Ocho minutos, me han dicho. He entrado y, de pronto, BZZZZZZZ un ventilador sobre la coronilla a todo trapo, luces brillantísimas (¿blanco tirando a azul?) y CHUNDA CHUNDA CHUNDA CHUNDA. BZZZZZZZ. Calorcito que se convierte en calor. CHUNDA BZZZ CHUNDA CHUNDA. Casi no puedo oír mis propios pensaCHUNDACHUNDACHUNDA!! Ah, perdón, se me olvidaba: BZZZZZZZZZ!!!!!
¿Mi primera vez en una discoteca? No, en una cabina de rayos UVA.
Ocho minutos en bolas mientras suenan canciones CHUNDACHUNDA a todo trapo (¿la música era para entretenerme o para que se me hiciera eterna la sesión?) son MUCHOS minutos. Máxima FM, se llamaba la emisora del demonio. He salido con una extraña mezcla entre ganas de matar y ganas de escuchar los grandes éxitos de José Luis Perales (para compensar): TODOS.
Esto de probar cosas nuevas va a acabar conmigo… Qué malos son los 40. Los Principales, sí… claro… a eso me refería… ejem.