Viernes, 6:30 a.m. El jevi me enciende la luz y me dice: mñbsññmmm ññbss (o eso le entiendo yo desde mi descomunal torta y pegamiento de sábanas). Sí, ahora me levanto, dame 5 minutos –le respondo. Y se acuesta en la cama cabreao. (!)
Que resulta que está mu malito y lo que me había dicho era que se moría mucho y que llevase a minibere a la guarde yo. Esto implica, por la hora de apertura, que llego mínimo media hora tarde al curro. Weno, pos vale. Angelico mi jevi, ea ea.
8:20. Al salir a la A1, veo que… no salgo… y que no… y que estoooo ¿está encendido el motor? ¿estoy aparcada y no me he enterao? Atascazo monumental. Menos mal que a mí plin con mi musiquita y mi radio.
8:40. Voy a llamar a la ofi para avisar de que voy tarde. ¿Con qué móvil? Ah sí, con el que me dejé ayer sobre la mesa del curro cargándose.
9:00 Cómo no, un carril cortado.
9.15 Llegada a destino. Por supuesto, tengo que aparcar en el sexto pino y andar al trote cochinero hacia el algodonal.
9.25 En el ascensor me doy cuenta de que me he venido con las gafas de sol (graduadas) y que tengo las de ver en el coche.
Me paso la mañana entre ver regular y peor. Es lo que tiene que la visión de cada ojo sea diferente y tenga una afección distinta. Cuando el izquierdo me pica como si se me fuese a caer de un momento a otro, decido ponerme las gafas de sol graduadas.
11:05 A la décima vez que me piden un cupón que acabe en siete o que cante por La Niña de La Puebla, se me inflan los glinglines y decido que mejor no ver que pasarme el día oyendo la misma broma una y otra vez.
Y además, hoy vienen mis cuñados a casa.
Citando al gran Forges: Viva, proclamo.
Jajajaja... Pero sí, hay días así. ¿Y por qué no volviste al coche a por las gafas?
Porque habiendo llegado una hora y cuarto tarde me daba palo... aparte de que el coche estaba aparcao a tomar por saco de la ofi.
Y el minibere, en la guardería bien? Que lo he perdido en algún lugar del relato, y temí que terminaras en la página de sucesos, "madre que se deja en el coche al niño".
En fin, si es que la vida no está hecha para contingencias como caer enfermo, ainsss.
Esto es lo que llamo un viernes del infierno.
No te frustres, mujer, que es normal que uno a esas no escuche ni a una aparición de la Virgen o de Ronald McDonald.
Es lo que hay cuando es temprano por la mañana.
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