Que he dejao el régimen, mirusté mirusté qué pena, no sé si volverá (do-re-mi, do-re-fa).
La empresa que al final no me ha contratado fabrica unas pilulas mágicas que actúan a nivel neuronal provocando sensación de saciedad y eliminando tanto la ansiedad (y, por tanto, la ingesta compulsiva de alimentos que de ella se deriva en personas como yo) como el hambre (viva, bravo, la fórmula de la felicidad). ¿Y qué me han dado a cambio? Una depresión y un constante estado de irritabilidad salpicado de ataques de ansiedad que ríase usted de la señora Seisdedos cuando se cruzaba con Arlequín.
Es decir, que primero me hacen pasar por dos entrevistas, luego me comunican extraoficialmente que me queda la tercera y última pero no me llaman y me tengo que enterar por mis medios de que el puesto está cubierto y, se ve que, para cubrir semejante desliz y malafollá, deciden matarme, eso sí, de modo que parezca "un accidente".
Pos mirusté que no, que hace más de una semana que he dejado las pastis. Que tengo más hambre que el perro un ciego y que probablemente haya engordado uno o dos kilos pero JODER QUÉ BIEN ME SIENTO AHORA Y QUÉ CONTESTA ESTOY OSTIAYA.
Ea. ¿Mesentiende o tengo que coger el ladrillo y liarme a bolsazos contra el que me toque las narices?
Pues eso.
Una oveja escuchimizada no mola. Las ovejas, como las vaquitas, somos más guays si tenemos bordes aerodinámicos y redondeces varias ¡con lo bueno que está el pasto! :D
Pide a los reyes magos un saco de boxeo, descargas rabia, aumentas la fijación de tus pecotrales y encima quemas calorías. Menudo chollo. :D
Yo pienso hacerlo.
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