Cuando abrí mi primer blog no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Es más, no tenía ni medianamente claro cómo funcionaba esto de los blogs y hasta llegué a pedir permiso a José Antonio Millán para poder enlazarlo.
Pero mucho antes, cuando le di al botoncito que ponía “crear” (o algo parecido) me encontré con que debía elegir un nick. Y puse Berenice. Porque me fascinaba el relato de Poe y porque el nombre me llamó muchísimo la atención cuando lo oí por primera vez en una telenovela brasileña (Berenice era la mujer, verdadera poseedora de toda la fortuna familiar, del dueño de la casa. Éste la mantenía encerrada y escondida en el desván porque, según él, “estaba loca”).
Y el nombre estaba cogido. Tsk. Para mis lectores sudamericanos: no con el sentido que tiene en algunos países de allí, por supuesto. O sí, porque bueno, el nombre me lo habían jodido: ya había una Berenice bloguera (y más que he visto después). Probé con una variación, y luego otra y luego otra y, ya hasta el moño, se me ocurrió lo del guión y la C.
Y así he estado desde 2005, 4 años hizo en abril, el primero en el blog negro y los otros aquí en el naranja.
Y de pronto, empiezo a recibir visitas desde sitios desde los que antes no venía ni Cristo. Y a recibir comentarios de gente de aquellos países. Qué raro. Pero la cosa va a más. En las búsquedas, me encuentran tras poner en google todo tipo de calificativos detrás del nick. Extrañada, me pongo a mirar y doy con la causa: una cantante de aquellos lares cuyo nombre artístico, mirustépordonde, es justo este nick, cagontóloquesemena. De sobrenombre “la novia del sureste”. Hala, con dos tal y un palito.
Bere y su grupo, se subtitula esta foto en el myspace de la cantante, Gacelita, te estoy oyendo reírte, arfavó, no se te ocurra dejar de llamarme Bere para cambiarlo por “lanoviadelsureste”. Mira que vas en contra de la economía del lenguaje y en contra de que no te pise con saña cuando te vea con sandalias.
Aparte de que este tipo de música no me gusta (para gustos, los colores) hay que ver la de gente que cree que este es su blog oficial o algo, que hay que ser mendrugo para no darse cuenta al medio minuto de que no soy más que una “pelada” que cuenta sus maaretás (majaretadas, en castellano) por puro exhibicionismo/inconsciencia/desahogo/porquemedalagana.
Esta es la señorita en cuestión. Ay madre. Mira, rollito gótico en la vestimenta y cuerpo de aúpa. Más quisiera yo parecerme a ella en lo físico (pero con más tetas, ojo) y en la voz, pero señores… que no. Que yo soy la gorda que tiene una cría que no la deja dormir, un jevi y dos gatos en ca’padres, y canto como si atropellaran a ambos gatos cada 5 minutos. Snifs.
¿Y ahora, qué? ¿soy Bereni-C la mala o la buena, como Tamara? ¿Yurena-C? ¡Pero si yo no uso laca!
A los que venís buscando a la chica mona que canta, lo siento, que no soy yo. Como dice el refrán: mi mujer ha malparido, trabajo perdido.
A la chica, si entrase aquí a ver quién puñetas es la usurpadora (ejem, hablemos de fechas…): te deseo lo mejor. Yo ni canto ni na de na.
Y bueno, que le cambio el nombre al blog. Avisados quedan. Estén atentos a sus pantallas.
O si a alguien se le ocurre alguna otra solución, que me lo diga.