jueves, septiembre 10, 2009

Hoy he tenido un mal día. Ha empezado mal, ha seguido mal. Y como ya no estás bien, llega un momento en el que no sabes si ya es que todo coincide o tú no estás para nada. O ambas cosas.

Y si me acuesto, me pondré a darle vueltas a todo y me sentiré rematadamente peor. Así es que postergo el inevitable momento de irme a la cama. Esperando a que me rindan el sueño o el cansancio. O ninguno. Y si me meto ahora en la cama, el reloj me llamará a través de los ojos cerrados para recordarme que es muy tarde y que ya me puedo agobiar con razón, porque él a las 6:15 piensa encenderse lo mismo.

En días como hoy me tomaría un tranquilizante y me quedaría como dios. Pero hay que saber llevar los días malos ¿verdad? Y recurrir a lo fácil casi nunca arregla nada.

Así es que aquí estamos, mi insomnio cargado de cansancio, mi malestar en forma de moscas alrededor de la cabeza, mi nudo en el estómago, ese viejo amigo.

En fin, ya se me pasará.

La 1:00 y sereno.

4 comentarios:
  • 10/9/09 09:58, Anónimo dijo...

    Te acompaño en el sentimiento. Yo llevo teniendo ya un par de malas semanas (más o menos con las sensaciones que describes) y estoy más bien harto.

    Para el insomnio te hubiese aconsejado contar ovejas, pero por lo que puedo intuir las tienes mu' vistas...

    Saludos.

  • 10/9/09 09:59, Biónica dijo...

    Hay días que sí, que te gustaría tomarte un tranquilizante y que le dieran por culo a todo. Todo por tener un poco de paz...

    La suerte que tengo, por ejemplo, es que sólo una vez en mi vida no he podido dormir por algo, que entonces era muy gordo, mi vida entera, y pasé una noche de pesadilla en la que mal dormí dos horas. Fue el día en que mi mantra para irme a la cama me falló. A mí me relaja pensar que voy a la cama, que ahora tengo que apartar el barullo de mi mente, porque el día se ha acabado y ya no puedo hacer nada más. "Casi" siempre me funciona.

    Pero ya digo, que no soy persona, soy una marmota.

    Mucha fuerza... y piensa que cuando pasas un día malo, te quedan menos en la cuenta para que llegue uno bueno. A ver si funciona para hacerlo llevadero.

    Un abrazo

  • 10/9/09 16:59, Gacela dijo...

    Siento el mal día, ninya. Yo cuando tengo uno malo, o me lo paso dormitando-escapando-de-mí, o, si es de los muy malos, temo el momento de irme a la cama porque es cuando mi cabecita se descontrola más.

    Pero, como Biónica, normalmente soy más marmota que otra cosa, qué te voy a contar.

    Espero que hoy se hayan disipado algunas nubes...

  • 10/9/09 19:33, Anónimo dijo...

    Dale la vuelta al reloj cuando no puedas dormir. Ir contando las pocas horas de sueño que te quedan es una tortura.

Pss pss sgueme
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