domingo, mayo 31, 2009

J. rebusca en los cajones, revuelve los armarios, mira debajo de la cama. Busca busca busca. Dentro de los grifos, sobre el frigorífico.

J. desespera. Pasan los días.

Levantando las alfombras, preguntando a los objetos, ojeando los libros.

Pasan las semanas.

Abre las cortinas, tampoco está en la calle.

Pasan los meses hasta que…

…un día. Ahí está. Así, porque sí.

J. no respira, no parpadea. Sólo oye el bum bum BUM BUM BUM de su corazón. Su cuerpo está paralizado en un compás de espera.

¿Y ahora qué? –se pregunta. ¿Y ahora qué?

sábado, mayo 30, 2009

viernes, mayo 29, 2009

Cierre de mes en facturación. Se acerca la hora en la que aparecen las chuches. Transcripción de pensamientos.

Esta vez no voy a caer: no quiero dulces, ni chocolate ni chuches. Estoy decidida.

Ahí vienen. Ja…

¿Quéseso?

Pues no parece una caja de Dráculas de Frigo…

Y aquello de más allá… ¿¿son cajas de Magnum?? ¿SANDWICHES DE NATA? ¿¿CONOS DE NATA Y CARAMELO??

!!!

(Cinco minutos después)

¡ÑAM ARFS ÑAM GULPS ARFS!

miércoles, mayo 27, 2009

Estamos en semana de cierre y yo tengo menos curro que nunca, lo que significa que tengo que hacer como que estoy muy agobiada y a la vez andar mendigando por los departamentos para que me lancen huesos-tareas en las que ayudar. Es lo que tiene estar de comodín (“de cascarilla” como decíamos de niños en mi tierra) y no tener tareas propias. Y claro, verte parada queda fatal-fatal-oyes-osea-fatal.

Y yo alaaaaaaaaaaaaargo mis tareas todo lo que puedo. Niquelaos me han quedado los archivadores que he hecho esta mañana. Las facturas, impolutas y qué decir de la hoja de Excel de las comisiones: ni el mismísimo Pitágoras lo hubiera cuadrao tó tan bien (y tan mono).

También tomo café (y más café… y más…).

Y bajo a “fumar” (léase: sentarme en un banco mientras mis compañeros fuman).

Y he descubierto una nueva forma de hacer tiempo y, a la vez, aprovecharlo para cosas útiles: una bolsa de aseo medianita y hala, al baño. En la bolsa metes lo que te dé la gana.

El otro día me quedé a gusto mientras leía unas cuantas páginas del libro que ahora me tiene enganchada.

Hoy he leído las noticias en el móvil.

A media tarde me he puesto hidratante en los pies. Los he apoyado en sendos trozos de papel higiénico esperando a que se absorbiera la crema y he aprovechado para limarme las uñas.

Ahí queda eso.

Hace unos años, cuando iba a la piscina a la hora de comer, hasta he llegado a afeitarme las piernas. Y si yo, que soy una persona seria y responsable, una señora que ya tiene una edad y mu relimpia, hago eso ¿qué no hacen los demás?

:-)

Y ahora, por 25 gallifantes, díganme “cosas que han hecho en el cuarto de baño del curro, que no sean las habituales”. Es decir, quedan excluidas evacuaciones y abluciones varias. Como, por ejemplo: afeitarse las piernas, un dos tres, responda otra vez.

lunes, mayo 25, 2009

Que he dicho yo de esperarme a escribir para cuando esté de humor. Pero de humor del naranja, con chispitas. Y es que no me sale.

A ver, que me encuentro bien. De hecho, me sorprende descubrirme relajada, tranquila y feliz. En un equilibrio precario, pero bueno. Roma no se conquistó en un día.

Y bueno. Qué le voy a hacer si soy como soy. Si no sé ser divertida ni crear expectativas. No lo pretendo. Total, esto nació de las cenizas de un blog negro.

El único don que parezco tener es el de la verborrea que, con frecuencia, ha resultado ser más una maldición que otra cosa.

Ya estoy divagando, como casi siempre.

Pero quiero que los demás sepan que cuando divago, aunque lo haga de forma errática, estoy rumiando. Tengo cuatro cerebros, a cual más pequeño e inútil. Las ideas entran y yo las mastico una vez,  y otra, y otra más, y las regurgito y roño roño roño. Hago bolitas de barro con las que voy tapando agujeros, roño roño roño.

Me siento hormiga, pero me siento.

En fin.

Estoy intentando recuperar lo que parece irrecuperable, ordenar los muebles, encontrar las llaves, disfrutar. Tirar lo inservible, desterrar la náusea. Quien te altera te controla: tatuarme esta frase en la lengua.

Roño, roño, roño

jueves, mayo 21, 2009

Buscando fotos viejas me he encontrado las mil y una que no recordaba. Y lo que es peor, las que recordaba mal.

O eso o hay una gorda que me suplanta en todas. Tan grave es la cosa, que ha trascendido el papel fotográfico y aparece en cada espejo al que intento asomarme.

Como no me apaño con el photoshó (y no hablemos del painshópró, ese invento del maligno para freírme el cerebro a base de estrujármelo sin entender ni jota) viá tener que seguir a régimen, cagontóloquesemenea.

Mi vida es un desorden… alimentario.

lunes, mayo 18, 2009

Estuve años intentando recuperar esta canción de Pistones. No recordaba el título, ni el grupo, ni apenas un par de frases. San P2P Bendito me la trajo y me sigue gustando a rabiar, como hace años. El modo REPEAT 1, que claramente debió inventarlo un señor o señora que me leen el pensamiento, hace que me embarque en un ciclo de nunca acabar hasta que ya no sé cuántas veces he murmurado entre dientes su estribillo. ¿Es todo el mundo tan obsesivo como yo con determinadas canciones?

La frase clave: diré lo que quieras oír, ha sido una constante en mi vida. Y es difícil ser feliz cuando la felicidad de uno se basa en complacer a los demás, en huir de los conflictos y en opiniones ajenas. La gente no te quiere porque le des la razón. La poca que lo hace es que es imbécil sin remedio y, además, no te quiere para nada. Afortunadamente, como dijo mi nunca bien despreciado Aznar: estamous trabajandou en ellou. Qué paz.

Creo recordar que decían que habían dedicado la canción a Gloria Swanson. No sé si esto era verdad. En cualquier caso, es oír los primeros compases y verla en lo alto de la escalera, preparada para la última actuación, con sus ojos de loca fascinante del cine mudo. Qué peliculón El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard), por cierto.

Esta es la escena final de la película. Aviso porque, aunque no lo considero como tal por la trama y lo que ya se sabe desde el principio, a algunos puede parecerles un spoiler.

 

lunes, mayo 11, 2009

- Nenaaa, que a tu abuela no le funciona el móvil

(se oye a mi abuela por detrás contando que hace dos días, cuando la llamó Maripili, bla bla bla bla bla)

- ¿Qué le pasa?

- Que no le funciona

- Ya, pero qué, mamá: no le enciende, no suena, no puede llamar…

- Ah, yo qué sé hija, espera.

(Mi abuela por detrás: encenderse se enciende, mira, tiene luz, y la foto de la niña, pero yastá bla bla bla…)

- Que dice tu abuela que se le enciende una luz

- (¿?) Y qué oye cuando llama o la llaman

- Nada

(Mi abuela: dile a la niña que yo lo cargo todas las noches pero que bla bla bla bla bla)

- Algo oirá ¿no le dice nada ninguna voz grabada? ¿ni a quien la llama tampoco?

- Hija que no, que no se oye na

- Qué raro, voy a llamarla

“El teléfono al que llama bla bla bla”

- ¡Mamá, leñe, que dice que el teléfono no está disponible!

(Abuela en OFF: encenderse se enciende, porque tiene la foto… bla bla bla)

- Pues eso, nada…

(Grumpf)

- Mamá ¿tiene batería?… Prueba a llamarme ¿qué sale? ¿qué se enciende? ¡que le digas a mi abuela que se calle que habla a la vez que tú y no entiendo un pimiento y tú no te enteras de lo que te voy diciendo!

[Un cuarto de hora después]

- Mamá, parece un problema de la línea, pero para saber si lo que no funciona es la tarjeta sim o el teléfono, vamos a hacer una cosa: apaga el teléfono, sácale la tarjeta y...

- Yo no sé abrir el teléfono ni sacar la pim esa, cuando venga tu padre le digo que te llame.

- Mamá, por favor, inténtalo.

CROC!  (deja caer el fijo y me deja hablando sola: MAMÁÁÁ MAMÁÁÁ. Pasan 5 minutos)

- Hija que no puedo, que no sé cómo se abre.

- Mamá, desliza la tapa hacia abajo, agárralo por..

CROC (vuelve a soltar el fijo desde el que me habla para coger el otro y la oigo hablando con mi abuela de fondo)

Mamá-bere: Nada, que dice la niña que lo abra pero yo no sé. GÑÑÑÑ no hay forma, esto no hay quien lo abra.

Abuela-bere: Espera, hija, voy a por un cuchillo

Bere: ¡¡¡¡NOOOO MAMÁ MAMÁ ESCUCHAME MAMÁ MAMAÁAAAA NOOOOO!!!!!

El jevi: Bere ¿por qué lloras?

Y así muchas veces.

martes, mayo 05, 2009

(22 de abril, 2009)

Estoy blandita y ñoña. Las ausencias me duelen como si me apretase el zapato. De pronto me pregunto dónde está alguna gente que ha ido desapareciendo por el camino y noto como si se colase el aire frío por los rincones, rincones donde antes hubo calor.

Ayer alguien me dijo que hay quienes nos acompañan un tramo, llegando a ser muy importantes,  pero que no siempre estarán ahí.

ME NIEGO. Para mí el tiempo y la distancia no existen ni diluyen ciertas cosas.

Lo malo es que me lo ha dicho alguien en quien confío y que, hasta ahora, va teniendo razón en muchas cosas.

Esta vez TIENE que estar equivocado. Ni quiero ni sé cerrar las puertas.

lunes, mayo 04, 2009

Hoy le he preguntado a la jefa que qué día de julio vuelve la chica a la que estoy sustituyendo en su baja por maternidad. Ha puesto cara de pez y me ha dicho que hay novedades: al parecer, está considerando reincorporarse antes de lo previsto; concretamente, en junio, aunque no lo ha confirmado pues todo depende de circunstancias personales aún por determinar.

Con la que está cayendo, me siento algo culpable de ser una irresponsable pero…

:-)

domingo, mayo 03, 2009

Nos encanta la comida que sirven en los japoneses. Solemos ir siempre al mismo aunque no con la frecuencia que nos gustaría. El principal problema es el horario (minibere lleva el suyo propio distinto del resto del universo) y, hasta ahora, el hecho de tener que estar bregando con ella porque en ese japonés no tienen tronas. De bebé era un suplicio: nos la íbamos turnando y siempre acabábamos comiéndonos lo que fuera helado. Que sí, que el sushi (makisushi ñam ñam) se come frío, vale, pero no los yakisoba, el arroz o muchas otras cosas.

Hoy nos hemos organizado para que la moco duerma la siesta antes de ir al restaurante. Eso sí, hemos comido a las 4 de la tarde, pero bueno. Ella ya iba con la pancita llena (espaguetis y yogur), la siesta dormida y todos los pises y cacas del mundo hechos en casita antes de salir. Bien. La cosa promete.

La hemos sentado a la mesa (que le llegaba a la punta de la nariz) y apenas si sobresalían las coletas de teletubbie que le hago para que no le caiga el pelo en los ojos. Primero ha hecho un poco el tonto en la silla, aburrida, y se ha comido el plátano de la merienda. Y luego, tras asomarse y ver el arroz que habímos pedido para compartir, ha dicho: quiero aloz (el sonido erre aún no sabe hacerlo). Y a partir de ahí: quiero más aloz. Y luego: Mamá, dame aloz.

Entre el jevi y yo no dábamos a basto para meterle en la boca porciones de arroz con los palillos. Yo no sé cómo, depués de comer y merendar, podía tener hambre. Al final ha acabao gritando: ¡más aloz, más más mamáaa máaaaaas MÁS ALOZ! Y su padre y yo hemos salido del restaurante con la vaga sensación de haber estado moviendo los palillos a velocidad de minipimer, algo más coloraditos y pensando para nuestros adentros que, o vamos cambiando de japonés cada dos visitas, o colocamos a la niña a algún familiar y vamos sin ella o nos arriesgamos a que alguien avise a los servicios sociales y nos quiten a la niña por “matarla de hambre”.

El domingo que viene: McDonald’s.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

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