viernes, julio 03, 2009
Te reconocería en cualquier parte. Tu sonrisa estúpida, que no podía soportar, sería un faro de xenón directo al nervio óptico, como un dolor agudo bajo los arcos ciliares.
Te odiábamos. Suena fuerte, pero es la verdad.
Te despreciábamos.
Alguna vez me he preguntado si, realmente, lo merecías. Y la respuesta siempre ha sido que sí.
Pero si volviese atrás en el tiempo, no lo volvería a hacer. O sí. Da igual ¿verdad?
Cada vez que oigo esta canción de Nena Daconte y veo la sonrisa final del vídeo de Tenía tanto que darte, me acuerdo de ti.
Nota: no conocía este vídeo de la versión de Carlos Jean. Mola, pero me sigo quedando con la versión original.
Y qué bien que no está
ese idiota que te aportó
muy poco ó ná,
y que bien que no está
el que no sabe lo que se perdió
y que no supo dar
lo que tú sin duda encontrarás.
Un abrazo.
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