Y una va creciendo y va quemando etapas. Y los versos de Bécquer que me hacían suspirar ya no son más que unas rimas un tanto cursilonas, que tienen su mérito, pero en el contexto del Romanticismo, no más allá (y la idea de la muerte acechante, y esa debilidad pálida, qué bonito, oye). Las carpetas de corazones y cachorritos acaban siendo muestra del horror del acné juvenil.
Pero no, oye, que hay gente que ahí se queda ¿eh? Y te encuentras en las asociaciones de vecinos a esa gordita cincuentona sonriente que recita: "A la flor / le doy mi amor / porque lleva mi dolor / como la prístina luna y su candor". Ole. Plas plas y plas.
Admito que no soy nada romántica. Cuando conocí a mi complementario, a los pocos minutos él nos definió a ambos con tal precisión que casi da miedo. "Somos igual de románticos que una alpargata del 44". Por eso me sorprende que, habiendo superado los 12 años, el resto del universo siga con sus corazoncitos, cachorros y poemas. Tengo amigas a las que quiero un montón. Con una de ellas he estado intentando montar un foro... y nada... el intercambio de fotografías para el fondo es de risa. Yo le mando dibujos de vacas saltando con las tetas al pairo y ella me manda bebés sobre grandes flores disfrazados de abeja... un desastre.
Pero que me voy del tema. Hace muuucho muuuucho tiempo que ya no quiero ponerles a mis hijos nombres como "Selene" o "Berenice" por varias razones, entre ellas: porque me suenan a rimbombante en plan merdellón (tirad de diccionario malagueño, tirad) tipo "Yonatán" o "Yéremi" (quiero y no puedo ser moderno y americano, por eso a mi hijo moreno y color aceituna le pongo nombre yanqui pero con la grafía que me sale del parrús).
Y luego, pues que hay cosas que no puede una evitar que le recuerden a otras. Por ejemplo, una compañera de curro, que le quiere poner a su niña un bonito nombre típico de cierto lugar y con connotaciones románticas y que a mí me suena tal que A NOMBRE DE PERRO. "Aquí, fulanita, aquí... toma bonita, toma". O el caso de una pareja de conocidos, que unos dirían que confunden el culo con las témporas y otros que son libres de llamar a sus agregados como mejor les parezca. (Y teniendo gatos con nombres de héroes griegos mejor debería callarme). El caso es que tienen una perra y una niña. Una se llama Lola y la otra Luna ¿adivináis cuál es cuál? Me pregunto, siendo el próximo niño varón, si habrán pensado en ponerle "Canelo"...
jueves, abril 12, 2007
Yo tengo una gata llamada Luna, pero es que venía de serie porque la adopté con cuatro añitos y ya no nos respondía a otros nombres...
Y un gato llamado Zingo.
No sabemos si pronunciarlo Ziño o Zinguo, el caso es que también venia con defecto de serie.
ES una fotocopia de Garfield.
Para nombres raros yo conocí a un tal Gordonwulfo, que evidentemente se quedó en "Gordon"; todo debido a no se qué rey Visigodo.
Y conocí a un tal "Belash", palabra egipcia que tampoco sé que significa, pero que le traía muy de... Ass.
Un saludo.
Pero qué pechá de reír me he pegado con este post... juas!! A mí con los nombres me pasa lo mismo, algunos son "de perro", directamente.
Un besote
Yo conozco un Gandalf, y cuando me le presentaron pensé que era su nick, pero no, es tal cual viene en su DNI... O_o
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