Y aquí me veo, cantando canciones de Machín (y lo que haga falta) para que un moco de 48 cm se duerma... Y del jevi ni os cuento: él no le canta pero se le pone una cara de padrazo tienno tienno que más se parece a un oso amoroso que a Rosendo.
Que digo yo que la vida sigue, que hay más cosas en el mundo aparte de mi hija pero ¿qué cojones voy a pensar o a escribir si me paso las 24 horas pendiente de cacas, lloros, teta, gases...? Ahora que tengo un rato ¿os cuento la última del pediatra? ¿el último modelo de termómetro? ¿la habilidad que tiene la jodía para cagarse y mearse justo cuando le has quitado el pañal sucio y está sobre el cambiador no importa lo que haya esperado para quitárselo de debajo?
Ah y que sepáis que lo de los hijos es como el fútbol: nadie tiene ni puta idea pero TODOS te dicen lo que tienes que hacer. Déjala llorar, no la dejes, cógela en brazos, no la cojas, dale pecho a demanda, imponle un horario... Santa paciencia.
Necesito un kit-kat pero ¿a quién quiero engañar? Ayer me fui una hora a hacer compra y cuando volví casi me faltaba el aire pa cogerla y achucharla. Tan pequeñitos y tan jodíos, hay que ver.
Prometo intentar no hablar más de la fiera corrupia en próximos posts, pero no creo que lo consiga.
miércoles, diciembre 06, 2006
Tú habla lo que quieras de la fiera, en estos momentos no existe nada más importante para ti, y así podemos conocerla desde sus inicios :D
Yo estaría encantada de ler crónicas de tu bichito.
En serio, ;-)
Muuuaks.
P.D. ¿Has probado con una cinta?
Perdón, CD, mp3... etc. XD
JAJAJAJAJAJAJAJA.
Dios qué bueno el primer párrafo. Venga ánimo, que luego son peores. ;)
Lo de que los niños es como el futbol es verdad, me he partido el culo con ello un rato... Ciertamente todos tenemos opiniones pero los padres sois vosotros y ese papelón no os lo quita nadie...
No conozco a ningun padre que no se le caiga la baba con su nene/nena.
Por cierto: Lo de los pañales prueba a soltarles los amarres y un minuto después se lo abres; a mí me funcionó. Eso ocurre porque en nuestro afán de que no se les salga les apretamos la vegiga y el estómago, y al soltarle los amarres... Inundación!.
Que os sea leve.
Un saludo.
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