Que llevo años cerrada a cal y canto.
Que no puedo, que el bloqueo.
Que hablo, comparto, digo, hago, pero que no siento. Que es inercia, supervivencia, costumbre, el qué dirán, donde va Vicente. Que sí siento pero no como algunos creen.
Que cómo permitirse querer a alguien sabiendo que va a dejarte en alguna parte del camino, sin mirar atrás.
Que quiero que me quieran pero que por eso no quiero que lo hagan. Que luego me acostumbro y para qué.
Que la idea de apertura es un miedo irracional que se traduce en cerrar los ojos, cruzar los brazos sobre la cabeza. Y si hay que abrirlos, nunca mirar a otros directamente.
Que la apertura de la que hablo no se ve. Que no es contar o no mi vida (eso no me cuesta NADA). Que la apertura es al calor y al frío.
Que el miedo es el cerrojo.
Que a lo mejor ahora que lo reconozco y lo escribo, que a lo mejor.
Que vaya güevos gastas contando esto.
Yo te quiero, asín, a mi manera y en mis formas, desde el desconocimiento quasitotal de tu persona ya no te digo física, que además y sobre todo, te quiero importándomeunamierda lo que pienses.
Es curioso querer a alguien tan sencillamente, sólo por lo que te leo, por los ratos de tuiter, por tu maravillosa minibere. ¿Es posible? Claro que lo es. Porque lo poco que se te intuye, mola.
Quiero decir, que me da igual lo que creas, que probablemente tú también abandones y que otros algodoncitos vendrán a sanar, que deberías darte cuenta ya que da igual lo que tú quieras y cómo y a quién, lo suyo es no cejar.
total, que te dejes de chorradas y hagamos una multicultikedada y bebamos todos como cosacos, que eso que une.
Pues que aunque Fle sea a lo alto y yo a lo ancho, te quiero como ella. Y que sí, que quedemos y bebamos, cada uno lo que buenamente quiera.
Que yo también soy muy cerrada, pero a lo de beber y quedar, me apunto. Son mis deberes.
Oh, he visitado tu blog!
Y qué puedo yo.
Un abrazo, que seguro que se queda corto, pero en fin.
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