillosa. La vida me iría mejor y me ahorraría sofocones apenas ahogados. NADIE parece oírlo y nadie se queja. Mi compañera, esa que es de cera, dice que a ella “le encanta”. ¬¬

El otro día estuvo UNA HORA repitiendo el mismo trozo de canción UNA Y OTRA VEZ hasta que me hice daño clavándome las uñas y casi no podía aguantarme las ganas de llorar. Y el caso es que el hombre es agradabilísimo, pero una tiene sus manías y esto es bastante molesto.

He empezado a realizar una pequeña encuesta entre mis amigos con preguntas como: ¿te da mucho yuyu visitar cárceles? ¿qué le llevarías a una amiga que estuviese en el trullo? Porque yo al silbador asesino un día de estos le arranco la campanilla con el quitagrapas y luego le coso los labios con la grapadora.

Aunque luego me llamen MALA PERSONA.

(La que se armaría si esta canción la hicieran ahora, ufff)

viernes, abril 03, 2009

Anoche estuve aquí. UFFF.

No sé por dónde empezar. Mayoría aplastante de chicos, todos de negro, mucha melena, minis a 10 euros y costo como pa superar el Everest en altura. Creo que si me hubiera tragado una bola de hashish me hubiera picado menos la garganta. En contra de todos los estereotipos, los jevis son la gente más cabal y educada que me he encontrado jamás en un concierto. Me pidieron perdón chorrocientas veces al pasar o si me empujaban, buen rollo a raudales, respeto, sonrisas. Y el que iba hasta las cejas de lo que fuese se limitaba a abrazar a los colegas, a bailar a su bola o a mirar a los demás diciendo: joder, tío, joder, sonriendo como un bendito. Hasta una chica vasca me cedió su sitio durante bastantes canciones: el segundo escalón de una escalerilla desde donde se veía todo :-)

Y ellos… ufffffffffffffffff. La caña.

Me compré unos cuernitos con luces. Salté, grité, canté. Me quedé afónica. Me duelen los gemelos de estar de puntillas, he dormido poco y esta mañana me moría mucho en el algodonal. Estoy medio sorda de un oído, me pican tanto los ojos que ya es dolor puro y duro. El izquierdo está rojo como un tomate (back in red: como el hipnosapo otra vez pero ahora en escarlata).

¡¡PERO MERECIÓ LA PENA!! :-D

P.D.: creo que al jevi le sigue pitando el oído izquierdo. A mí no me ha pitado en ningún momento: alguna ventaja tenía que tener estar acostumbrada a oír música a bastante volumen con cascos ear-in.

jueves, abril 02, 2009

Primero como un apunte, luego casi como un mensaje en el contestador, voy relatándote mi día a día. Anotaciones mentales que se diluyen como niebla al sol.

Cuando al fin te veo, no quedan más que vagos hilillos, babas del diablo en el cielo. Ya no recuerdo, no lo siento, no soy capaz de recuperarlo.

Y así un día tras otro. El tarro de las cosas nunca dichas. Y me pregunto si importa. Y me pregunto si, en realidad, no tiene ninguna importancia.

miércoles, abril 01, 2009

Eres la luz, eres la calma. Eres un lunar pequeño, necesario para el sabor dulce. Eres la paz, la cura, la poción sanadora. Eres el susurro y el sueño reparador.

Eres la sonrisa blanca, la mirada suave, la luz dorada, las manos tibias y los ojos que escuchan.

Eres mi respiración pausada y el jardín perfecto.

Yo soy, pero de otra manera, porque soy a través de ti, a veces, cuando me dejo.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

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