domingo, diciembre 20, 2009

¿Alguien sabría decirme cómo es el color rojo pasión?

Acera del cole, 7:30 de la mañana. De pronto, oigo una vocecita que viene de menos de un metro del suelo:

- Mamá ¿qué hace ese gilipollas ahí subido? –dice Minibere señalando a un señor que está en un andamio.

El color de mi cara en ese momento, ese, exactamente, es el color rojo pasión.

Nota mental: dejar de decir tacos delante de la cotorra.

Nota mental 2: dejar de decir tacos todo el rato.

Nota mental 3: a la mierda, mejor me coso la boca.

viernes, diciembre 18, 2009

¿Cómo saber el momento adecuado para cada cosa? Muy fácil, sólo hay que tener un poco de perspicacia y grandes dotes de observación.

Por ejemplo:

Fieshta infantil de mocos de 3 años. Coges a tu hija, le limpias el chocolate de la boca y la sueltas a que siga corriendo mientras le dices: hala, hija, ya estás limpia, a tomar viento.

Si durante los siguientes 10 minutos hay una horda de niños corriendo por el local y gritando A TOMAR VIENTO, A TOMAR VIENTO ante la atónita y poco amable mirada de los cien mil pijo-padres que asisten al evento, ESE es el momento para decidir empezar a cuidar el lenguaje. O para graparse el labio de abajo al de arriba.

Ni que decir tiene que lo de la perspicacia y las dotes de observación son dones que, entre los múltiples que tengo, el Señor (señor azar genético, entendámonos) no tuvo a bien concederme.

jueves, diciembre 17, 2009

Descubrí las listas de pros y contras en una terapia de grupo para dejar de fumar (que, por cierto, no funcionó entonces). Gran idea. Me ayudan a ordenar mi siempre difusa mente, tan caótica y falta de lógica como los cajones que me pertenecen.

Hoy voy a hacer una lista de los aspectos positivos que tiene mi actual curro.

1. Como por 3 euros.

2. En el comedor ponen a menudo coles de bruselas y brócoli, que me chiflan.

3. Del comedor me llevo cada día un envase monodosis de miel para que Minibere se lo eche a la cuajada (y pringue los dedos, de paso).

Y ya.

Lo cual hace que me plantee: ¿debería dejar la facturación y pedir un puesto en el comedor como pinche o algo así?

martes, diciembre 15, 2009

Si tenéis lumbago no, repito, NO cojáis en brazos a ninguna minibere de 13 kilos, NO salgáis a la calle con un frío que pela a buscarle material para un disfraz de estrella y, por dios, evitad tender lavadoras.

Si no seguís estos sencillos consejos, os arriesgáis a no poder quitaros nada de lo que llevéis de cintura para abajo al llegar a casa sin sufrir grandes dolores pupita socorro (hasta el punto de plantearos seriamente si llamar a la vecina para que os quite el vaquero) a andar como un pingüino intentando no mover mucho las caderas (ja ja y ja) y a que os miren como un bicho raro cuando bajéis los tres escalones de una tienda al grito de AY AY ¡AY!.

De nada.

lunes, diciembre 14, 2009

Señor, tú sabes que yo no creo en ti, pero nunca se sabe.

Ya sé que me he pasado todo el verano diciendo por lo bajini cosas como: la Virgen, qué calor hace; por dios, que se acabe ya el calor; dios mío a ver si llega el invierno, etc etc.

Pues bien, dios, Virgen y todos los santos: ¡era una simple forma de hablar!

Si estáis ahí arriba (o donde sea) y me estáis escuchando: vale, vale, me arrepiento de lo que sea pero, por vosotros ¡subid la temperatura unos graditos que tengo congelao hasta el carné de identidá!

Agradeciendo la atención y sin otro particular, os saluda atentamente,

Bere, mi carambanito que hace de nariz y el cubito de hielo en forma de niña que he dejao esta mañana en la puerta del cole.

sábado, diciembre 12, 2009

Hoy ha sido el cumple de una niña de la clase de Minibere. Disfraz opcional. Y como a la moco y a mí nos gusta más un disfraz que a un tonto un lápiz, allá que iba mi Blancanieves de menos de un metro, feliz como una perdiz.

En la fiesta había otras 4 Blancanieves más [pero la mía era la más bonita, POR SUPUESTO]. Es lo que tiene que apenas haya disfraces para niños de 2-3 años. Los de bebé les están pequeños y son más de pollito, etc. y los de niño es difícil encontrarlos por debajo de la talla 4. Y por 25 pesetas, adivinad cuál era el único disfraz que encontré que le fuera bien a Minibere. Sasto.

Ha sido un poco rollo y más con lo timidísima que es esta hija mía (qué poquito se parece a mí). Pero se ha animado mucho con dos cosas:

1. Cuando les han pintado las caras. El animador le ha preguntado: ¿Y a esta Blancanieves qué le dibujo, una cara de princesita? Y Minibere ha contestado: No, yo quiero una barba (sic). El pobre hombre se ha quedado un segundo así con la risa congelada, me ha mirado y me ha preguntado que qué hacía.

2. Cuando han hecho figuras con los globos. Esta vez la pregunta ha sido: ¿Y qué va a querer esta princesita tan linda? ¿Un corazón, un perrito, una flor? Y ella le ha espetado: ¡Que no! ¡Que quiero una espada!

Lo siguiente ha sido inflar a espadazos a su Rafa de su alma, menos mal que el arma era de goma (o látex o de lo que sea que estén hechos los globos).

A ver si pa la próxima fiesta le consigo un disfraz de pirata, que me da que la versión barbuda y espadachina de Blancanieves se va un pelín del cuento original.

viernes, diciembre 11, 2009

Mira que me he cabreao veces con él y le he llamao de todo: desde gilipollas a mierdacacharro pasando por cualquier posible matiz en el tono y volumen.

Pues bien, tenía que pasar: se ha cabreao y me la devuelve. Esta es la palabra de verificación que me pide blogger para publicar un comentario:

image

Es la primera vez que me insulta un ordenador, así, motu proprio. Y encima en guiri, tócate los… Ya se podía haber buscado algo más elegante, yo qué sé, señorita de vida alegre o de moral distraída.

¿Pues sabes lo que te digo? Que.. que… ¡rebota rebota y en tu culo explota!

jueves, diciembre 10, 2009

Como siempre que sueño contigo, durante un intervalo cortísimo siento el alivio de haberte recuperado. Unos segundos apenas y me encuentro tumbada en la cama. Y el hecho de reconocer que es sólo un sueño me pesa a la altura del aire y me cuesta un poquito respirar, como si tuviese pitos por un catarro.

Como siempre que sueño contigo, se me pasa el enfado y te echo de menos tanto que que no sé cómo manejarlo. Vuelvo a pensar excusas para todo y me empiezan a parecer plausibles, aún sabiendo que no debo hacerlo. Y la sorpresa desagradable de que no he superado nada porque al mínimo roce se me cae la careta de “has elegido ese camino, no ha sido mi decisión” y bla bla bla.

Como siempre que sueño contigo, no te recupero del todo. Siempre pasan cosas extrañas y hay algo que no acaba de funcionar, pero es un comienzo. Y luego me doy cuenta de que no hay nada de nada: ni comienzo ni final. Porque si hubiera habido un final, las cosas serían distintas, pero no así. Sin razones ni despedidas de puertas cerradas.

Como siempre que sueño contigo, me pregunto cómo estás y espero de corazón que mucho mejor que la última vez que hablamos. Y lamento que esa conversación se viese interrumpida por mi estúpida migraña. El zumbido en mi cabeza hasta no soportar más el dolor y tener que colgar para irme al baño a vomitar preguntándome si era posible dejar de oír tu voz extraña, si te volverías a acostumbrar a la mía, si volveríamos a compartir tartas de chocolate y de queso con frambuesas. Como en esa foto en plena carcajada de felicidad que es como siempre te recuerdo.

Como siempre que sueño contigo, me da una pena enorme que mi hija no te conozca y que yo no conozca a la más pequeña de los tuyos. Que no jueguen juntos y que no veas cómo ha crecido mi bichito después de tanto miedo y tanto apoyo por tu parte, cuando parecía que tampoco iba a salir adelante. Y es que justo desapareciste cuando ella llegó.

Como siempre que sueño contigo, vuelvo a considerar la posibilidad de llamarte durante algún tiempo. Y cuando caigo en la derrota, en los para qué, en los intentos fallidos, es como despertarme tumbada en la cama. Ese dolor que ya no duele pero que es seco y se me agarra a la garganta. Y me siento un poco más sola y un poco más lejos.

Como siempre que sueño contigo.

miércoles, diciembre 02, 2009

No sé qué tiene esta niña que ya en la guarde tenía novio (Enol) al que cambió al poco tiempo por Luis. Y había que verle la cara cuando le nombrabas a alguno de los dos, según tocase. Una sonrisa de oreja a oreja y se escondía.

El último año de guarde, en el parque, nos encontramos alguna vez a Juan, que estaba todo el rato dándole juguetes, intentando cogerla de la mano y, alguna vez, tratando de darle un beso. Y ella que nones.

Ahora ya va al cole.

Es verla y Rafa corre que se las pela a cogerla de la mano o a darle un beso. Con tres añitos ¡son tan monos! Ella, arisca, le aparta la cara.

- Rafa quiere ser mi amigo, pero Yago me ha dicho que no quiere que sea su amiga, así es que yo no soy amiga de RafaYo soy amiga de Yago, de Mauro y de Carmelo. [Sí, vaya nombrecitos, sí].

Tomayá, con dos cojones y un palito. A las demás niñas deben de tenerlas encerradas en un armario, porque para mi hija parece que sólo existen los niños.

Rafa, por su parte, le dice a su madre que Minibere es su novia, pero que le pega.

Minibere dice que Rafa le pega a ella y que a Rafa le pega Daniel.

Axel, que el otro día se hizo pis, les pega a todos.

Y todavía me preguntan por qué, habiendo estudiado magisterio, no he ejercido nunca. No, gracias, creo que prefiero hacer algo menos estresante, no sé, trabajar en una central nuclear manejando material radiactivo, desactivar bombas lapa o sofocar incendios. Ya sabéis, algo tranquilito y sobre lo que se pueda tener algún tipo de control.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
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