martes, abril 05, 2011

 

Hoy me he vuelto a perder con el coche, para variar.

Y pocas cosas me producen más angustia, a parte de atravesar puentes o subir montañas. No me gusta conducir. Me agobia muchísimo no poder pararme a recoger a alguien, no encontrar aparcamiento, no saber dónde estoy.

No veo el momento en el que el jevi se saque el carné para no tener esta maldita obligación de ser siempre yo la que conduce, haga frío o calor, sol o lluvia, estando mala o peor.

Perderme en Madrid suele llevarme a ataques de ansiedad lo cual, conduciendo, no es lo más recomendable. Así es que llamo al jevi y le lloro y le lloro y le lloro hasta que me falta el aire e intento parar.

Es la sensación de no saber dónde estoy y de estar convencida de que no voy a poder saberlo la que me agobia hasta lo menos soportable. Y la constatación de que sigo siendo torpe, lerda y con NINGÚN sentido de la orientación o capacidad para memorizar caminos. Tanto es así, que me bloqueo y no soy capaz de seguir las instrucciones del GPS de turno, ya sea el navegador de Google o el estúpido Garmin.

Hoy he acabado en unas callejuelas que iban y venían a Gran Vía. Y he conservado la calma pero abriendo tantos los ojos y agarrando con tanta aprensión el volante que casi me daba risa sólo de pensar que pudiera verme alguien conocido.

Como si fuera un dibujo animado: la ardilla desquiciada en busca de su bellota. La hormiga conduciendo un tanque de papel entre kamikazes en busca del rastro hacia el hormiguero.

Y entonces, he girado a la derecha y he sabido dónde estaba.

No ha sido un mal lunes, después de todo.

5 comentarios:
  • 5/4/11 01:01, jota dijo...

    Pues yo NECESITO conducir (obviando que me gano la vida con ello).
    A veces me siento como una rata en su laberinto. pero me gusta estar tranquilo, solo y rular por la ciudad. Supongo que tambien es por que me pongo en modo "piloto automatico" y puedo ir pensando en otras cosas...


    (A la jefa le pasa lo mismo que a ti)

  • 5/4/11 15:09, Gacela dijo...

    Comparto el mal sentido de la orientación (el mío, más que malo, es pésimo!). Suerte que no conduzco, porque me perdería siempre. Y perdería el coche además: cuando aparcamos por ahí, nunca me acuerdo de dónde lo hemos dejado, qué desastre.

  • 6/4/11 15:38, Microalgo dijo...

    Esto... en fin. El hombre blanco ha inventado un cacharrito que se llama "navegador" y que permite que peña desorientada llegue a su destino. Si yo he podido conducir por Madrid con uno de esos, me juego mis gónadas a que Usted también lo haría.

    Sugerencia de regalo de cumpleaños / aniversario / de porquemequieresmucho / o lo que sea, a abonar por parte del afortunado Jevi: un navegador.

    Chi pón. The end of the angustia.

  • 12/4/11 22:31, Prostetnic dijo...
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  • 12/4/11 22:33, Deyector dijo...

    Microalgo, tenemos navegador (aquí la prueba), y tiene el Google Maps en el Nexus, pero aún así consigue perderse

Pss pss sgueme
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