martes, mayo 24, 2011

 

Así he estado toda la semana.

Villacaos, también conocida como “El Escorial”, está lista para vivir en ella. ¿He dicho vivir? Ejem. Algo parecido. Al final la han terminado antes que La Sagrada Familia, pero por poco.

Nos hemos gastado lo que teníamos y lo que no teníamos. Hemos estado 4 meses en un piso prestado a tomar por saco de nuestros curros, con todas nuestras pertenencias menos lo imprescindible. El resto: en el guardamuebles. Qué poco se necesita para vivir, por cierto, y cuántas cosas acumulados que resulta que NO nos hacían falta.

Qué ganitas de dejar el puñetero piso, dios. No veía el momento. En ese barrio aislado y lejos de todo. Pequeño, con la ropa doblada sobre las maletas, con un par de zapatos y sólo ropa de invierno. El piso que, por otra parte, estaba loco por echarnos.

Y, como le dije a Gacela cuando vino a ayudarme a empacar: esta noche duermo en MI CASA por mis santos. [Minibere: Mamá ¿hoy es tu santo? No hija, no, ejem…] Y vaya si dormimos en casa.

El primer día no encontraba las bragas. Ni la ropa. Ni el secador. Ni el pijama. Ni.

Y para buscar A, tenía que ir a B, que no estaba y en su lugar había una C. Así es que, tras pasarme el día deambulando por la casa entre un laberinto imposible de cajas, decidí que lo mejor que podía hacer era sentarme en la cama a medio vestir y llorar como si no hubiera mañana. Y me sentía como el cronopio que buscaba la llave o el de La foto salió movida. (Cortázar, siempre)

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en en dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle.
Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

---

La foto salió movida

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para que. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

Mi suegro, que estuvo todo el finde para ayudar, se dedicó a montar cosas que para mí no eran urgentes y claro, el jevi, con él. Así es que en vez de deshacer cajas (ciento y pico), ponían lámparas. Y debe de ser que en su universo particular masculino es mucho más importante no tener bombillas colgando del techo que el que su nuera/mujer no lleve bragas y tenga que ponerse una camiseta de Mazinger del jevi porque no encuentra las suyas. Entendámonos, la camiseta mola. Pero yo quería encontrar MI ropa. Y así se lo hice saber al jevi entre llantos, mocos y ataques de histeria. Todo esto en bajito, claro, que el suegro andaba en el lavadero montando otro mueble.

Hace ya de eso una semana y aún no encuentro muchas cosas.

Sarajevo, campamento de gitanos, la actual Grecia antigua. Descontrol. Memoria a fragmentos. Cada cosa en un sitio distinto, cambias de habitación y has visto algo, pero ya no recuerdas dónde. Desconcertante. Agobiante. Extenuante.

Pero es mi casa, nuestra casa, nuestro silencio, nuestros pájaros, nuestra enorme ventana en la cocina, nuestro balconcito, nuestro trastero, nuestra luz Sonrisa

5 comentarios:
  • 24/5/11 09:31, Bruja Naranja dijo...

    Dicen que las mudanzas son tan traumáticas como perder a un familiar. Yo llevo 4 mudanzas en 4 años, así que algo he aprendido: es cuestión de tiempo, Bere. Y tus prioridades nunca van a ser iguales a las del jevi y tu suegro, eso también me pasaba a mí. Ellos montan muebles y lámparas porque el resultado es más inmediato. Organizar cajas es una tarea sin fin, por más que abras y vacíes cajas, siempre quedan cosas por el medio, ropa que necesita lavar y no puedes meter en el armario, libros que quieres organizar bien antes de poner en la estantería... Cuando montas un mueble, empiezas y acabas en un tiempo finito (no-infinito) y eso reconforta mucho más.
    Intenta ponerte objetivos pequeños, haz una lista y ve tachando, verás como realmente la cosa avanza: el caos sigue siendo caos, pero menos :-)

  • 25/5/11 18:49, Lucy dijo...

    Me encanta Cortázar y te felicito por tu nuevo espacio para llenarlo de historias.

  • 26/5/11 10:28, Microalgo dijo...

    No recuerdo quién dijo que tres mudanzas equivalen a un naufragio.

    Por otra parte, y no se moleste Usted, por favor, quisiera expresar mi solidaridad con El Jevi, porque (reitero, no se me cabree) lidiar con llantos de cronopio es cosa sumamente complicada. Lo sé por experiencia, créame. Desde aquí mi apoyo y la idea clara de cambiarle la "v" por una "d".

    Y a Usted, enhorabuena. En cuanto encuentre las bragas ganará no solo en recato, sino también en tranquilidad. Ya queda menos. Ánimo.

  • 26/5/11 17:35, Lucía Helguera (MRM WW) dijo...

    Con un pequeño esfuerzo de tu parte, un sólo click, podrás ayudar a la comunidad de mujeres de Nueva Prosperina, en Guayaquil (Ecuador). Las mujeres de esta región sobreviven con menos de 2 dólares al día. Viven sin luz, sin agua y en territorios no legalizados.

    Con el proyecto “Microcréditos para cambiar su vida” 700 madres de esta comunidad y 300 adolescentes de entre 14 y 17 años van a poder beneficiarse de microcréditos para la puesta en marcha de pequeños negocios.

    La base de las mejoras de la calidad de vida está en la educación. Por eso, el proyecto integra además un plan de capacitación en planificación financiera para las madres y en educación social y financiera para las hijas. El binomio-madre hija como generadoras de estabilidad y riqueza en las familias es clave para el desarrollo de este tipo de iniciativas.

    Este es nuestro proyecto. Súmate, solo tienes que hacer un clic y el importe del Cheque Solidario Campofrío se destinará íntegramente a este proyecto.

    http://www.facebook.com/mujeresapanadas

    ¡Muchas gracias!

  • 27/5/11 20:16, Gacela dijo...

    ¡Bueno, al menos encontraste pronto los libros de Cortázar!

    (Que sí, que las bragas parecen ser más importantes... pero oye, Cortázar es Cortázar! ;-)

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
Free Blogger Templates

BLOGGER