martes, octubre 30, 2007

Esa constante que me acompaña todo el tiempo. Me pregunto cuándo volveré a domir a pierna suelta, si incluso las noches que he pasado sin mini-deyectorcita (¿he dicho ya que es idéntica a su padre?) no descanso porque me falta saber que está a punto de despertarme...

Me muero mucho y no quiero irme a la cama. Tengo al complementario de convicencias viva-viva-qué-guay-es-esta-empresa. Porque meterme en la cama es perderme en ella y estirarme sin obstáculos, es sentirme pequeña en el desierto helado de las sábanas sin fin, es que no está y me está gritando desde todos los ángulos del cuarto su ausencia.

No hay descanso, es imposible.

Sigh...

miércoles, octubre 24, 2007

Me prometí que no volvería a pasar por ello. Por eso empecé a buscar otro trabajo. Y creo que lo he encontrado. ¡Y ahora estoy aterrada! En fin... ¿quién dijo miedo?

***
El nacimiento de un hijo no sólo cambia los hábitos, los horarios, la alimentación, el sueño... También redistribuye prioridades (o debería). Te das cuenta de que hay cosas que no es que no tengan importancia, es que no merecen ni un pensamiento. Otras, sin embargo, aparecen como una revelación.

***

Ahora soy otra persona, o no. La fábula del escorpión y la rana puede que no sea un axioma. Quiero creer que he cambiado, aunque arrastre la ciudad conmigo, según Kavafis reinterpretado por Lucía Etxebarria.

Soy más valiente, menos sumisa, más combativa.
Ahora ya no lloro.
Soy feliz.
Y ahora me gusto más. :-)

martes, octubre 02, 2007

Me he llevao hoy en el curro tal disgusto y he cogido tal rebote que todavía me duele la cabeza y son las diez de la noche. Teniendo en cuenta que salí a las 2 de la tarde... pues eso. Y es que aquí la señora de las lágrimas, es decir, yo misma, ha sabido aguantar el tipo hasta llegar al coche. Pero, lo que son las cosas, no sé si por haber estado llorando intermitente pero intensamente desde las 2 hasta las 5 de la tarde o por la capacidad de recuperación de todo que he conseguido a raiz de tener que hacerme cargo de un moco al que en la guarde llaman, espero que cariñosamente, Chicho Terremoto, ahora me la refonfinfla.

Y es que todo tiene un límite. Que no me vendo por un buen coche ni porque me rasquen detrás de la oreja. Es hora de hacer algunos cambios. Otros aires, transporte público, otras caras. En fin, que...

Oveja seria (a ratos) y trabajadora se ofrece para trabajos de carácter administrativo (sexadora de pollos, un poner; contadora de patas; reparto de hostias y similares). Preferentemente en turno de mañana y jornada intensiva, por aquello de la pasta y de la Terremoto. Trato amable, responsabilidad y madejitas de lana en los cambios de estación. Interesados, contacten a través de este diario.

En resumen, que me largo en cuanto pueda. Ya estoy ensayando en el espejo del baño la despedida, ya sabéis, como en aquel anuncio de lotería. Cardenales me van a salir en el pliegue del brazo cuando salga por la puerta.

Y yo debo de tener un gen suicida que hace que me estampe contra toda piedra que aparezca en el horizonte.

Cuando vine a Madrid a conocer a la familia de aquí mi complementario, no tuve otra cosa que hacer que irme a un cortinglé a echarme el tinte para estar toda mona yo. Todavía recuerdo el tacto del frío mostrador bajo mis uñas al preguntar con voz a lo gallo Claudio ¿veintemil quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee? ejem ¿puedo ver el ticket desglosado?

Entonces me prometí que JAMÁS JAMÁS JAMÁS me metería en un centro de estética o peluquería sin preguntar hasta por el precio del cepillo pa quitar los pelos cortitos de la cara cuando te cortan el flequillo (y que no sirve pa ná, que luego llegas a casa que pareces Pincho el infumable fruiti pero a lo bestia, con pinchos por todos lados).

Pues na, que hoy he ido a hacerme la manicura. Mirusté que ya era hora. Que con la niña estoy dejá de la mano de dios y me parezco más a Omaíta que su propia hija Antonia.

Y ahí que me he tirao yo pa la piedra pero de cabeza, oiga. Y esta vez con rebote incluido.

Bere-come-piedras (con sus manitas así toas tiesas pa no estropearse la pintura): ¿Cuánto es?
Recepcionista Hierática Tipo Esfinge: 16,50
B-C-P (csmattpnelp): No, es que yo me he hecho la manicura
RHTE: 16,50
B-C-P (csmattpnelp y voz de gallo Claudio): ¿¿¿Una manicura 16.50???
RHTE: Es que es francesa

Cooooooooñio con la puta gabacha. Si llega a ser alemana viene un señor con un martillo y unos clavos y allí mismo que me deja a lo Zorba el griego con los brazos en alto (o a lo Jesucristo o a lo anuncio de Sanex o a lo saludo de Raphael o... weno, vale, ya lo dejo), eso sí, con los deditos bien extendidos, no vaya a ser que se me estropee el esmalte.

Grumpf.

Pss pss sgueme
Bereni-C reloaded

Marcas de ganaderos
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