Llevo dos días desquiciá comprobando el correo y mirando el móvil (a ver si suena si lo miro con mucha intensidad) esperando una respuesta. Y la respuesta me llega conduciendo (viva el manos libres y el canalillo que me permite sujetar el chisme a una altura decente como pa entendernos; me pilla una cámara de Tráfico y me multan por chalá). En una hora tengo que volver a disfrazarme para ir al mercado a venderme. No me puede decir nada por teléfono pero que quiere verme. Y yo que me planto allí con mi mejor sonrisa y mi capa de pintura que dice "contrátame contrátame". Nos sentamos en una salita. Divaga. Meto primera y arranco: wenoestoquémeteníasquedecirrr... "Ah sí, que ahora viene una compañera, a hacerte otra entrevista" (??????). Y na, que ha llegao la compañera y he empezao a hablar inglés como el que come pipas. ERA OTRA PUÑETERA PRUEBA. Agggs. Qué agonía por diossss. Menos mal que lo mío es el cine, digo, el parloteo. Y allá que blablabla bicos ai espik inglish veri güel, ai am de caña, ai want tu trabajar jiar bicos dis empresa is de very leche, etc. En fin, que todo muy bien y mañana me dicen si me acogen en su generoso seno o si me pueden ir dando por culo a mí y al precioso tiempo que he perdido comprándome el traje, pintándome y enseñando los dientes. Por último, la pregunta de siempre ¿hay algo que quieras saber o que quieras decirnos? Sí, bonitos sí, que se avisa por teléfono de que me váis a hacer OTRA entrevista y que va a ser en inglés y que si sabéis cómo se dice "mecagontusmuelas" en el susodicho idioma.
Mañana, de desenlaseishon (o deslink, que también le dicen).