Como decían Los Burros: delgada como el viento.
Me habla del chi que todos tenemos y que está intentando canalizar. Tiene los ojos grandes y oscuros, a veces tristes pero siempre con una luz de sonrisa que derrama sin esfuerzo.
Me está enseñando (sin saberlo) que hay que tener paciencia, que las sombras de alrededor no son tales la mayoría de las veces, que nuestra propia mirada hace fantasmas y eso no es bueno. Que hay que dar una oportunidad antes de rechazar.
También me mete la etiqueta por dentro, me deja mensajitos en el parabrisas cuando tengo un mal día y está empeñada en que coma algo de la fruta que trae de desayuno.
Es más frágil de lo que aparenta, y más dura de lo que parece. No sabe lo que para mí ha significado conocerla.
De todo el que nos rodea vamos aprehendiendo, absorbiendo, integrando actitudes, ideas, sensaciones... Así, hay ocasiones en las que, sin pretenderlo, sin que te des cuenta, tu vida significa más de lo que puedas imaginar para otra persona.
Que no sé para qué ni por qué. Que no tengo claro qué es ni su propósito. Escribo más y otras cosas, pero no podría seguir haciéndolo si las sacara a la luz. No porque sean mejores ni peores, sino porque en el momento en el que escribo esto sé que alguien va a leerlo. Y tampoco son secretos ni intimidades. Es una idea que zas, aplasto contra la pantalla como quien tira un huevo a una pared.
Porque el negro ya no me recuerda nada que quiera que sea parte de mi vida. Y el naranja significa el sol y la resurrección. Sin embargo el cambio de colores o la salida de un largo periodo de oscuridad no me convierten en otra persona distinta. Un poco sí, pero sólo un poco. Tengo la sensación de haber estado sorda y ciega durante dos años, de haber estado palpando a mi alrededor a veces con desgana y otras con angustia.
Sin embargo, es cuando mejor estoy cuando menos me apetece escribir. Abrí este blog naranja y blanco, me gustan los dibujos de ovejas. Pero cuando me ocurre algo bueno, cuando me siento realmente bien, no escribo. Lo disfruto. Ni siquiera me acuerdo de esto. No soy graciosa, no sé contar anéctodas divertidas; si cuando estoy de bajón me sale lo negro para afuera, cuando estoy arriba no soy capaz de producir más que un par de frases que avergonzarían a la propia Laura Ingalls.
En fin, esto es lo que hay. No podéis decir que os engaño.
¿Por qué siempre hay un "amigo" empeñado en mandarnos RV:FW:FW:FW: BUENÍSIMOS!!!!!! que tienen un siglo, que no hacen ni puta gracia y que llegan en cuatro o cinco mensajes uno dentro del otro con nuestra dirección y la del grupo de payasos de su entorno bien visibles? ¿Por qué se siente ofendido cuando se lo hacemos notar... y al poco tiempo vuelve a enviarnos gilipolleces? ¿Por qué tienen la inteligencia de un champiñón?
Misterios del Universo (titotatin... tatin... tatin...)
Pues es que hay días que no, y que no y ya está. Caen chuzos de punta y todo se vuelven pulgas. Como un gato al que le han echado un jarro de agua, los bigotes caídos, las orejas hacia atrás, ese silbido de pura mala hostia casi inaudible.
Hay días que no. Y te caen encima las penas, el frío, recuerdos que pensabas que ni siquiera tenías almacenados, voces que resuenan como eco recién parido, imágenes de hace años, sentimientos de hace un siglo, el dolor en las puntas de los dedos. Y lo más curioso, y lo peor: que duele como si no hubiesen transcurrido más que unas horas, y que se acumula, y así acabas con la cabeza a reventar, con la espalda doblada y ganas de meterte en la cama a ver si aligeras el peso.
Que no tienes ganas de hablar, que no entiendes las bromas, que te preguntas acerca de todo, si merece la pena, si no te engañan, si verdaderamente pintas algo.
Es que hay días que no.
Pues nada, a flipar. Como si no tuviéramos bastante con ser discriminadas y tratadas como seres inferiores en más países del mundo de los que nos gusta pararnos a pensar, ya sólo nos quedaba combinarlo con supersticiones para acabar quejándonos por gusto, como piensan todavía demasiados retrógrados.
Trece taxistas chinos obligan a una mujer a dar a luz en plena calle por una superstición (20minutos.es)
Una mujer dio a luz en plena calle tras ser expulsada del taxi en que viajaba y rechazada por otros 12 taxistas porque, según la superstición china, derramar sangre en un coche equivale a un año de mala suerte, publicó hoy el "China Daily".
Cristina Sánchez de Pablos
"[...] La afición y las empresas están con ella, pero no sus compañeros. No voy a dar nombres porque están en boca de todos. Pero lo cierto es que muchísimos diestros le han hecho el vacío y se han negado a compartir cartel con ella", recita el apoderado.
Mitos y supersticiones en torno a la sexualidad de la mujer
- Cualquier mujer que lleve la iniciativa en las relaciones sexuales es una inmoral. (¿o no se sigue pensando así? El que sale con muchas es un fiera, la que sale con muchos es una guarra y una facilona)
- No se pueden tener relaciones sexuales coitales si la mujer tiene la menstruación, porque puede haber peligro de infecciones.
- La ausencia de himen prueba que una mujer ya no es virgen (fíjate tú, y si no es virgen es LA HECATOMBE)
- Se siente mayor placer cuando el tamaño del pecho es mayor (aquellas que tenéis menos de una 90 que sepáis que eso que sentís no son orgasmos ni ná de ná)
- Una mujer que tiene la menstruación no debe bañarse, ni tocar las plantas, ni hacer deporte, ni hacer mahonesa...
- La mujer que lleva preservativos en el bolso es una buscona.
- La mujer debe esperar a que el hombre le proporcione el orgasmo.
Y no, no mires para otro lado: mírate el ombligo. ¿Cuántas mujeres en puestos de dirección hay en tu empresa? ¿Cuántas sonrisitas sarcásticas han seguido a la frase "mujer tenía que ser"? ¿Cuántas veces has dado por supuesto que una mujer no podía atenderte bien en un concesionario de automóviles? ¿Cuántas madres no se sienten ofendidas si viene su hijo con una chica y ésta no se levanta enseguida a recoger la mesa? ¿Cuánta gente conoces que piensa que al menos un par de mitos de los mencionados arriba son ciertos? ¿A cuántos (incluyendo mujeres, qué triste) has oído decir que hay ciertas cosas por las que las mujeres mejor deberían quedarse en casa con sus hijos?
Y no quiero oír que el hombre ahora también es discriminado en aras del femenismo radical y ciego. Eso está también mal y EN NINGÚN CASO ES EXCUSA para justificar la discriminación hacia las mujeres de obra, pensamiento y palabra (como se dice de los pecados, sí). Cualquier radicalismo es negativo ¿hacía falta que lo dijera?
Qué asco, de verdad, QUÉ ASCO.
...los zapatos de temporada otoño-invierno más feos del mundo.
Sí, sí, son de borreguillo y peluche. Y sí, por dentro son de color lima. Y de nuevo, tenéis razón: son 70 lerus. ¿El tacón? Ah... pues así:
¿Que no son feos? Agrandad las fotos pinchando en ellas.
Esta zapatería que tengo cerca de casa va a resultar un filón de oro para futuros posts. Viva el pijerío hortero, sí señor.
Y hablando de zapatos feos: se aceptan aportaciones. Sí, ya sé que ni este es un blog de prestigio ni me leen más de cuatro gatos pero joder, dejádme, que me hace ilu ;-)
Que digo yo, que yo me pregunto. Qué tienen los sombreritos de paja con una cinta que todo el que cree que ha llegado el momento diversión se siente obligado a llevar uno (?). Se ven en el campo, en la playa pero, sobre todo, en ferias. Venga, que no se diga, unas botellas de fino y unas tortillas, ah sí, y el sombrero de paja que no falte. Qué sería de una feria sin sombreros de paja ¡por favor!
Amigo inseparable de las chanclas y las patillas llenas de pelo asomando por los perniles de esos pantalones cortos de obligado lucimiento, colega de Paquito el Chocolatero, compañero de paellas al sol y pinchitos chamuscados, amigo, incluso, de Julián Muñoz (ese hito de la elegancia). En fin.
Pero ¿y luego? ¿qué hacemos con ellos, con ese recuerdo de un pasado pachanguero y, más que probablemente, etílico, pero totalmente inútil? Pues es evidente: colocarlos en la bandeja trasera del coche. Ea, pa que luzca. Al menos así lo veo en Madriz cada dos por tres.
Y digo yo, que yo me pregunto. ¿Es olvido consciente, es vergüenza torera de llevarse eso a casa o fardeo chungo "mira qué bien que me lo pasé que aquí está la prueba no como todos vosotros pringaos que váis detrás de mí en el atasco"?
Misterios del Universo (titotatin tatin tatin...)
