B. es un personaje plano, no en el sentido metafísico o psicológico: es que es bidimensional. Además, no tiene nariz. Por eso trabaja a tiempo parcial como secundario en una tira humorística de difusión nacional. Tiene vis cómica y su papel ha llegado a ser imprescindible, puede decirse que le va bien.
SIN EMBARGO
pasa las noches solo. Pero no en el sentido físico o literal: es que tiene un vacío interior con el que no sabe cómo proceder. B. tiene un notable éxito a la hora de conseguir compañía para la cama (o el sofá, o la encimera, o un rinconcito en un museo, eso es lo de menos).
PERO
su deseo es incompleto, le falta algo, lo siente insípido. B. no tiene nariz y, por tanto, carece de sentido del gusto y del olfato.
GRAN TRAGEDIA
porque sólo puede imaginar olores y sabores. Sabe que el olor le excitaría, le haría desear intensamente, le llevaría a perder la cabeza. B. no tiene nariz, pero nunca ha perdido la cabeza. Y eso cree que es triste. Es como ver pasteles a través de la vitrina y lamer el cristal. Desea pero así, en escala de grises. No conoce la pasión. No siente el impulso eléctrico que le podría cegar, no saborea la piel, no se expande en los poros de la piel, no es. Podría decirse que B. es frígido o que el sexo ya es sólo algo mecánico.
Y así no, claro que no.
Menudas paranoias te montas. O_o
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