Mi último día. Los últimos achuchones en el metro. La última subida de cuesta embarrada. El último tramo del camino que tanto odiamos los que lo recorremos dos veces al día de lunes a viernes. Bien.
A lo mejor el fallo es el maldito iPod, que me traiciona. Está sonando la misma canción que solía ponerme una y otra vez cuando dejé la anterior empresa y empecé en esta.
We have to…break break break
Washed away
Y lo que me empieza a picar en un rinconcito de la garganta es el Washed away. Porque si antes para mí significó “borrón y cuenta nueva”, ahora no veo la cuenta por ninguna parte. Se acabó, you’ve been erased, que decía el Chuachenaguer.
Así es que me paro ante la puerta de la oficina, tomo fuerzas y BUENOS DIAS NOS DÉ DIOS (sonrisa).
Voy bien, estoy bien. Don’t panic, don’t panic.
Enciendo el ordenador y miro mi ovejita. Voy bien, estoy bien. No se acaba el mundo. No perderé el contacto. Me han dicho que están intentando recolocarme (y me lo creo). Mira, por ahí viene el jefe:
Jefe: Buenos días, Bere ¿Qué tal lo llevas? Tu último día, qué pena…
(Pausa. Oveja poniendo cara como de picarle mucho la nariz o estar estreñida o algo así raro...)
Bere: BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Jefe agobiao: Bueno, bueno, que si eso vuelvo luego ¿eh?
Bere-fuente-de-Versalles:SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII BUAAAAAAAAAAAAAAAA HIIIIIIIIIIIIIII
(Jefe agobiao que sale como alma que lleva el diablo)
Bien empezamos, sí señor.
DIOSSSSSSSSSSSSSSSS!!!
bere darling... tranquila, verás que todo llega.
bere-fuente-de-versalles ... genial!
O_o ¡¡llorona!! :P
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