domingo, mayo 30, 2010

Hay días o uno sólo en los que te rebelas. Ante todo.

No quiero esto en mi vida, ni esto, ni esto, ni aquello. Se acabó. Stop. Fuera.

Es como un click en la cabeza. Es como abrir el armario y tirar la ropa vieja. Ropa que ya no sienta bien o que quizás nunca lo hizo. Que aprieta, cae, molesta, duele o te hace tropezar. Con agujeros, con bolitas.

Fuera de mi vida esto, lo otro y aquello. Fuera de mi vida tú, tú y tú.

Dar la patada, pisar fuerte y no mirar atrás. Con más determinación y firmeza que con rabia o dolor.

Y eso es bueno.

Y en esos días, aprieto los dientes y bailo por dentro. Empujo un poco más el acelerador y acaricio el volante sintiendo cada vibración del asfalto.

viernes, mayo 28, 2010

Casi todo tiene un lado positivo. Quiero decir, relativizando, claro.

Vivo en un barrio donde cada día hay más inmigrantes. Vivo en un barrio colorido, vivo, cosmopolita, abierto 24h o casi. Hasta ahí, guay. Pero también vivo en un barrio ruidoso, superpoblado y donde el comercio tradicional se adapta a los nuevos habitantes, bien desapareciendo, bien vendiendo productos de menos calidad. Es lo que hay: a menos poder adquisitivo, vendamos zapatos de plástico, ropa de plástico.

En fin.

También tengo la suerte de tener un edificio enfrente bastante cerca. Tanto, que oigo la radio de los vecinos. Sí señor. Si los vecinos, además, se sientan a hablar a voces en el minibalcón, miel sobre hojuelas. Y si lo que tienen es atún-con-pan-atún-con-pan (reguetón) tol santo día con la ventana abierta y mis cristales retumban, pues viva y bravo.

En verano, los niños juegan al balón en la calle hasta las 12 de la noche o incluso más. Verano que yo sigo levantándome a las 6 para currar.

¿Qué ventajas tiene eso? Bueno, obligarme a mantener las ventanas cerradas hace que entre menos polvo y, por otra parte, para tapar el puñetero atúnconpan, me pongo yo música de la que tapa, es decir, rock o algo así, nada de baladitas. Y ahora estoy descubriendo la discografía completa de Rosendo, mirustúpordonde, que yo apenas si le conocía dos canciones.

Hoy Minibere ha cogido su micro rosa de Hello Kitty, su guitarra rosa de la susodicha (sí, es que estaba de oferta, copón), y se ha cantao y bailao un “Maneras de vivir” que al jevi poco le ha faltao pa que se le caigan lagrimones como sandías.

Todo tiene su lado bueno, os lo digo yo.

Por cierto, SE VENDE PISO.

jueves, mayo 27, 2010

El cuarto de Minibere es fresquito y silencioso. El sol se está poniendo y su luz lo amarillea todo a través del estor del mismo tono. Me ha pedido que le ponga música. Tenemos un cd instrumental que grabé antes de que naciera, una recopilación de clásicos para bebés. Está sonando Para Elisa tocada con una flauta suave y dulce.

Hay dibujos de Minibere, fotos y muñecos por todas partes. Yo estoy acostada con ella porque hoy le cuesta un poco dormirse.

Mamá ¿has visto qué pies más grandes tengo ya? –me dice, agarrándose un piececillo.

Cuando naciste era así de pequeño –le señalo.

¡Mamá, qué pequeñito! –y se ríe. Me echa un bracito por encima y me abraza. Siento su piel suave y fina, el olor de su pelo, el calor de su cuerpo menudo.

Soy inmensamente feliz, como no recuerdo haberlo sido antes de que estuviera. Como lo seré cada vez que me abrace.

Qué suerte tengo.

lunes, mayo 24, 2010

Hay dos cruces que me persiguen de curro en curro: la una, las comisiones. No importa a qué se dedique la empresa ni a cuenta de qué vienen las susodichas: siempre me toca a mí su cálculo, reparto, cotejamiento o lo que sea. Debo tener cara de.. de… bueno, de “comisones a mí”. Como pille al cabrón que me ha tatuado esa frase en la nuca, lo descojono con la calculadora.

La otra cruz es el curso de atención al cliente. Teniendo en cuenta que prácticamente todos los trabajos que he tenido han sido de cara a la gente, en fin, es lo que hay. Ya llevo 4 o 5 cursos en 9 años.

Y esta vez hemos hecho llamadas ficticias. Uno se marchaba a una sala aparte y otro compañero le llamaba. La conversación se grababa y analizaba. A mí me tocó el compañero hijoputa graciosete, y me dió una chapa increíble a base de gritos y de dónde está mi material que sois unos inútiles y me he quedao con tu nombre, que te enteres. Nos reímos hasta llorar al volver a oírla.

Sí, han sido dos días. Y eso es mucho, teniendo en cuenta el volumen de trabajo que manejamos y la presión con que lo hacemos. Pero ha merecido la pena. Nos hemos reído tanto y nos lo hemos pasado tan bien que el objetivo del curso más ha parecido ser acercarnos los unos a los otros que atender bien las reclamaciones.

Perlita también ha hecho el curso, aunque no en mi mismo grupo. Al salir le ha dicho a sus compañeros (hasta arriba del curro acumulado al faltar dos miembros del departamento) que ella necesita aprender más y que, por favor, varias veces al día le hagan llamadas de mentira para así coger más práctica.

Se ha hecho un silencio espeeeeeeeso espeeeeeeeso como un puré de patatas.

Y luego las carcajadas creo que han llegado a Pernambuco.

Animalico.

sábado, mayo 15, 2010

Me disfrazo de mujer-bala (de cañón, claro está) y vuelvo a protagonizar, tras meses de inactividad,  La Gran Ballena Blanca. Ese docudrama que se desarrolla en la piscina de un barrio cualquiera y que tanta emoción transmite. Ejem.

Tengo monitor nuevo. Me pregunta si sé nadar. Le digo que tengo bastante experiencia en el agua, como boya, mayormente. Cincuenta y cuatro largos, dice, sin despeinarse las piernas (normal, con el neopreno…).

Vale, ocho y despacito, le respondo.

Chof chof chof. Chof chof chof.

Al segundo largo, empieza a dolerme el bíceps izquierdo.

Chof chof chof.

A la media hora, se me coge un gemelo. AAAAAY.

Chof chof chof.

En las otras calles hay dos chicos cuerpo danone haciendo los cincuenta y cuatro largos. En una de nuestras breves coincidencias les pido que, por favor, me traigan de vuelta un trozo de esponja grisáceo que debe de andar flotando por el camino. Es el pulmón izquierdo y le tengo cierto cariño.

Una hora o así después, duchita y bus a casa. Me tiemblan las piernas y me duele el alma. Cada vez que muevo la cabeza, oigo algo así como CRRR CRR SRRR en el oído derecho.

Y bueno, que viva el deporte… o algo…

lunes, mayo 10, 2010

Y a ver qué hago yo ahora, como un tigre en la jaula, como un padre en la sala de espera de los chistes gráficos.

Me han metido a la fuerza un secreto en el bolsillo, y duele y quema. No por revelarlo, que no es ese el problema, sino por soportar su peso.

Tan alterada estaba que he llamado a todos los ángeles sin cabeza que conozco.

Y comunicaban.

Y yo con esto no puedo dormir, no puedo.

Tengo que hablar con su dueña, tengo que decirle que no cuente conmigo, que lo tire a un pozo, que lo encierre en una caja y lance la llave al mar. Que busque a un herrero para cortar los grilletes, que le ayude a aflojarlos. Que yo no entiendo de cárceles ni de juegos de miedo. Que yo estoy aquí y estaré, pero que no me haga esto.

sábado, mayo 08, 2010

Me ha dejado la dirección de su blog y me doy cuenta de que apenas la conozco. Porque en sus twitts y publicaciones se ve un trasfondo triste, mucho. Compartimos risas, frikadas de internet y un odio.

Una perla entre las algas [vale, sí, a lo mejor debería dejar de ver Bob Esponja con minibere mientras escribo].

El caso es que, en un entorno en el que he aprendido a callarme las aficiones porque estoy harta de que me miren como a un bicho raro, con ella puedo hablar de blogs, de la Iglesia del Monstruo de Espaguetti, de camisetas de La Mona Chita, de rock gótico, de Tim Burton, de los #ChuckNorrisFacts y comentar las mejores escenas de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada.

Por supuesto, tenemos un mundo entero de cosas que no compartimos. Un mundo sorprendente que no se parece en nada al mío. Y eso es bueno porque abre puertas. Y también nos separan un buen puñado de años. Ni ella ha visto Mazinger ni yo Los Diminutos, por poner un ejemplo.

Pero a lo que iba. Sorprende leer lo que escribe. Sobre todo, porque es una persona que parece alegre y tiene una sonrisa de las que le iluminan toda la cara y le hace los ojirris dos pequeñas sonrisas paralelas. Sobre todo, porque no es consciente de que se hace querer por mucha gente. De que su forma de hablar y moverse, tranquila, serena, transmite paz.

El otro día le mandé un enlace a una entrada antigua de este blog. Pero no ha seguido leyendo, por lo que puedo seguir desatada. Ya sé que me arriesgaba a lo contrario, pero tampoco me importa tanto. No he dicho nada aquí que le pueda sorprender.

El otro día arranqué el coche y justo saltó el cd que había estado escuchando por la mañana. ¿Te gusta AC/DC? –le pregunté, bajando el volumen. ¿Pero cómo no me va a gustar? –me respondió.

Nos estamos conociendo. Y lo mismo luego decidimos que no nos gustamos. Nunca se sabe.

Pero se me viene a la cabeza la frase final de Casablanca. :-)

jueves, mayo 06, 2010

Un día me doy cuenta de que no me apetece nada encender el ordenador, y lo que parece pereza acaba confundiéndose con un rechazo como de polos del mismo signo.

Cosa rara.

Hoy he vencido la resistencia, una semana después. Aún no he abierto Facebook, pero ya le he dado una vueltecita a Twitter. Twitter me gusta.

He recogido tranquilamente mi casa, he visto la tele ¡he empezado el libro que el jevi y minibere me regalaron por el día de las madres!

Jodó, que lo he disfrutao.

Y, sin embargo, me han dado ganas de escribir en el blog.

Toi como una puta cabra. :-)

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

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