sábado, febrero 28, 2009

Que me quedo sin curro.

Y, como pasa con las esperas, estos últimos días se me están haciendo un pelín largos, bueno, bastante largos, qué digo: laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargos. Es la crónica de una muerte anunciada y quiero que pase ya. Hacer mi luto y reponerme. Mientras no ocurra, no podré empezar de nuevo.

Así es que me paso el día entre el cabreo por lo injusto de la situación (mejor ni lo cuento), la risa floja porque “pa lo que me queda en el convento, me cago dentro”, el alivio de quitarme de en medio las cosas que no me gustan, la pena de perder las que me gustan, la preocupación de verme sin un sueldo y sin nada que hacer de golpe y porrazo en plena crisis y las ganas de que todo acabe ya de una vez para reorganizar mi vida.

O sea, que debo de andar algo alteradilla y cambiante de humor, y tengo al jevi más acojonao que de costumbre (y eso que su definición general de las mujeres es “estáis todas locas”).

Por ahora me agarro a mi lista de pros como a un trozo de barco en el naufragio.

No he hecho lista de contras porque me da miedo. Temo que la otra quede como la chorrada sin sentido del año si las comparo.

En fin.

lunes, febrero 23, 2009

Hace varios días que nado chof chof a mi ritmo.
Hace varios días que no veo la costa.
Yo imaginaba cocoteros y arenas doradas pero ya empiezo a dudar.
Hace varios días que no oigo los gritos de las gaviotas, ni canto de sireno alguno.
Tengo calambres en los brazos y, cuando no puedo más, me hago la muerta.
Lo malo es que bocabajo no aguanto mucho.
Es lo que tiene nacer con pulmones.

Seguiremos informando desde la charca.

sábado, febrero 21, 2009

Parte I

Seis meses sin respirar. Un gran reto para H., que no está seguro de poder ir más allá de una semana y media sin aire.

Fin de la Parte I

jueves, febrero 19, 2009

Minibere ha cogido un virus. En la puerta de la guarde me dicen que anda de niño en niño y de profe en profe y que, por favor, me la vuelva a llevar a casa. En fin.
Llevo dos días con ella en casa. (Socorro)
Hoy me encuentro fatal de la muerte: he cogido el virus, viva.
El jevi llega del curro y se me tira al sofá: también lo tiene, bravo.
Decidimos que, ya que la niña está como una pera, mañana la llevaremos a la guarde y nosotros nos pasaremos el día muriéndonos mucho en la cama y levantándonos a beber Aquarius y a desbeberlo.
Lleva desde la 1 sin dormirse.
Pis, agua, arrorró. No hay forma.
Mamáaaaa no veeeeoooo
Estupendo, no puede abrir los ojos. Conjuntivitis y legañas pa parar un tren. Mañana no puedo llevarla a la guarde con una enfermedad contagiosa, tendremos que morirnos mucho con ella correteando por la casa.
Le limpio los ojitos hasta que puede abrirlos.
Me meto con ella en la cama. CHUIIIIIRRRRP CHUPITI CHUPITI CHUPIT CHIIIIIIIR SHUUUUURPS ÑIC ÑIC ÑIC cagonlaleche ya con el jodío chupete de caucho. Ante la posibilidad, cada vez menos lejana, de matar, al final se la he largao al pobre jevi y yo me he venido al salón. Son las 4:16.
De vez en cuando la oigo: papáaa, el pimo pequeñito es un bebé mu chico y estaba en la barriga de la tíaaa...

Creo que voy a llorar.

martes, febrero 17, 2009

Al hilo de este post de Microalgo: Kyrie, he vencido mis reticencias y he intentado pensar en lo que propone: qué música me gustaría que sonase en mi funeral.

Por supuesto, no sería música para mí, sino para los que fueran a decirme adiós para siempre. Pero también querría, menuda incongruencia, que fuese algo que me representase y que me gustara. No me iba a enterar, claro, pero me da no sé qué, como un escalofrío. Como cuando imagino que tiran mis cenizas al mar y pienso en su inmensidad HELADA.

No me gusta ver a la gente triste, ni preocupada, ni mal. Tengo facilidad para ver siempre un lado positivo de cualquier cosa (casi cualquier cosa, claro). Eso no quita lo malo o lo feo, pero da un clavito al que aferrarse un poco.

Esta sería mi canción:

lunes, febrero 16, 2009

Vueeeelveee a casa vueeelve
vuelve al hogaaaaar...

Lista de lo que ya tengo:
1. Portátil (yujuuuuuuu!!) con disco duro nuevo

Lista de lo que ya no tengo:
1. Office
2. Lector de feeds
3. Editor de posts
4. Antivirus
5. Fotos, vídeos
6. Favoritos en el navegador
7. Messenger
8. IRC
9. Música
10. iTunes
11. Photoshop
12. Emule
13. Winamp
14. ....
.
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.
.
.
Ejem... esto... yujuuuu? :-/

viernes, febrero 13, 2009

Lo vi por la carretera y pensé que era el coche más bonito del mundo.
Casualidades de la vida: acabé teniendo uno igual por pura chiripa. Cuando fui a reservar el plateado, se me había adelantado un cliente dando una señal y me enseñaron este diciéndome que a lo mejor no me gustaba el color, pero que de kilómetros y precio estaba bastante mejor que el otro. Y me quedé boquiabierta. No me lo podía creer.

Lo vendí el jueves. Estaba ahí con su capa de polvo, viejo, sucio y feo, sin batería. Lo arrancaron, me subí y por un momento casi me echo atrás. Porque sólo tenía polvo, porque estaba sucio pero no era viejo ni feo. Era mi sueño de color champán.

jueves, febrero 12, 2009

Hay un nombre, una cara, una persona, que me cortan la digestión así por las buenas. Cada vez que veo su número en la agenda del móvil, siento un pellizco en el estómago y una náusea en los ojos. He estado muchas veces tentada de borrarlo, pero si me llegase una llamada o un sms, querría saberlo para no leerlo o colgar directamente.

Hablo de una persona que me hizo mucho mucho daño, que me estuvo haciendo mobbing durante tanto tiempo que sufrí los típicos síntomas del maltrato psicológico (esto me lo merezco porque soy una mierda de persona, básicamente, y mejor estaría muerta que haber nacido). En ese estado mental ni siquiera te planteas lo que es lógico o no. Estás tan bloqueado y anulado que no eres capaz de salir de ahí ni de dar un paso para esquivar el golpe. No tienes pruebas, no puedes demostrar nada, sientes que nadie te creería. Todo ha sido tan sutil desde el principio que te preguntas cómo has llegado hasta ahí.

Jamás he hablado de ella en ninguno de mis blogs porque no podía y tardé más de un año en cogerle una llamada (seguíamos en la misma empresa pero, afortunadamente, en sedes distintas) porque sólo de pensar que iba a hablar con ella se me agarraba la angustia a la garganta y se me aceleraba el pulso a mil.

He decidido que mejor la quito de la A y le pongo otro nombre para no verlo cada vez que miro la agenda del teléfono.

Ahora está en la M. De Mala Puta.

miércoles, febrero 11, 2009

Que se me lo han llevao en una cajita, angelico mío. Y digo yo así, sin una mantita pa cubrirlo ni na, con el frío que hace. Al señor mensajero le he dicho que por favor, tenga en cuenta que le gusta que le acaricen el lomo. El señor mensajero me ha mirado con esa simpatía que caracteriza a la mayoría de gente en Madrid: con total indiferencia mezclada con desprecio.

Y weno, han quedado en devolvérmelo en 15 días. Espero que lo haya pasado bien. Seguro que viene más alto y más guapo (o a mí me lo parecerá).

Mientras tanto, me apaño con uno que me ha prestao el jevi pero que no tiene na de na y es un rollo y no me ubico ni me apaño porque me falta tó lo mío. Ain.

Y encima no tiene windows vista :-/ con lo que me gusta a mí ver el tiempo que está haciendo, hombre. Ahora tengo que levantarme a mirar por la ventana y todo. Menudo trastorno. Sigh.

Espero que donde esté, me esté leyendo. Manolito, hijo, aguanta, que los señores de HP sólo te van a mirar la tripita y a cambiarte el disco duro. Ya ves qué chorrada. Que tú eres un portátil mu valiente.

martes, febrero 10, 2009

Repasando con blogger las entradas, ahora que no puedo usar el editor de post que estaba utilizando, he descubierto varios textos que, por distintas razones, no publiqué en su día. Se quedaron en el tintero.

Aquí va el primero de ellos.

La primavera
Siempre que llega me cambia. Yo no sé si la luz, si el calor o si la alergia. Y no me reconozco, o sí: soy la de cada cambio de estación.

lunes, febrero 09, 2009

Yo tenía otro blog. No sé cuánta gente me leía, cuánta me lee ahora ni si queda alguien de los de antes. Tampoco sé si los de ahora lo saben.
Desde que lo cerré no he vuelto a tener la tentación de abrirlo.
Voy a intentar contar por qué.

Porque huele a muerto. A flores marchitas y a tierra.
Y yo ya no soy esa.

Ese blog es el hijo que perdí, la depresión que arrastré durante dos años. Es dolor y negro. La depresión, curiosamente, no fue una consecuencia de la pérdida, sino más bien lo contrario. Por eso no perdono ese tiempo.

Es darme cabezazos contra paredes que no conseguía ver. Conducir a 180 por hora. Dormirme pensando que ojalá no pudiera despertarme.

Es tragar, tragar y tragar. Dejar que me castigasen pensando que lo merecía. Son amistades falsas y cajas de cristal sin salida.

Ese blog es mi pasado.

Quedaba un eco de cuando era una gotiquilla del tres al cuarto y me fascinaban los cementerios, el arte sepulcral, el negro y el morado. Cuando morirse era algo romántico y los encajes oscuros tenían su aquel.

Y escribía, escribía, escribía. Escupía, vomitaba. Me evadía. Y me gusta lo que llegué a escribir.

Ahora releo mi actual blog y me doy cuenta de que sin depresión no escribo nada bueno ni por asomo. Y no merece la pena ¿verdad?

Ese blog tenía el fondo negro y luego un papel pintando opresivamente rojo. Rojo sangre oscura, por supuesto. En la cabecera una escultura sepulcral, cómo no.

Ya no hay más Bereni-C revivida y desdentada. Porque del relato de Poe tomé el nombre, claro. Esa obsesión enferma del protagonista, un entierro prematuro, unos dientes fetiche. Uff.

Cuando me quedé embarazada de mi niña, tuve varios sueños desagradables. En todos había cementerios. Pero ya no había nada de hermoso en ellos. Fue la plena consciencia de la carne muerta lo que me hace recordar con asco y rechazo ese pasado.

Ya no me gustan los cementerios, llenos de pena y desolación. De gente que vivió, amó, sufrió y que ya no es. Y de la gente que se queda a llorarles.

Ya no soy Bereni-C negra.

Hoy es mi cumpleños :-)

domingo, febrero 08, 2009

¿Dónde está el límite entre la normalidad y la neurosis? ¿el mal llamado equilibrio y la psicosis? ¿la tendencia y la obsesión?

Llevo 6 días oyendo la misma canción una y otra vez sin parar. La llevo en el mp3, me la pongo en el ordenador del curro, la estoy escuchando en este momento. No es la letra, desde luego. Y la canción tampoco es gran cosa pero NO QUIERO DEJAR DE OIRLA. Y si intentase explicar por qué o qué sensaciones me produce, no sé si sabría hacerlo a pesar de intentarlo con mucho más de mil palabras.

sábado, febrero 07, 2009

Lo de las fotos de perfil no deja de sorprenderme. Me molesta que no se tenga foto. Es decir: si te haces una cuenta por probar y no te gusta, vale; pero si la tienes activa y participas, leñe, ponte una foto. No me creo que no sepas subirla o que no tengas. Es que es muy cómodo cotillear de todos los demás y no aportar nada. Pero bueno.

Y sobre las fotos de gente que no conoces, bien podría hacerse un estudio psicológico. Por ejemplo, por qué hay fotos acompañados. Me pregunto si en algunos casos es para demostrarle al mundo que ¡eh, mira, tengo novio! o si la persona no sabe ser persona por sí misma. Debe haber otras razones, pero no las entiendo. Teniendo una hija a la que quiero más que a mi vida, y un jevi con el que comparto esa vida y sin el que ni me veo, sigo siendo Bereni-C y como tal tengo un perfil único en facebook, una cuenta en messenger, un curro, unas ideas, un espacio.
Curiosa la foto de una conocida que se encaprichó con un chico que tenía novia. Tan ciega estaba porque ella "lo había visto primero" (es decir, había tonteado con él una temporada antes de que el chico empezase a salir con la que ahora es su novia desde hace más de dos años) que se llevó el palo del siglo cuando le quiso entrar este verano y el chico le dijo que él quería a su novia. Pues bien, ha colgado en facebook su foto... abrazada al susodicho. ¿Esto es tontería, cabezonería o mala leche por si la novia se asoma al facebook y la ve entre sus amigos?
Que me enrollo y me disperso.

Qué decir de las fotos de boda. No las de los novios, no, las de los invitados. Todos nos emperejilamos para este tipo de eventos pero ¡por dios! ¿No te das cuenta de lo ridículo que estás con ese esmóquin que te sienta como a un santo tres pistolas, tú, que vas con vaqueros rotos, tenis hechos polvo y camisetas descoloridas EL RESTO DEL AÑO? ¿O tú, en esa foto pintada como una puerta con un traje que a tu abuela le quedaría antiguo o a tu hermana pequeña la haría parecer una putilla barata, que vas habitualmente vestida de perro flauta?

En fin, yo no sé si le doy demasiadas vueltas a las cosas, si es que soy demasiado self-conscious, como dicen los ingleses, o qué.

Plus plis plas.

viernes, febrero 06, 2009

El sitio es pequeño y algo opresivo. La silla tiene un artículo determinado porque no podía ser otra: todo el mundo la conoce. La pobre ha llegado a ser vulgar, aunque no tiene la culpa.
Hay una ventana pequeña, dos. Hay cuatro paredes pequeñas. Hay un señor que me saluda con una familiaridad que me choca.

Lección 1
Está demasiado cerca, me revuelvo, incómoda.
Y hay un poco de agua en un rincón. Un pequeño charco, no, un escape. Una inundación que sube en silencio cabalgando sobre una voz demasiado fina, demasiado joven.

Lección 2
Hasta que como sin querer hay un océano lleno de ondas doradas. Hay olas negras que se distinguen en el grado y brillo. Hay una pausa en el tiempo. Un salto. Una escalera de caracol. Una noche terciopelo azabache y caliente. Una tormenta suave, unas hojas secretas.

Fin de la clase
Y emerjo en el metro, como un pez desbocado, a otra noche distinta donde hace frío y el aire atraviesa a las personas.

Lo aprehendido
La fuerza de las mareas, la inmensidad del mar. El miedo de ser chiquitita y que me devore su boca negra.
La tormenta de mi sangre encerrada y sin ojos. El miedo de que la presión de la sal la haga salir a borbotones para descubrir, tal como temía, que es negra como la boca del mar.

jueves, febrero 05, 2009

Ya tenía una continuación para el esbozo de la vida ejemplar de H. Es algo sobre respirar.

Ya tenía una madeja, más bien nudo, cuyo primer hilo había conseguido asir apenas con las uñas. No sé si otra vida ejemplar, pero definitivamente algo sobre una barbita de tres días para ocultar el qué.

Y quizás un apunte sobre el miedo a la felicidad. Mejor dicho: a la euforia. Mucho mejor dicho: a un estado de bienestar irritantemente nervioso y agotador, incontrolado, inducido y, por ello, fuera de control, mezclándose con una buena dosis de ansiedad al no saber manejarlo.

¿He dicho ya que desde hace dos días cualquier invento humano se rompe a mi paso? Los auriculares del iPod, el fregadero, el cargador del móvil y...

Hacía tiempo que no se me acumulaban las polillas-cosquillas que me impulsan a teclear trozos de mí y mis trozos.

Justo ahora se me ha roto el portátil.

Sigh...

miércoles, febrero 04, 2009

Pues eso. Tomando el control. Descubriendo que todo es posible, que tengo el mundo en mis manos. Y esta recién adquirida consciencia me hace bien. Lo único malo es que me dura apenas una semana. Y sin pastis.

¿El truco? Sí, hombre ¡a ti te lo voy a contar! :-)

lunes, febrero 02, 2009

..que viene que viene...

Ya vuelvo a tener fecha de caducidad. El 6 de marzo. Pero esta vez no me quiero marchar.

Veremos.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
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